Perdoname

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No fui yo misma por meses y nadie lo notó..

Y ahí estoy yo entre esas millones de personas, sintiéndome más sola que nunca. Aun teniendo seis hermanos siento que me ahogo en mis pensamientos y estos mismos me quieren ver muerta.

- Alexa! - grita mi madre desde el piso de abajo.

No respondo. Solo gruño por lo bajo y de mala gana salgo de mi cuarto por primera vez en el día. Camino hasta donde está esa mujer rubia mirándome fijo y se la ve enojada.

- Si? - murmuro

- Que te sucede?! - es lo primero que pregunta algo sorprendida.

Entrecierro los ojos y me esfuerzo por cambiar mi expresión a una más alegre y ella deja de mirarme para negar levemente más contenta.

- Bien, Lex, has estado faltando a clases?

Mi fagido cuerpito que no come hace tres días quiere dormir y llorar pero en cambio estoy en la sala hablando del colegio, acaso era eso toda mi vida? La escuela me consumía.

- ¿Por qué lo dices, madre? - digo rascándome el ojo izquierdo.

Analiza mi reacción en busca de temor o algo parecido al no encontrarlo decide implantarlo ella misma con su..(notese el sarcasmo).. Maravilloso carácter.

- Otra vez con tus delirios, huh? - se cruza de brazos y ruedo los ojos irritada.

Que nadie podría dejar de juzgarme por un segundo... se que no soy el ombligo del universo, pero siento que cada vez que salgo hay personas que susurran sobre cada inseguridad mía y eso me mata los pensamientos hasta que me obligo a distraerme con musica.

- Buenas noches madre - corto la conversación porque se que no terminara bien. Ella cede mucho a su pesar y me toca volver a mi cuarto para lamentarme todo y sobre pensar todas mis acciones.


Subo las escaleras con agilidad que ni siquiera yo sé de dónde salió, pero cuando estoy con mi madre trato de actuar más.. Normal y alegre para que no sospeche nada, no quiero ser otro problema en su vida..

- Buenas noches Lex! - dice ella a modo de despido.

Me giro a la punta de la escalera y saco mi mejor sonrisa y le deseo buenas noches también, eso parece animarla y se dirige a la cocina. De modo casi mecánico mi expresión cambia a aburrimiento total.

Apenas llego a mi cuarto me lanzo en la alfombra para mirar el techo blanco, además de ser el color más aburrido fue en algún momento un símbolo de esperanza para mi versión de ocho años, a los dieciséis era solo otro aburrido color sin sentimiento en el.

La melodía de mi playlist para subir el ánimo empezó a sonar, pero luego sonó esa..

Driving a nightmare I can't escape from

Helplessly praying, the light isn't fading

Hiding the shock and the chill in my bones

Ya no pude más y me apresuro por pausar la música, se suponía que debía animarme a no recordar mi situación.

Las lágrimas de dolor empezaron a salir con la sola idea de mi madre llorando sobre mi cadáver, no podía hacerle eso a ella, simplemente no podía pero no aguantaba más y sentía que ya no valía más.

Nadie intentaba contactarse conmigo, tenía algunos amigos pero al parecer no les importaba como yo creía..

Cuando el celular suena. me despierto de repente de mi sueño dramático e irrealista.

- Diga..? - hablo dudosa.


Mi Ultima LetraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora