Flores para ti [Draco Malfoy's fanfic]

Eliza

(Esto es unos meses después de su primera vez.)

Ese día cuando se la encontró en el pasillo la besó con tantas ansias que por un momento Eliza no fue capaz de responder.

—No entres a clases, pasemos el día juntos.

Eliza solo sonrío de oreja a oreja, y ni siquiera pudo vocalizar su respuesta, solo asintió efusivamente.

Draco no habló mucho a lo largo del día, más que nada la escuchaba a ella. En ese momento estaban sentados en una banca, llevaban ahí largo rato ya. Cualquiera que hubiera pasado habría visto a kilómetros como Draco la miraba con adoración mientras Eliza hablaba de lo que le viniera a la cabeza, de cuales eran sus galletas favoritas y como era la receta, de aquella vez que había ido a una fiesta de Gryffindor y el lugar casi se había prendido fuego, de ese año, hace tiempo, cuando, en celebración de su cumpleaños y el de Ernie, para los ocho años, sus papás los habían llevado de viaje a algún lugar con agua muy tibia y arena muy suave, y que ella había dormido con su madre y Ernie con su padre, y que en el momento no le había llamado la atención, pero que ahora que lo decía en voz alta recordaba que durante esa época sus padres discutían mucho, y de hecho su papá había pasado un mes de viaje.

Draco la escuchaba, realmente estaba escuchándola, pero honestamente parte de la razón era porque disfrutaba verla hablar.

—¿Qué hay de tu familia?

Eso cortó su trance. Su sonrisa se borro un segundo, sus ojos mirando hacia abajo antes de volver a los de Eliza.

—Vengo de una familia de sangre pura—fue lo que primero dijo, no porque realmente le interesara decírselo a Eliza, pero porque no supo que mas responder.

—¿Crees que les agradaría a tus papás?

—Mi papá- nunca te pregunte tu estatus de sangre- no te estoy preguntando ahora, no me digas eso. Mi padre estaría muy preocupado por tu linaje. Probablemente... él preferiría un matrimonio arreglado con una familia de linaje similar al nuestro.

No alcanzó a dolerle saber que a su padre no le caería tan bien— ¿matrimonio? ¿Estas pensando en casarte conmigo?

Draco le sonrió con ojos algo pesados—en mis sueños. Mi madre estaría feliz si lo hiciera, ella siempre esta de mi lado y le alegraría que yo me casara por amor. Creo que te querría mucho, ojalá pudieras conocerla...

—Si preguntaras yo diría que si.

Draco, que estaba sentado a su lado izquierdo apoyo su brazo derecho en el respaldo de la banca, girando a verla—¿si?— Eliza asintió. Él se inclino hacia adelante lentamente y la beso suave y delicadamente— no te lo podría pedir... ahora, pero— se quito uno de sus varios anillos, tenía inscritas sus iniciales— ten. Te va a quedar grande. No lo pierdas, es una promesa.

Tomo la mano de Eliza y dejo el anillo que se había quitado en su palma, cerrandola en un puño para resguardarlo.

La sonrisa de Eliza en ese momento era todo. Ojalá hubiera podido tomar un foto, como recuerdo.

Ella lo beso, algo bruscamente, demasiado feliz y contenta para medir bien sus movimientos.

—¿Entonces adoptaría tu apellido? Eliza Malfoy.

Draco la abrazó contra su pecho, por acariciarla, pero a la vez para que Eliza no pudiera ver como sus ojos comenzaban a llenarse de lagrimas. Le dio un beso en la cabeza.

—Ya vuelvo.

Draco se levantó y dio vuelta a la banca, fingiendo irse hasta que Eliza ya no lo miraba para confirmar su presencia.

—Obliviate.

Mientras escapaba del lugar antes de tener que enfrentarse a una Eliza que no recordaba haberlo conocido nunca, casi choca con Hermione, que lo había visto todo. Para sorpresa de ella y sin verse capaz de reaccionar, alcanzó a ver una lagrima rebalsando los ojos grises de Draco y cayendo por su mejilla pálida.

Eliza se acerco a ella confundida y desorientada y Hermione solo supo acogerla y guiarla de vuelta al castillo, sib saber que decir.

Esa noche los mortifagos entraron al castillo y Dumbledore murió, y cuando Harry les contó que Draco había estado ahí, durante su asesinato, no fue capaz de decir nada, solo entendió con algo de amarga e indeseada empatía porque Draco Malfoy había borrado todos los recuerdos de él de su novia y porque lo había visto llorar.

—Fin—