Meriggiare Restaurant || chanbaek

Parte 4: cerrando ciclos y angustia latente.

Experience — Ludovico Einaudi

Los días y las semanas pasaban como suspiros pesados para Chanyeol, llenos de trabajo que realmente no le interesaba y a menudo se encontraba a sí mismo pensando en unos labios rojos, una risa estruendosa, piel suavemente lechosa y nivea, besos delicados y la mirada traviesa, y cálida. Pero, también había momentos no tan llenos de luz y tranquilidad en la que un sentimiento más obscuro e invasor llenaba su mente, la culpa. Culpa de estar saliendo con alguien, aunque ya habían pasado dos años desde que su novio falleció, una parte de él, escondida y temblorosa, sentía que esto no estaba del todo bien.
Él sabía que no tenía por qué sentirse así, sabía que no tenía sentido, pero ese sentimiento se había arraigado, desde que no pudo despedirse de su prometido, porque el destino no le dió una oportunidad decente de tener un cierre. Y sabía que era momento de que él mismo llevara acabo ese cierre, si quiere empezar de nuevo con la oportunidad que el destino le ha presentado en Baekhyun, debe hacerlo y quiere hacerlo.

Necesita decirle adiós a ese Chanyeol tembloroso, con miedo, perdido y triste que había estado siendo los últimos dos años, porque está cansado de estar triste, de sentirse solo y molesto con el mundo, y Baekhyun con esa brillante y efervescente personalidad ha logrado llevarse un poco de eso. También, sabe que es un trabajo que él mismo debe llevar acabo y aunque le dé miedo volver a sentirse vulnerable o sacar todo aquello que ha tratado de enterrar bajo frustación, tristeza y enojo con la vida, para poder sanarse y después poder plantar nuevas semillas.
Él cree que ya está sanando y quiere ver florecer todo lo que una vez estuvo muerto.

Así que sin previo aviso sale del restaurante bajo la mirada ofuscada de la diseñadora y su mejor amigo, se dirige sin pensarlo mucho al aeropuerto. Antes de subir a su avión, decide mandar un mensaje al castaño que lo llevó a esto. Sube al avión solo con su teléfono, su cartera y una sudadera, no le importa nada más, necesita esto.

Porque quiere hacerlo bien.
Porque quiere otra oportunidad.
Porque quiere volver a sentirse feliz y lleno.
Porque quiere a Baekhyun y no le importa nada más.

Mira el cielo y piensa en él, sabe que él se siente de la misma manera. Y siente esperanza. Y no le importa si va muy rápido, porque ha vivido una vida esperando el momento indicado para todo, porque siempre se frenaba y esperaba y ya no quiere, porque la vida misma le enseñó que eso no sirve de nada, que es inútil esperar y detenerse, porque la vida se va en un segundo y al siguiente estás solo y la gente se va, y la gente se muere y no hay despedidas dulces, porque queda nada. Así que ahora no le importa, solo siente y siente que esto está bien, que no hay nada mejor para él en este momento, y va a seguir ese grito en su pecho, porque está harto de la oscuridad. Así que cede ante el deseo. Y se siente menos pesado y más libre, y puede respirar mejor. Y le gusta.

Y tal vez por eso el cielo le recuerda a Baekhyun, tal vez por eso tiene más ganas ahora que nunca de hacer esto y volver a sus brazos. Y mientras duerme sueña con un día soleado, besos en su cara, labios aleteando como mariposas suaves y haciéndole cosquillas en sus mejillas y se siente feliz y querido, y ya no hay enojo ni frustración.

Despierta y la determinación llega golpeando el sueño y se empeña en no irse, y Chanyeol agradece eso, porque no ha pisado ese suelo en mucho tiempo, y recuerda en su tiempo feliz, pensó que nunca se iría de aquí, y que amaba todo de este lugar, pero no era así, porque solo amaba el lugar, porque Dante estaba ahí.

Y cuando baja del avión, y ve Roma frente a él, su corazón se acelera y se siente temblar un poco, pero sabe que es normal, porque está pisando el suelo que lo vió en uno de los momentos más felices de su vida, más plenos, y también lo vió en su momento más bajo, destrozado y enojado con todo y con todos. Y se agarra de todo sentimiento, nostalgia, amor, dolor, tristeza, enojo, valor y, de repente, está corriendo hacia el único lugar donde puede encontrarlo, o donde ahora piensa que puede hallar la liberación y siente que es el mejor lugar para sacarlo y dejarlo.