IV

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Los días pasaban y un martes por la tarde el Uchiha recibió una visita inesperada a su oficina.

-Señor Uchiha- lo llamó su secretaria, después de tocar la puerta y este le diera entrada

-¿Qué sucede, Konan?-

-Hay un joven que lo busca y pide hablar con usted-

-Ahora no tengo tiempo, pídale que regrese después-

-Sí, señor- dijo y salió para informar a la inesperada visita que ahora no podría hablar con el jefe

-disculpe señor, pero el Uchiha-Sama no podrá atenderle por el momento-

-veras soy alguien muy cercano a él, así que pasaré si no te molesta- dijo caminando hacia la oficina siendo interceptado por la secretaria y dos guardias

Gracias a esa acción empezó un alboroto, donde las quejas del Alfa se hacían más escandalosas, haciendo que el Alfa menor tuviera que salir a ver que estaba mal.

-¿Qué está sucediendo, señorita Konan? Se escucha el alboroto hasta mi oficina-

-Lo sentimos señor, solo que este joven no acepta su decisión de no recibir a nadie- dijo señalando al culpable, siendo reconocido al instante por el Uchiha

-Tsk, déjenlo pasar, pueden regresar a sus puestos- se dio la vuelta y le hizo una seña al mayor de que lo siguiera

Llegaron a la oficina principal y el primero en romper el silencio mientras se servía whisky, fue el menor.

-¿Qué haces aquí? Pensé que ya había quedado muy claro el no vernos más que para negocios-

-Lo sé, pero no me rendiré tan fácil, intentaré de todo para conquistarte-

-¿De qué mierda hablas?-

-Yo Takahashi Shisui, hare hasta lo imposible para tener conmigo al amor de mi vida, es una promesa-

El menor no dijo nada solo lo miro, analizando la verdad en esas palabras mientras un sonrojo se situaba en sus mejillas.

-Suerte con eso, idiota, ahora lárgate, que tengo trabajo que hacer- dijo sonando seco pero en realidad estaba nervioso por lo que su amor pudiera hacer

-Bien, pero antes- se acercó al menor y deposito un beso en su mejilla para luego salir de allí rápidamente, antes de que el contrario reaccionara.

Itachi solo puede quedarse procesando lo que paso por unos minutos, cuando regresa en sí, nota que el Takahashi se había ido.

El mayor se fue de allí sonriente, había comenzado su misión "reconquistar al Uchiha", en la cual tenía a su lado para ayudarle, a su mejor amiga Izumi Katou. Sacó su móvil y marcó el número de la chica para analizar cuál sería el siguiente paso.

Mientras tanto el Uchiha mayor sentado en su escritorio, sonreía como muchos dirían de manera boba ante la idea del mayor tratando de "ganárselo".

-Definitivamente es un tonto- rió un poco y decidió volver a su trabajo, para luego llamar a su hermano para saber cómo se encontraba.

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Los días pasaban con ellos los encuentros que Shisui planeaba con el Uchiha mayor, salían a comer, a platicar, o a veces simplemente el mayor se quedaba en la oficina del menor a hacerle compañía. Tal parecía recuperaban los años que no se habían visto, Itachi revivía ese sentimiento de amor y cariño hacia su "amigo" nuevamente, aunque si, él lo aceptaba ese sentimiento nunca se había ido, solo estaba 'dormido'.

-Y ¿cómo ha ido tu día, Ita?- dijo mientras metía un trozo de comida a su boca

-Bien, pronto la empresa de la familia volverá a posicionarse en la cima-

-Eso es grandioso pero no será tan fácil, antes tendrás que pasar sobre mí-

-Eso no será difícil-

-No te confíes mucho, lindo- el Takahashi se puso nervioso no sabía cómo reaccionaría el menor ante el halago

-No es confianza, es la realidad, Darling- obviamente el Uchiha se dio cuenta del halago y si pensó en reclamar, pero decidió que seguirle el juego no estaría de más.

Ambos siguieron su plática, pasaron de platicar de negocios a platicar cosas que habían pasado en los últimos años, de ellos, de lo mucho que habían cambiado.

-Deberías tomar un descanso de tu trabajo, te ves cansado- soltó el mayor

-Estoy bien, una vez la empresa esté en una buena posición descansaré-

-Eso no está bien, te presionas demasiado, podrías enfermar-

-Tranquilo Shisui, no moriré por un poco de presión-

-Sigues siendo un tonto, esto afectará tu salud-

-No le des tanta importancia-

Esa preocupación de parte del mayor le trajo recuerdos al de cabello largo de cuando estaban pequeños.

Flashback

-Ita, vamos no debes estar aquí todo el tiempo, te crecerán raíces-

-Idiota eso es científicamente imposible, y es necesario tengo que estudiar para la prueba de mañana-

-Pero es obvio que la pasaras eres el mejor de la clase-

-no me arriesgare-

-Bien, entonces tendrá que ser por las malas- dijo el pequeño y salió de la habitación en dirección a la cocina donde se encontraba la madre de su amigo.

-Señora Mikoto-

-¿hm? ¿Qué sucede, Shisui?-

-¿Me puedo llevar a su hijo?-

-mm, si supongo- apenas la mujer termino de decir eso y el Takahashi ya estaba camino a la habitación del menor

-Ya te lo dije no saldré de aquí por hoy Shisui- el otro ni siquiera contesto y cargo en su hombro al Uchiha, caminando hacia afuera

-¡HEY! BAJAME, TONTO AUN NO TERMINO DE ESTUDIAR- poco le importaban los reclamos y pataleos del pequeño al más alto

-Señora Mikoto, lo traeré para la hora de la cena- dijo a la femenina que se encontraba descansando en el sofá

-Está bien, Shisui, lo esperare aquí para esa hora-

-¡MAMA!-

-Adiós- dijo agitando su mano en señal de despedida

Fin del Flashback

-Itachi!- escucho el llamado del de cabello corto, sacándolo así de su mente

-¿Hm? Oh lo siento, solo recordé algo-

-Está bien, solo te decía que nos iremos juntos por una semana-

-¿Qué? ¿A dónde? ¿Por qué?-

- el lugar será una sorpresa, el porque es simple, necesitas descansar, así que nos iremos si o si-

-Ya te lo dije no puedo necesito estar aquí supervisando todo-

-No, no aceptaré un no por respuesta-

-Pues es lo que tendrás que hacer, ya que no estoy dispuesto a ir o que harás me vas a obligar-

-ya lo veras, Ita, oh es tarde ya me tengo que ir para planear todo- dijo poniéndose de pie

-ya te lo dije no iré-

-Ya lo veremos Ita, ya lo veremos- fue lo último que dijo para luego pagar la cuenta y salir de allí, dejando con las palabras en la boca al pelinegro menor

El Uchiha salió del establecimiento, no sin antes pagar su parte de la cuenta. Subió a su auto y salió en dirección a su lugar de trabajo, más no esperaba encontrar a su padre allí.

Estereotipos de la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora