Nil
Ese mismo domingo por la mañana, mientras preparaba la comida, recibí una llamada... inesperada.
—¿Quién es?
Silencio.
—¿Hola?
—Eh, sí, sí —era ella—, soy yo, digo... Deva.
Estaba nerviosa, cualquiera lo diría, yo no me podía creer que lo estuviera, mucho menos si era hablando conmigo. Pero hay personas que nos acaban sorprendiendo.
—¡Deva! ¿Cómo estas?
—Con resaca —murmuró con poca energía, pero de un momento a otro pareció recordar el por qué de la llamada—. Pero no es eso de lo que te quería hablar.
—¿Entonces? —me rasqué la nuca y me apoyé en la mesa de la cocina.
—Que te parece... si vamos hoy tu y yo a el cine. Creo que han sacado una nueva película.
¡¿Ella y yo?! Pensaba que me estaba tomando el pelo, pero no, ella iba en serio.
—S-sí, claro, por qué no —dije torpemente.
—Bien, vale, ¿tienes coche? Si no podemos quedar allí directamente, si prefieres.
—No, no. Digo... sí, tengo coche, bueno es una furgoneta, y es bastante vieja, pero sigue funcionando y no creo que nos deje parados en medio de la carretera —empecé a balbucear cualquier cosa y segundos después de que mi voz se apagara, Deva volvió a hablar.
—Eh... ¿vale? —seguro que pensó que era ridículo—. Te espero a las seis en la parada de bus que pasamos ayer, no sé si te acordarás. Intenta no llegar muy tarde, por favor. Nos vemos Nil —se despidió.
Aparté el movil de mi oreja y cuando terminé de preparar los macarrones con queso -mi plato numero 1- fue cuándo realmente caí en la cuenta de que acababa de quedar con Deva para ir al cine.
La misma Deva que no quería que contara nada sobre las cortas conversaciones que habíamos mantenido. La Deva que no conocía de nada pero que me había mostrado parte de su mierda de día a día.
No sabía en qué me estaba metiendo, pero me costaría mucho salir de ahí.
Si es que al final lo hacía.
><
—Esta tarde voy a ir al centro, tengo que firmar unos papeles para la empresa —dijo mi hermano. No sé muy bien por qué me seguía avisando de lo que hacía, si yo no solía salir de casa.
—Yo también —comenté distraídamente.
Dean levanto la mirada de sus macarrones y me miró con una ceja enarcada. No me extrañaba su reacción, para ser sinceros.
»Creo que iremos al cine. Deben de haber sacado una peli nueva o alg-
—Espera, espera, espera —arqueó las cejas—. ¿Con quién has quedado? Sin ofender, pero no sabía que tenías...
—¿Amigos? —terminé por él—. Gracias por el voto de confianza, se siente bien, la verdad —fue a refutar, pero me adelanté—. Y no, no es un amigo, es una chica —vi como abría los ojos como platos.
—Una... ¿amiga?
—No lo digas así —arrugué la nariz.
—¡No lo digo de ninguna manera! —se rió— Y... ¿es guapa?
Tardé en contestar, no porque dudara de si Deva era guapa, siempre ha sido preciosa, desde el primer momento hasta ahora, pero no sabía cómo describirlo. No podía responderle que sí sencillamente. Iba a más que eso.
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Dos Almas (en pausa)
Roman d'amourElla ama el ruido porque acalla sus gritos. Él ama el silencio porque así no escucha los del resto. Ella odia leer historias de amor porque le recuerdan a lo que aspira pero no alcanza. Él ama todo tipo de libros porque "si no lo vivo en esta vida l...