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Taehyung

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Taehyung.

Dos días habían pasado,  en esos habían pasado pocas cosas. Me instalé en una habitación en el tercer nivel ya que Jungkook pidió que estuviera junto a el, no entendía muy bien porque a él pequeño le gustaba estar lejos de todos y tampoco iba a averiguarlo.
Solo sabía que había un gran balcón donde Jungkook pintaba y dibujaba, su madre me había dicho que la mayoría de tiempo se la pasaba ahí y que no debería preocuparme tanto.

Al inicio no quise estar con el creyendo que invadía su privacidad, ya saben, a todos les gusta tener su espacio y eso de  estar con alguien es un poco fastidioso con el tiempo, así que me la pasé  fuera de pie en la puerta jugando candy crush en mi celular.

Hoseok por otro lado salía bastante, tenían razón cuando decían que YangMi era activa en sus redes, había notado que siempre tenía su celular a la mano y que siempre lo miraba, incluso llego a pedirle que le tomara fotografías en el restaurante a dónde fue a comer con sus amigas.

A ambos nos estaba yendo bien, por el momento no hacíamos ningún movimiento peligroso, solo prestabamos atención a todo lo que sucedía.
Lo que a los dos nos generaba curiosidad era Seokjin, realmente casi no lo veíamos.

Desayunaba, salía, volvía y dormía.
Incluso a veces no lo encontrabamos en casa al despertar, Jungkook me había mencionado  que el siempre era así, que tenía un apartamento de soltero en el centro de la ciudad y que probablemente se reunía con sus amigos ahí.

De alguna manera  servía la información ya que el es la mano derecha de su padre, pero si no convivía con nosotros  no podríamos obtener una mínima información sobre la empresa, realmente lo necesitábamos.

Siete de la mañana.
Hora de volver a la mentira.

Tome un baño y me vestí del traje negro, me hacía lucir bastante guapo y joven así que no me molestó.
Lucia como un guardaespaldas a la moda.
No sabía lo que sería de mi al usar traje todos los días, sería tedioso con el tiempo y vería la forma de adaptarlo con mi vestuario normal.

Cuando salí mi sorpresa fue encontrarme con Jungkook en una pijama verde con ositos.

— Buenos días.— Saludo amistoso mientras sonreía y sus ojos desaparecían en media luna.
Era bastante temprano.

— Buen día, joven Jungkook.— cabeceé, cosa que hizo reír al menor frente a mí. — ¿Sucede algo?— cuestioné preocupado. Se estaba riendo un poco fuerte.

— No..— siguió y luego tomo aire. — No tengas tantas formalidades conmigo...seremos como familia ya que estarás a mi lado todo el tiempo.— me dijo entrando a mi habitación sin previo aviso, la cama ya estaba arreglada así que se sentó en ella abrazando sus piernas.

Miro curioso, por suerte tenía la habitación bien, nada desordenado y casi no habían cosas regadas como en mi apartamento.

Volvió su vista a mi, sus ojos son tan... Curiosos.
Y el color avellana que tenían era bastante interesante.

𝔇𝔬𝔩𝔩𝔥𝔬𝔲𝔰𝔢 -- ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora