𝙄𝙠𝙖𝙣𝙖𝙞𝙙𝙚 ┃𝘾𝙝𝙚𝙣𝙜𝙓𝙞𝙖𝙣 𝙬𝙚𝙚𝙠 𝟮𝟬𝟮𝟭

𝙆𝙮𝙤𝙢𝙪

Día 7 : Honor/virtud┃A elección del autor┃Penetración con objetos

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❝ Incluso ahora te ves mucho más hermoso de lo habitual. Y yo, sólo me quedo parado observándote. ❞

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¡Ultimo One Shoooot!

Unas pequeñas notitas antes de pasar al OS:

El título "Ikanaide" de esta antología, proviene de la canción Ikanaide (いかないで) - Mafumafu.

Por alguna razón esta canción me recuerda mucho al Chengxian jaja, así que decidí usarla. Las frases al inicio de cada OS pertenece a una parte de la letra de la misma. Yo usé lo que vendría siendo la traducción literal del japonés al español de la canción original, sin embargo, en lo personal me gusta más el cover en español de Aki-chan (El video de arriba en la parte de multimedia).

Así que si gustan, los invito a que lo escuchen ૮ ˶' ᵕˋ ˶ა.

Contenido del fanfic: Post-canon, POV Lan Wangji, infidelidad, fantasías sexuales, smut implícito, pre-relación zhanchengxian tácita.

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Lan Wangji cree estarse volviendo loco. No puede haber otra explicación para lo que está sucediendo.

En sus manos ligeros papeles de bambú con negros trazos de caracteres desordenados ondeaban junto a la corriente del viento dentro del Jingshi. Su esposo sentado frente a él con las piernas cruzadas y ojos expresivamente expectantes.

—¿Y bien? ¿Qué opinas, Lan Zhan?— preguntó Wei Ying mordiéndose el labio inferior como siempre hacía cuando se encontraba particularmente entusiasmado con algo.

Lan Zhan miró a su esposo, parpadeó tratando de aclarar su mente y volvió a bajar la mirada sobre el papel entre sus manos manchado de tinta aun fresca. Las palabras no lograban abandonar su boca, aunque ciertamente no tenía ni idea de cómo responder; pero si lo hiciera, le sería imposible por todo el caos ocurriendo dentro de sus pensamientos inconexos.

Se aclaró discretamente la garganta y acaricio delicadamente la esquina de una de las hojas con la yema de su pulgar. —Es un trabajo... admirable.— logró decir con su pulcro tono habitual, incluso si en la realidad su voz peligraba en salir como balbuceos.

—¿En serio lo crees?— exclamó su esposo con una resplandeciente sonrisa que mostraba la fila delantera de sus dientes. —¡Lan Zhan, haces tan feliz a este esposo tuyo con esas palabras!— canturreó el cultivador demoniaco.

Wei Wuxian se puso de pie y se inclinó hacia su esposo para colocar un delicado beso sobre la pulcra cinta blanca con detalles azules de nubes en su frente. Le arrebató al segundo Jade los papeles que sostenía y colocó otro beso en su mejilla.

—¡Iré a entregárselos a Zizhen, entonces!— gritó Wei Wuxian mientras adoptaba una posición correcta y se dirigía hacia la puerta del Jingshi. —¡Te amo, Lan Zhan! ¡Nos vemos en la cena!— Wei Ying le guiñó un ojo mientras agitaba su mano en forma de despedida hacia su compañero de cultivo y salió de la habitación.

Una vez que se encontró solo en su hogar, Lan Zhan se dejó hundir en su lugar y apoyó su codo derecho sobre su rodilla; importándole poco la vulgaridad en su postura actual, yendo contra todo principio de rectitud por el que el gran Hanguang-jun era reverenciado. Corrió una mano a través de su rostro y seguido reposó la frente sobre la palma de la misma. Suspiró audiblemente al punto de casi convertirse en un gruñido de agobio.