Destinos Cruzados - [BORRADOR] ✔️

Capítulo nueve

Jenna.
05 de febrero, 2023.

Berlín, Alemania.

Desde que hablé con Max hemos hablado todos los días, ayer después de tantos años volví a hablar con mi hermana Eva. Al escuchar su voz no pude contener las lágrimas, en un momento la línea se quedo en silencio y pude escuchar la voz de Lizzie. Ahora que lo analizo con una taza de café en mis manos y un libro en mi regazo pienso que volver fue la mejor decisión.

Ayer fui a ver a Taylor, no hay mejorías el doctor me dijo que podía tardar meses para recuperarse al menos un veinte por ciento. Ed, el hombre que es pareja de Taylor, me dijo que me informaría cualquier tipo de cambio que tuviera cuando le conté que me marcharía de Berlín.

En estos momentos tengo a Charly y Cecilia.

—Gracias por venir —digo levantándome de mi sofá para ir a dejar el libro en la mesa.

—No tienes que agradecer, hermosa —Charly me guiña uno ojo—. Ahora, dinos que pasa. Te vez un poco nerviosa.

Ceci me da una mirada se que ella sospecha que voy a decir a continuación.

Suelto un suspiro.

—Volveré a Londres —suelto sin más—. Hace algunas semanas hablé con mi hermano y decidí volver.

Los dos se quedan quietos en sus asientos, cuando pasan unos minutos Ceci se levanta para envolverme con sus brazos e inmediatamente se lo devuelvo.

—Sabía que este día llegaría —me susurra al oído.

—Gracias, por todo —es lo único que puedo decir.

Cuando me separo de ella puedo ver como Charly tiene el ceño fruncido, me muevo incomoda en mi lugar esperando que diga o alga algo.

—Iré a preparar un poco más de café —Ceci pone su mano en mi hombro y me susurra—. Suerte.

Observo como se adentra en la cocina silbando alguna canción y vuelvo mi vista al hombre que tengo en frente. Cuando abre su boca ni en mil años pensé que me diría eso.

—No te vayas —me dice levantando tu mirada—. No te vayas, Jenna.

La sangre se me congela y ahora soy yo la que guarda silencio. Se levanta para agacharse frente a mi y poner una de sus manos en mi mejilla.

—No quiero perderte.

Y esas palabras nunca las espere, no de la boca de Charly.

Siempre sospeche que Charly sentía algo por mí, algunas veces lo agarraba mirándome de una forma demasiado intensa.

—Charly...

No me deja terminar porque sus labios están sobre los míos son suaves y se mueven a un ritmo lento. Por mas que quiero corresponderle no puedo. Pongo mis manos en su pecho y lo empujo, puedo ver claramente el rechazo en su mirada.

—No puedo...no... —tomo un poco de aire—. No sabes cuanto he deseado poder volver a ver a mi familia. El deseo que tengo de ver a mis padres y...

—Y volver a verlo a él —dice antes que termine de hablar.

No pensaba en volver a ver a Richard inmediatamente.

—No. Richard no tiene nada que ver con mi decisión de volver a Londres —digo seria—. Si tome esa decisión fue porque estoy harta de sentirme sola todos los días. Sentir como si a mi corazón le faltara su otra mitad.

Me levanto de brinco del sofá.

—No tienes que sentirte sola. Tienes a Ceci. Me tienes a mi —lo ultimo me lo dice tan sincero.