29/Noviembre/2019 2:15 am
Mi cabeza da vueltas, no se bien lo que hago o digo, solo existo en el espacio y el tiempo.
Siento a mis neuronas haciendo sinapsis en mi cabeza, todo se mueve y no entiendo bien cómo pero lo hacen, volteo a ver a mis manos y pareciera que tengo cuatro en vez de dos. Todo a mi alrededor se siente distinto y para no estarlo, claramente ya estaba drogada, todo pensamiento que pasara por mi cabeza en ese momento me haría reír de lo estúpido que es, mi temperatura corporal bajaba y no sabia muy bien que hacer hasta que de pronto en vez de congelarse, sentí que mi cuerpo ardía como fuego y así se sentía, llamas invadiendo cada parte de mi empezando por mis pies y terminando en mi frente.
Lo intente, intente pensar en que hacer pero no estaba en mis cinco sentidos, lo único que paso por mi mente y fue tan efímero que ni me detuve a pensarlo con claridad fue "agua". Si claro, agua, con eso podre apagar mi fuego y tenia que darme prisa porque empezaba a arder más y más. De pronto un susurro paso por mis orejas haciendo un leve cosquilleo, "la piscina, ve a la piscina niña" me dijo aquella voz que no se bien de donde venia, cuando quise responderle que no sabia nadar me di cuenta que no había nadie a mi alrededor, no cerca al menos, mi piel ardía como si de sal y limón en una herida se tratara. Pero todo empezaba a doler aún más y no podría soportarlo así que en lo que mi torpe visión pudiera, busque como dirigirme hacia la gran piscina.
Parecía cerca pero poco a poco la distancia se hacia mayor a mis ojos que apenas podía mantener abiertos, mis ganas de gritar ya estaban al limite pero vi una sombra enfrente mía.
Una sombra grande y oscura sin mucha forma pero densa a la vez, ¿Qué podría ser eso? la fiesta no es de disfraces así que no veo porque alguien vendría disfrazado, de cualquier forma pareciera como si me quisiera decir algo, me acerque y podía notar un gran ojo en medio de esta extraña sombra, un ojo grande con pupilas muy pequeñas pero un iris inyectado en sangre, rojo, todo se volvía rojo.
Sentí miedo pero a la vez el fuego en mi cuerpo seguía ardiendo y tenia que moverme rápido, intente ignorar aquel monstruo oscuro hasta que escuche que dijo algo, "Sígueme Mila, ven a la piscina conmigo" Dijo con una voz extraña diría que para nada era algo humano pero no tuve opción. Me deje guiar hasta que pude ver unos reflejos azulados en el ambiente y unas fuertes luces saliendo de ese lugar. "Vamos Mila, salta, libérate del fuego en tu cuerpo" esa frase la repetía en un bucle que parecía infinito hasta que de verdad lo hiciera, tenia que hacerlo, mis quemaduras ardían a unos niveles inimaginables tenia que hacerlo y así fue, salte.
En el momento exacto cuando mi cuerpo toco el agua sentí una paz infinita y sobre todo un gran alivio, pasar mi mano y darme cuenta que en mi piel no hay ni una herida me pareció extraño pero no quitaba lo calmada que me sentía. Toda esa paz se empezó a convertir en agonía cuando me di cuenta de lo que hice, me empecé a mover como una loca sin saber muy bien como, el aire de mis pulmones se empezaba a agotar al igual que mi cuerpo al moverme tanto sin conseguir llegar a la superficie. Todo se torno muy oscuro de repente y no pude más hasta que decidí apagarme.
Estaba muy segura que ese era mi final hasta que empecé a sentir algo especifico, ese sentimiento sin nombre que experimente en mi hipnosis, esa caída sobre recuerdos que se van tornando en pesadillas reales.
No me gusta nada recordar cosas, odio recordar, mi mente esta rota como todo mi ser y solo hay gritos silenciosos de ayuda que nadie escucho, solo hay un largo historial de tragedias que al final se convirtieron en mi realidad.
¿Por estoy aquí?
¿Por qué sigo aquí?
¿Por qué cada vez que intente hacerlo ninguna funciono?
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Limerencia
Короткий рассказ"La obsesión es hermosa. Es lo que hace el arte». Joss Whedon. Mila, dulce Mila, no merecías todo eso pequeña pero no temas porque el ya llego a juntar todos esos fragmentos rotos de tu alma para que sean uno solo de nuevo. Eso es el amor, ¿no? de i...