La escena terminó | Oneshot ZhanYi

✨ZhanYi ✨

Disclaimer: Este escrito es sólo ficción, convenientemente tomando como modelos a Wang Yibo y Xiao Zhan colocándolos en una situación que sólo está ocurriendo en la imaginación. Lee la descripción para asumir si esto es para ti, si no sólo pasa de largo y ten buena vida.

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Cuando los ojos de Xiao Zhan se encontraron con el techo de la habitación de hotel, el cual había sido su hogar las últimas semanas, sintió que una sensación de malestar se aferró a la boca de su estómago. El clima era asfixiante, el pequeño ventilador que llevaba de un lugar a otro no ayudó a aliviar el sofocante calor que sentía. Tal vez no eran las capas de tela oscura que portaba, quizás era su impresión sobre lo que ocurriría durante la grabación era lo que lograba acalorarlo.

Estaba demasiado concentrado leyendo el libreto una vez más, imaginándose cómo sería grabar esa escena tan comprometedora entre Wei Wuxian y Lan Wangji. Recordaba haber grabado la misma escena con una actriz extra, puesto que no se mostraría el rostro ni aportaría relevancia a la historia, se suponía que todo sería desde la perspectiva del personaje principal.

No imaginó que tendría que grabar escenas típicamente románticas o apasionadas con su co-protagonista, incluso se avergonzó cuando mencionaron que tendrían que actuar de manera juguetona en una escena, en ese momento la probabilidad de besar a Lan Wangji era tan mínima. Desafortunadamente una filtración hizo que las fanáticas de la novela explotaran en redes sociales, Xiao Zhan apoyaba la idea de que honraran la relación de Wei Wuxian y Lan Wangji sin forzar un interés romántico con otros personajes, pero no esperaba que el director les informara que cumplirían una escena emblemática de la novela original.

Estarían demasiado cerca uno del otro, no solo estaría siendo acorralado por el implacable Lan Wangji, sería besado por Wang Yibo.

Estaba cerca de los treinta, su trayectoria como actor aún no estaba cimentada, no tenía contactos y su agencia tenía muy poca fe depositada en él. Un debut tardío lo hizo sentirse presionado a aceptar la mayoría de las propuestas que recibía en proyectos que parecían tan prometedores como inestables, estaba lanzando una moneda al aire mientras sentía cómo le restaban años de vida al trabajar de manera incansable.

Nunca se había imaginado interpretando al fundador del denominado cultivo demoníaco, le pareció real hasta que lo vistieron con las túnicas negras y rojas, llevar una peluca cada vez más apretada no le pareció tan divertido como le pareció a su asistente personal. El enrojecimiento en su frente no lo consideró tan terrible como saber quién iba a ser su co-protagonista principal, el segundo joven maestro que era tan opuesto a él, Lan Wangji.

Se consideraba a sí mismo un caballero en toda la extensión de la palabra, de carácter agradable y a veces soltando comentarios bromistas, además de un hombre totalmente heterosexual. Sabía que no podía haber estado equivocado durante casi tres décadas, en algún momento de su vida incluso estuvo a punto de comprometerse con una grandiosa mujer, pero entonces, ¿qué era lo que había cambiado ahora?

El primer día de la lectura del libreto el veinteañero llegó con un poco de retraso debido a su agenda, la boca de su estómago se contrajo al verlo entrar. No podía fingir que no se acordaba de haberlo visto en el pasado, el recuerdo llegó con brutalidad a su mente, secándosele la boca en el proceso al notar que los rasgos de ese joven presentador habían madurado. Nariz proporcionada, ojos expresivos, boca pequeña con labios gruesos, mandíbula marcada y piel presumiblemente tersa; daba esa imagen pícara e inocente que trae consigo la juventud. Le resultó intrigante su mirada insaciable, sus ojos revelaban el hambre que tenía por comerse el mundo entero de un solo bocado.

Algo se había movido simplemente con verlo entrar, empeoró cuando empezaron a interactuar el uno con el otro al leer el libreto. Escuchó rumores de que Wang Yibo era tan frío como Lan Wangji, al verlo desprendía la vibra de que no podías acercarte a él, pero en realidad fue un agradable chico que sonreía y reía de manera contagiosa a su lado.