Entre Vendas y Listones. (Serie de One Shots)

Méritos.

Convivir con ser la amate de cada noche del chico más guapo de la escuela al principio no era tan malo, de hecho era un cliché que en un principio le parecía hasta divertido, incluso un excitante en toda la extensión de la palabra, pero todo dejo de ser divertido cuando llegada la mañana en donde todo el mundo podía verlos el pretendía no conocerla, ignorándola y a veces agregando palabras hirientes para que la azabache se mantuviera alejada de él.

Utahime se cuestionaba porque después de todo aquello cada anoche caía con sus caricias y bonitas palabras, se había convertido en la perra número uno de ese tipo y lo peor era saber que tal vez no era la única en su vida.

No sabía que pasaba ella o que estaba mal en su mente para aceptar una relación de ese tipo, era una chica muy inteligente aun que dicho por si misma sonara demasiado narcisista, no era desagradable a la vista, y cuestionarse constantemente solo lograba estresarla, no sabía en qué momento fue a caer en los brazos de un ególatra como Gojo Satoru.

-¿Cuándo vas dejar todo este asunto con Gojo?- pregunto su castaña mejor amiga- Utahime esto te está matando de a poco y puedes salir realmente lastimada – Shoko venía dándole los mismos consejos desde que decidió contarle de sus aventuras nocturnas con el peliblanco - Es bastante fácil, solo mándalo a la mierda y problema resuelto.

-No es tan fácil como aparenta ser, Shoko -la miro por sobre el libro que estaba leyendo- No es algo de lo cual pueda desligarme y ya.

-¿Y que te hace falta para dejar todo esto?- le quito el libro de entre los dedos - No son novios, no son amigos, ni siquiera van en el mismo salón- alzo las manos en modo de "date cuenta"- De hecho hasta dudo que les guste algo en común, son solo...un buen polvo nocturno.

-Gracias por tu sinceridad- ironizo algo ofendida - Con amigas como tú ¿Para qué quiero enemigas?

-Porque tienes amigas como yo es que debes hacerme caso- le palmeo la cabeza como si fuera un pequeño cachorro- Sabes que tengo razón, además no la agarres conmigo- se cruzó de brazos.

-Sé que no debo molestarme contigo- resoplo cansada sabiendo que la castaña estaba siendo más sabía que ella- Y sé que estoy siendo estúpida – suspiro nuevamente - Esta noche terminare con todo- hablo finalmente decidida.

-¿Por qué esperar hasta la noche? – La castaña la miro con ese gesto que gritaba "tengo un plan"- Sabes que si llega a tu casa de noche probablemente terminen en lo que terminan casi todas las noches, puedes interceptarlo cuando lo encuentres solo, yo puedo distraer a su grupito de amigos-dijo algo asqueada porque aquello solo eran un montón de chicos idiotas intentando ser populares -Pero me deberás una muy grande, Utahime.

-Está bien, cuando tengamos que ir a almorzar tu entretén a sus amigos, una pregunta más.

-Dime- la castaña tomo el libro que la azabache estaba leyendo con anterioridad y comenzó a hojearlo.

-¿Porque me favoreces a mí y no a tu mejor amigo?- era raro que Shoko no apoyara a Gojo siendo que con el peliblanco eran amigos desde el vientre materno prácticamente.

-Déjame ilustrarte Utahime- comenzó Shoko- Gojo puede hacer lo que él quiera y con quien quiera a mi realmente me da lo mismo el cómo actúa con sus conquistas, pero tú eres mi mejor amiga y a pesar de que eres mayor que yo- le sonrió con ternura- Siento que debo protegerte, sobre todo de un lobo como Satoru, lo conozco de toda la vida y no quiero que sufras, te mereces algo mejor.

-¿Algo cómo qué?- pregunto curiosa la azabache.

-Te mereces romance, de ese que es cursi, meloso y que grite que te adora por todas partes y con mi querida amigo eso jamás pasara- esta vez fue ella quien suspiro- Tómalo como un seguro de vida para tu corazón, senpai.