1.Ingresó Cadáver

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Nunca fui social, nunca fui amistoso, si no amargado, me gustaba pasar la mayor parte del tiempo solo, siempre estaba solo, mis padres trabajando y mi hermana en su mundo, nunca fui...lo que los demás pensaban...siempre me hundía en mi habitación pensando como podría decirlo..., ¿Decir que?, ni siquiera yo mismo era consciente de lo que sentía, de lo que quería, de mis sentimientos.

Agosto 7 11:40 p.m.

Estaba aterrado, no estaba listo para ingresar a la preparatoria, un mundo nuevo para mi, todo lo fue, finales de primaria y toda la secundaria, no me gustaba convivir con la gente, aunque si tengo amigos, por si tenían duda me daba miedo iniciar una conversación, lo que irónicamente me llevo a ser representante de grupo el ultimo año de secundaria.
En la prepa, todos se enteran de todo, nadie pasa por alto nada, conoces gente de casi todas partes, y aunque por fuera me podía ver normal, por dentro, estaba gritando.
Me encontraba a tan solo una cuadra del portón de la preparatoria, podía ver las letras doradas arriba del portón brillando con el sol. La Preparatoria No.17, aquella preparatoria a la que pensé que no ingresaría, ese examen de admisión fue como un puñetazo en la cara para mi, para la mayoría, ay, para todos, salí totalmente destrozado de el Aula donde lo había contestado.
Y, un mes después del examen, vi mi resultado, estaba sorprendido, emocionado, feliz, y ahora aquí estoy, muriendo de miedo, casi temblando, como un perro chihuahua, como mi perro chihuahua, Kiwi.
Llegue a la esquina de la casa enfrente del portón, de modo que solo estaba cruzando una calle de distancia del portón, sentado en la banqueta bajo un pequeño árbol plantado ahí, bajo la sombra, una hora antes de la entrada a la que me marcaba el horario en el sitio web. No quería perder la oportunidad de elegir el pupitre que quería, aquel que esta en la esquina del salón, no lo podía perder, mi vida, seguridad y Autoestima dependía de eso. Muy cliché, ¿no?.

12:15 p.m.

Mientras esperaba la hora de entrada, con mis audífonos puestos escuchando Welcome to New York  de Taylor Swift, solo que sin ser New York, me imaginaba como podrían ser mis compañeros, como podría "Mezclarme" con ellos, mi inseguridad ante conocer nuevas personas era obvia, el suéter que siempre traía todos los días me delataba, lo llevo usando desde el 1er grado de secundaria, color naranja casi rojo, y desde entonces todos los días lo uso, sin importar cual caliente este afuera, siempre lo traía conmigo.
Estaba jugando con el zipper del suéter, mordiéndolo o bajándolo una y otra vez, mientras miraba alrededor. Mi celular vibraba, pero no le tomaba importancia, dé seguro eran mensajes de los pocos amigos que tenia deseándome buena suerte, ya que me habían dejado sólo, pero no es culpa de ellos, iban a entrar conmigo, tomamos el examen de Admisión el mismo día, pero no lograron los puntos suficientes, dejándonos solos a otra compañera y a mi, Violeta, cómo siempre, lo cual era totalmente irónico pues la razón por la cual elegí esta preparatoria fueron ellos, yo iba entrar a otra, pero termine inscribiéndome con y por ellos, ¿o por él?... ¿Qué puedo decir?, soy emocionalmente dependiente de mis amigos. Mientras pensaba que ese día iba a hacer horrible sin siquiera empezar clases, levanté la mirada y...simplemente... Lo vi...
Con su camisa Negra, La correspondiente a ese día. extrañamente pegada a su cuerpo, sus músculos no del todo marcados, pero que aún así se podían ver fácilmente, con un pantalón de mezclilla azul claro y unos tenía Nike azules con la suela blanca, su gran sonrisa de felicidad, tal vez por el primer día, y con su cabello negro peinado hacia un lado.
Hizo que el día, mi día, mi primer día, se convirtiera en mi primer gran primer día.
Lo miré disimuladamente directo durante varios segundos, cuando finalmente decidió sentarse también, no cerca de mi, si no a unos cuantos metros, se quitó la mochila, se recargó en la pared con las rodillas hacia arriba y con su mochila a un lado de el, algo...Encantador. Si, misteriosamente hermoso Encantador.

1:14 p.m.

Parecía un acosador, traté de no mirarlo tanto tiempo, pero no pude, trate de distraerme un poco buscando a Violeta, pero no llegaba, aunque tampoco nos habían asignado la misma Aula, hasta que llegó el momento de entrar, los prefectos abrieron el portón, y la enorme cantidad de alumnos que había comenzó a entrar, entré rápido, sin voltear a ver al "Encantador" compañero de preparatoria, en ese momento mi objetivo fue otro, iba directo por aquél pupitre. Al llegar al salón que fui asignado, el 219,entré, estaba vacío, justo lo que quería, así que fui caminando, apurado, corriendo, volando hacia aquel pupitre que tanto quería , me senté en el, saboreando la gloria, y así, oficialmente lo declaré como mío.

1:27 p.m.

No salí del salón desde que me senté en el pupitre, prefería quedarme ahí sentado, a salir y que alguien me lo quitara, y también había un clima sabrosón en el salón, no me iba a salir por nada.
Ya tan solo faltaban 3 minutos para que la primera clase comenzara, Matemáticas 1.
La mayoría de los pupitres ya estaban ocupados, a excepción del que estaba adelante del mío.

Ya era la 1:30, pero el maestro aun no estaba en Aula, era el primer día, se le perdona. Comencé a quitarme los audífonos, para evitar que algún prefecto pasara y me los quitara, no quería oír el ruido de algunos de mis compañeros hablando y riendo como si se conocieran de toda la vida. Escuche ruido por unos momentos, hasta que todo se convirtió en silencio, de un segundo a otro. ¿Había llegado el profesor o profesora? No. Mire hacia la puerta, y era el, Encantador, todos se habían quedado callados al verlo, el efecto que tuvo sobre ellos era increíble, todos viéndolo, mujeres y hombres por igual, pero el no les presto atención. Estaba buscando un pupitre solo porque volteaba a todas partes, ¿o buscaba a alguien?. No lo quería averiguar, mire el pupitre frente a mi, vacío, los nervios me invadieron, ¿se iba a sentar ahí?, ay dios, empecé a buscar nada en mi mochila, solo para no prestarle atención. Hasta que escuche como el pupitre frente a se movió, mi corazón se detuvo, no literalmente obvio, pero como pude, dirigí mi mirada hacia el pupitre frente a mi, se sentó en el pupitre frente al mío.


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