提唱する1 : defensor.

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El sol brillaba sobre el cielo de medio dia. Comparado a años anteriores, el calor se sentía mucho más intenso de lo normal, a pesar de ser primavera. Sin embargo y a diferencia de muchos, a cierto platinado le parecía el clima perfecto. Shuntaro Chishiya caminaba despreocupado de regreso a casa a paso lento, mientras sorbía un helado de agua con un horrible sabor a colorante de fresa. Los distintos problemas diarios y su constante afán por tenerlo todo controlado, habían congeniado perfectamente para hacer de su vida una completa tortura. La escuela no hacía más que aburrirlo y su hogar, agobiarlo; es por eso que aprovecha cada pequeña oportunidad de estar fuera de los dos lugares. Es justamente por eso mismo que prefiere un clima cálido que le permitiera vagar de aquí para allá, que un clima lluvioso o húmedo que lo limite. La primavera este año se siente perfecta.

Debido a su búsqueda de entretenerse en las calles y parques, había encontrado el camino perfecto para ir y volver de la escuela; tenía que dar exactamente treinta vueltas entre calle y calle, voltear dos esquinas y justo antes de las dos cuadras cercanas a su escuela y casa, estaban ubicadas dos tiendas de conveniencia donde compraba todo tipo de chucherias que los mocosos de su edad suelen comprar. En todos los años de escolaridad no había encontrado mejor regreso a casa que ese. Disfruta cada uno de los veinticinco minutos que le demora llegar a su hogar, pero eso no es lo mejor de todo, porque justo en la vuelta de la primera esquina donde normalmente iría hacia la izquierda, podía dar al sentido contrario y después de pasar por un callejón oscuro, llegaba hacia su escondite, ese que acababa de descubrir hace solo unos meses.

Chishiya ama su escondite. Es de hecho solo la parte trasera de un edificio abandonado, pero significa mucho para él tener un lugar en el cual descansar. Y aunque estaba lleno de arena, no había sitio donde sentarse y podría ser un nido de psicópatas asesinos, Chishiya se siente irómicamente menos solo cuando está ahí. No es que no le guste estar solo, pero suele gustarle más el tipo de compañía que puede encontrar en ese lugar. Eran gatitos; una gatita negra y axactamente siete gatitos pequeñitos que dormían y vivían en ese sitio. Estaban abandonados, probablemente, por lo que se asegura de llevarles comida todos los días desde que descubrió el sitio, y los animalitos le retribuían con maullidos y mimitos. Chishiya se siente necesitado y eso lo hace sentir útil.

Dobla la esquina, camina hacia el callejón y bota en uno de los tantos tachos de basura la paleta de su helado. Es justo en ese momento que los maullidos, jadeos de dolor y risas lo alertan. Provenían de su escondite, por lo que al instante se alerta y con mucho cuidado de no hacer ruido, se arriba al lugar, escondiéndose contra una de las estrechas paredes para tener un vistazo de lo que estaba pasando. Los gatitos saltaron a su vista, estaban todos juntos en su cajita con la mamá protegiéndolos, y no parecían dañados, por lo que se tranquilizó al instante.

Pero la escena siguiente le pareció de las más desagradables que había visto en su vida entera.

⸺¡Ugh! Y-Ya basta, por favor...

⸺Pero nos estamos divirtiendo, Niragi. ⸺El sonido de golpe y un grito de dolor no tardan en llegar a los oidos de Chishiya⸺. ¿Por qué siempre quieres quitarle lo divertido a la vida?

De no ser porque estaba pasando frente a sus ojos, Chishiya no podría creer lo horroroso que se siente presenciar ese tipo de escena. Y es que, el chico que sufría el maltratato era un estudiante de la escuela vecina a la suya, los otros tres chicos que lo golpeaban también. Pero Chishiya jamás había presenciado tal diferencia de poder; esos tres se veían tan poderosos y crueles con sus bates y palos en manos, mientras que el pobre chico de lentes no podía hacer más que intentar protegerse hecho bolita, en el piso.

⸺Y-Yo... en serio, paren... ¡Perdón!

Era triste.

⸺¡P-Perdón!

Defensor 提唱す•る nirashiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora