Cyar'ika (The Mandalorian/Din Djarin X Tú) [One-shot]

Único

N.A.: Cuando vean esto (_____) significa que ahí va tu nombre, o como quieras llamarte en ésta historia.

______ observaba con una ligera sonrisa entre sus labios al Mandaloriano, mientras éste ignoraba olímpicamente a un par de hermosas muchachas que le coqueteaban. A pesar de que el Mandaloriano simplemente fingía que no existían, las muchachas no desistieron de sus flirteos sino hasta que la cuna flotante del Niño (que había estado todo ese tiempo entre las piernas de ______ y del Mandaloriano) fue abierta por éste; el Niño las observó con curiosidad, mientras arrullaba para llamar la atención del Mandaloriano.

Por supuesto que las chicas no pudieron soportar tanta ternura, y trataron de acercarse al Niño mientras casi gritaban sobre lo lindo que era el bebé que acompañaba al Mandaloriano, pero cuando una de las muchachas extendió sus manos para tratar de tocar al Niño, el Mandaloriano desenfundó uno de sus blasters y les apuntó con éste. De éste modo por fin las muchachas entendieron que ese cazarrecompensas no era un hombre con el que se pudiera jugar, de modo que inmediatamente se alejaron de la esquina de la barra en la que estaban el Mandaloriano y ______, perdiéndose entre la multitud que llenaba el bar en el que se encontraban, contoneando las caderas al alejarse para buscar a su siguiente objetivo.

El Mandaloriano soltó un suspiro de alivio al por fin haberse librado de esas pegajosas chicas, a lo cual ______ no pudo contener por más tiempo la carcajada que contenía en sus labios desde hacía un largo rato.

—¿Qué ocurre?—le preguntó el Mandaloriano.

—Bueno, es gracioso ver cómo las mujeres siempre se acercan a ti como moscas a agua azucarada, aunque a ti no te guste.—respondió ______, antes de meter su vaso de cerveza por debajo del velo que cubría casi completamente su rostro, para poder darle un sorbo a su bebida.

—No le veo lo divertido... y no entiendo porque siempre ocurre.

—Mira, te voy a explicar algo sobre nosotras las mujeres.—dijo ______, dándole una caricia en las orejas al Niño antes de girarse a ver a su compañero—Yo sé que tú notas que todos te vemos como un hombre fuerte, serio, peligroso... alguien con quien hay que tener cuidado. Pero, viéndote desde el punto de vista de una persona a la que le gustan los hombres, eso te convierte en un hombre atractivo.

—¿No acabas de decir que me veo como alguien con quien no deberías meterte?

—Sí... pero no. Digo, no me gustaría ser tu próxima recompensa, eso tenlo por seguro. Pero tu forma de ser, de moverte, y simplemente cómo te ves con esa armadura, es algo... atractivo. No quiero ser muy explícita cuando el Niño nos está escuchando, pero créeme que la imaginación de una mujer puede ser muy creativa cuando una se da cuenta de la facilidad con la que podrías someter a alguien.

El Mandaloriano permaneció en silencio, pensando en lo que su compañera acababa de decirle mientras de reojo cuidaba que el Niño no saliera de su cuna. Por su parte, ______ terminó su bebida de un sólo trago antes de continuar hablando.

—Por el otro lado, pensemos un momento en el Niño.

—¿Qué tiene que ver él en esto?—preguntó con confusión el Mandaloriano.

—Bueno, hay dos tipos de cosas que, normalmente, atrapan la atención de una mujer heterosexual promedio: uno, algo muy masculino y fuerte... o dos: algo muy tierno. Tienes que admitir que el Niño es muy tierno... En cuanto lo vi contigo sentí que ese instinto materno que nunca tuve salió de pronto. Entonces, si juntas esas dos cosas en un sólo momento, créeme que serás un imán para las chicas... Como cuando tú vas caminando por las calles con el niño junto a ti.

—¿Tú piensas eso de mí?—preguntó el Mandaloriano después de un corto silencio.

N.A.: Ay, atrapada quedó la Rayis.