once

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El pasillo estaba en perfecto silencio. Todos los que vivían en el edificio se encontraban en algún lugar más, divirtiéndose.

Minghao miró la pantalla de su ordenador y escuchó la voz del profesor Lee en su cabeza de nuevo. Siguió esforzándose por recordar toda la conversación, repitiéndola y repitiéndola, en cada momento, forzando un dedo en la garganta de su memoria.

Hoy, al comienzo de la clase, el profesor les había entregado sus escenas con narradores informales. A todos excepto a Minghao.

—Hablaremos después de clases, ¿está bien? —le dijo con esa gentil y honesta sonrisa que tenía.

Minghao había pensado que esa excepción debía ser algo bueno, que a el profesor realmente le debía haber gustado su historia. A él realmente le agradaba Minghao, lo podías decir porque conseguía más de esas suaves sonrisas que el resto de la clase. Con creces, más que Seokmin.

Y esa escena era la mejor que había escrito en todo el semestre; lo sabía. Tal vez su profesor quería hablar sobre ello con más detalles, o tal vez iba a decirle que tomara su clase avanzada el próximo semestre. (Tenías que tener permiso especial para registrarte). O tal vez sólo... algo bueno. Algo.

—Minghao —dijo cuando todos los demás se habían ido y el chico se encontraba de pie frente a su escritorio—. Siéntate.

La sonrisa del profesor Lee era más suave que nunca, pero todo estaba mal. Sus ojos se veían tristes y apenados, y cuando le tendió a Minghao su informe, había una pequeña y roja F escrita en la esquina.

La cabeza del chico se alzó de golpe.

—Minghao —dijo el profesor—, no sé qué hacer con esto. Realmente no sé qué estabas pensando...

—Pero... ¿Es así de malo? —¿Podía su escena realmente haber sido peor que la de los demás?

—Malo o bueno, ese no es el punto. —sacudió la cabeza y pasó su mano delicadamente por su cabello—. Esto es plagio.

—No —dijo Minghao—. Lo escribí yo.

—¿Lo escribiste tú? ¿Eres el autor de Crepúsculo?

—Por supuesto que no. —¿Por qué decía eso aquel hombre?

—Esos personajes, todo este mundo pertenece a alguien más.

—Pero la historia es mía.

—Los personajes y el mundo hacen la historia —dijo el hombre mayor, como si estuviera suplicando que Minghao entendiera.

—No necesariamente... —podía sentir cuán rojo estaba su rostro. Su voz estaba rompiéndose.

—Sí. Necesariamente. Si te pidieron que escribieras algo original, no puedes robarle la historia a alguien más y reorganizar a los personajes.

—No es robar.

—¿Cómo lo llamarías entonces?

—Pedir prestado —dijo, odiando estar discutiendo con su profesor, ni siquiera quería que la mirada en su rostro fuera así de fría y cerrada, pero no era capaz de detenerse—. Rediseñar. Rejuntar. Probar.

—Robar.

—No es ilegal. —Todos los argumentos le llegaban fácilmente a Minghao; todo era una justificación para el fanfiction—. No son mis personajes, pero tampoco estoy tratando de venderlos.

El hombre frente a él sacudiendo la cabeza, más decepcionado de lo que había lucido minutos atrás. Pasó las manos a lo largo de sus pantalones

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2021 ⏰

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