Hace días que mis amigos no me hablan, sólo lo hacen para pedirme favores, fui a comprar pan y los vi reunidos en el parque cerca de mi casa, me les quedé mirando a ver si me notaban, uno de ellos me vio de reojo pero devolvió su vista a los demás y volvió a su plática y risas.
—Son una basura de "amigos"—Pensé en mi mente.
Volví a mi casa para ir a buscar mi skate, eso me hace feliz. Al llegar, dejé el pan en la mesa, y fui por mi skate, al agarrarlo se cayó una tabla y logré ver una pequeña puerta en la pared, la abrí y había una pequeña sala dentro.
—Qué raro que tenga un interior, la pared es fina y al otro lado está la calle.
La intriga se apoderó de mí, me agaché y entré, no había más que un espacio no tan grande, la puerta se cerró de golpe y empezó a temblar, me asusté demasiado, cuando esto pasó, con un poco de dificultad para abrir la puerta, logré salir de ahí.
Al estar vuelta a casa noté que habían cambiado muchas cosas, a simple vista vi que no estaba mi skate, ni mi bicicleta, ni ninguna de mis pertenencias, no entiendo lo que está pasando.
Entré a mi casa y estaba mi mamá, algo cambiada, y también se sorprendió bastante cuando me vio, no sé el motivo.
—¡Aarón! ¿Cuándo volviste? ¿Te volviste a pintar el pelo de negro?
—Hola mamá—Respondí algo confundido, toda mi vida he tenido mi pelo negro.
—¿Cómo está Lexy? Mándale mis saludos cuando vuelvas con ella.
No tengo ni la menor idea de quién es Lexy.
—Ehhh, bien, supongo.
En eso llegó mi papá a la sala, y ahí sí que la cosa se volvió más extraña aún, ya que mi papá había muerto hace un par de años. Corrí y lo abracé lo más fuerte que pude.
—¿A qué se debe eso, Aarón? Nos vimos la semana pasada, ¿tanto me extrañaste?
No podía creer que pude volver a ver a mi papá, lo extraño tanto desde que se fue.
Me puse a pensar en qué mierda está pasando, según las películas que vi, tal vez viajé en el tiempo, o a otro universo paralelo. Así que me puse astuto.
—Mamá, me escribes la dirección de Lexy, para dárselo al señor del Uber.
—Deberías saberlo, vives con ella.
¿Vivir con ella? Ni siquiera sé quién es.
—Sólo hazlo, mamá, después te digo la razón.
Mi mamá escribió la dirección donde supuestamente vivo. Me despedí de mi mamá, y especialmente de mi papá, porque tengo la sensación de que no volveré a verlo.
Llamé un Uber, y le pasé la dirección, después de una media hora de viaje, llegué al destino, al bajarme, me fijé que conocía ese lugar, pero está bastante cambiado, casi no lo reconozco.
Busqué el número que me pasó mi mamá, que era el 184, en eso me perdí, iba a pedirle ayuda a un señor, pero me di cuenta que a él yo lo conocía.
—¿Joaco? ¿Eres tú?
—Sí, soy Joaco, pero... ¿y tú quién eres?
—Joaco, soy yo, Aarón. De la secundaria, ¿no?
—No conozco a ningún Aarón. Debes estar confundido.
—Bueno, disculpe.
Joaco no me reconoció, esto cada vez es más bizarro. Le pedí indicaciones a un policía, y me ayudó. Luego de unos 3 minutos encontré la casa de Lexy. Toqué la puerta y cuando alguien salió, quede extrañado.
—¿Quién eres?—Le preguntó él, ese tipo era idéntico a mí, pero él tenía el pelo verde.
—¿Quién eres tú?—Le pregunté yo a él.
—Aarón...
—Yo también soy Aarón.
Sin duda, él era yo, pero ¿cómo?
-Continuará...-
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El Portal que Descubrí
Ciencia FicciónAarón se divierte viajando entre dimensiones mediante un portal que encontró en el patio de su casa, sin saber que está siendo monitoreado por los guardianes interdimensionales, para castigarlo y que deje de abusar del portal, le dificultan el poder...