El tiempo pasa, y no tiene piedad de nadie, se lleva momentos, experiencias, personas y amores, y siempre va a existir alguien que culpe al tiempo de la mayoría de sus problemas. Lo único que nos queda son los recuerdos, quedan en la memoria, tan pequeña y tan grande, tan fuerte como un diamante o tan frágil como un cristal, ella decide cuanto recordarás y como lo harás.
Los recuerdos permanecen, como una fuente de esperanza y energía para algunos, o como fanatasmas que traen sufrimiento y tristeza para otros.
Estos fantasmas persiguen a Katherine cada invierno desde hace 4 años, desde el día en que sintió por primera vez el dolor de un verdadero corazón roto. Desde que el chico que le prometió quererla por mucho tiempo la dejó sin previo aviso, el chico del que nunca más volvió a saber.
Se conocieron en la secundaria, iban en el mismo nivel pero en distintos cursos. Ella iba en primer año del curso A y él en segundo año del mismo curso. Segundo año del curso A le dió la bienvenida a primero año del mismo curso. Su primera conversación fue bastante vaga y duró menos de dos minutos.
Cada alumno de segundo debía apoyar a uno de primero aleatoriamente durante todo el año. Durante la buenvenida los prifesores mencionaban los nombres de los alumnos de ambos cursos, debían pasar al frente y presentarse el uno al otro, los de primero recibían un regalo de parte de los de segundo, iban por orden alfabético asique pronto los llamaron:
—Christopher Bang apoyará a Katherine Hope, pasen al frente.—
Él era muy conocido en la escuela a pesar del poco tiempo que llevaba ahí, era bastante sociable y la mayoría del tiempo estaba al pendiente de los demás, siempre corriendo de un lado a otro, organizando y apoyando en todos los eventos, siempre estaba ocupado y aún así era el mejor de su clase y un excelente deportista, nadie sabía de donde sacaba tanta energía. Los que no lo conocían bien podían pensar que no era humano.
Katherine igual era la mejor de su clase, pero no era tan activa socialmente como él, tenía su grupo de amigas y siempre intentaba se amable con todos, ya ha la mitad del año todos la conocían, pero ella no estaba al tanto de ello y tampoco estaba muy interesada en conocer a todos.
Prefería pasar tiempo en la biblioteca estudiando o leyendo, a veces salía con sus amigas a alguna cafetería o a algún parque.
El día en que conoció a Christopher sólo algunos pensamientos vinieron a su mente "es atractivo... pero no lo conozco" "seguro hay muchas chicas tras de él". En aquel momento ella desconocía la buena reputación del chico por lo que no le dio más importancia.
—bienvenida Katherine, espero que nos llevemos bien hasta el final. Si necesitas ayuda ya sabes donde encontrarme.—
dijo Christopher cuando se encontraron al frente durante la pequeña fiesta de bienvenida mientras le entregaba un pequeño presente. Tenia una sonrisa sincera y se notaba entusiasmo en su mirada.
— gracias, Christopher. —
Luego de esas cortas palabras ambos volvieron a sus lugares, todos terminaron de presentarse y los alumnos se dispersaron en el comedor, el cual estaban usando de salón para el evento. Cada uno se reunió con su respectivo alumno de apoyo para conocerse.
Katherine estaba con sus amigas cuando Christopher se acercó por detrás, el puso su mano sobre su hombro y dijo:
— Hola ¿como la estas pasando? —
Ella dio un pequeño brinco, no lo habia escuchado acercarse entre el ruido que hacían todos al conversar al mismo tiempo.
— Hola, muy bien. Todo esta muy lindo. —
Luego de eso simplemente sonrió, ya no sabia que más decir. Christopher le sonrió de vuelta y continuó con la conversación:
— que bueno...—
Ambos miraron al suelo y alrededor por unos segundos. Chris recordó algo y le preguntó:
— oye y ¿que tal fueron tus calificaciones en la primaria? Digo, el último año de primaria? —
él quería saber cuanta ayuda necesitaría.
Ella lo miro y respondió con un leve tono de orgullo:
— bastante bien, siempre estuve en los mejores lugares, casi siempre estuve en el primer lugar—
Chris logró ocultar el como le hizo sentir esa respuesta, conocía ese perfil; muy segura de su inteligencia, tenia experiencia en eso porque la mayoria de las veces que habia tenido que hacer tutorias a sus compañeros eran los que tuvieron excelentes calificaciones en la primaria. Ella no lo buscaría al principio, pero sabía que durante el segundo semestre iba a necesitar a alguien para repuntar. El estaba sacando conclusiones a la velocidad de la luz, asique decidió conocerla un poco más para estar seguro:
— vaya, felicitaciones. Debiste haber puesto mucho esfuerzo para conseguir esos lugares. —
Ella no lo sabía, pero la respuesta definiría que tan pendiente estaría Christopher de ella, y para felicidad de Christopher, a quien le gustaba tener la razón, ella respondió:
— gracias, pero la verdad no necesité esforzarme mucho. Muchos me dijeron que era muy inteligente...
Para Christopher era definitivo, la iba ver muy seguido. Katherine interrumpió sus predicciones internas diciendo:
— ...aunque se que necesitaré esforzarme de verdad ahora, desde secundaria las cosas se vuelven más difíciles, tu ya lo sabes, por supuesto. Oh, y que tal te va a ti? —
Eso lo desconcertó unos segundos, pero ella no lo notó. Respondió rápidamente:
— si, claro que si. A mi me va bien, aunque al principio fue difícil, desde el segundo semestre del primer año me ha ido muy bien. —
Se miraron, y asintieron al mismo tiempo, Katherine iba a agregar algo, pero alguien llamó a Christopher desde el otro lado del comedor y no dijo nada. El volteo y se despidió diciendo:
— bueno, me llaman. Ya sabes, si necesitas ayuda, para lo que sea, solo búscame ¿ok?
— ok, gracias. —
Katherine parecía pensativa, pero no pensaba en nada en específico realmente, estaba más bien concentrada en ese momento, el ruido a su alrededor, la comida en los mesones, la luz anaranjada del sol a través de las ventanas y los árboles que bloqueaban parte de ésta, quería guardar ese momento de paz en su mente, como un lugar seguro que usaría en el futuro.
Dos semanas después de ese día empezaron las primeras evaluaciones.
