||24||

1.9K 358 19
                                    

El silencio de la habitación llenaba cada rincón de su alrededor dejando que los sucesos del día se rebobinaran una y otra vez en su cabeza, momentos hermosos y de alegría con su familia y amiga después de tantos malos ratos.

Por fin había terminado sus estudios universitarios y entregado su título a sus padres como signo de gratitud y paciencia en todos esos años de estudio, llenos de malos y buenos momentos de los que ahora los mantenía como recuerdos.
Se sentía completamente bien y agradecido consigo mismo por haber concluido sus estudios, independientemente de los últimos sucesos de su vida.

Suspiró con cansancio observando los tres ramos de flores que coloco sobre su buró; uno de sus padres, uno de Taemin su chófer y el otro de la viejecita que casi atropellan, se sentío demasiado abrumado con los halagos que recibió en todo momento.

Sus padres demasiado orgullosos de sus logros y felices por haber concluido sus estudios.

Fue un día demasiado feliz y alejado de los problemas de su matrimonio, aunque ciertamente le dolió un poquito el hecho de que el alfa no le acompañó ni siquiera se acordó de lo que sucedió ese día, no lo culpaba porque sabía que no se amaban. Ninguno de ellos se quería como pareja por lo que entendía si no era una prioridad para su esposo, igual que el alfa Yoongi tenía demasiadas complicaciones en su empresa y con su familia.

Al menos no le dijo nada por llegar tarde esa noche, lo agradeció enormemente, por lo que ahora tenía paz y calma en su pecho al poder descansar, la cómoda cama ayudaba a descansar su espalda y sus pies cansados. El aroma de velas como plus ayuda a que el sueño se apodere de el lentamente.

Se acurruca contra las sábanas con lentitud y cansancio anhelando calor corporal de alguien más pero demasiado imposible para obtenerlo.  Acaricia su pequeño vientre con lentitud adorando la sensación cálida de tocar con la palma de sus manos el pequeño lugar donde su pequeño cachorrito descansaba.

Era demasiado joven para ser padre y cargar con esa responsabilidad pero ya quiere y ama a su bebé, saber que está dentro de su cuerpo hace que no sienta tan solo y abandonado en esa enorme casa. Tiene con quién hablar y contarle sus cosas aunque ese pequeñito pedasito de su ser no le responda siente y cree que lo escucha detenimiento.

Terminó por quedarse dormido añorando tener entre sus brazos a pequeño bebé. Cuidarlo y amarlo como mucho amor como fue criado y educado desde que fue un niño, quería inculcar una buena educación en su hijo como la que él recibió, aunque fuera algo complicado saber que pequeño niño o niña tendría una vida completamente diferente a qué el vivió. Lo único que pedía a la vida era que su pequeñito bebé recibiera el amor de su otro padre, que fuera amado como un verdadero hijo de ambos, aunque entre ellos no existiera amor de por medio.

Le dolía el corazón de solo imaginarse una vida así pero no había nada más que pudiera hacer al respecto.

Se levantó con cansancio observando el nuevo día colarse por la enorme ventana de su habitación, los rayos de luz parecían dar vista al magnífico día.

No tenía nada planeado para ese día por lo que tal vez la pasaría todo el día en el jardín sembrando plantas con ayuda del jardinero o haciendo algunos pastelillos que deseaba probar haber.

No podía ir a casa ese día porque si lo había sus padres lo abordarían y está vez no tendría como justificar la ausencia de su esposo en eventos importantes, el día de ayer logro convencerlos de que Yoongi tuvo una reunión de último momento por lo que no llego a su graduación, y no podía utilizar la misma escusa otra vez.

Al menos descansaría el fin de semana en casa, sin hacer nada. Ahora ya no tenía la universidad como escusa de salir de esa solitaria y fría casa en la que se encontraba recluido.

Se colocó las sandalias con cuidado y se bajó de la cama, avanzando con cuidado hacía el baño; hizo sus respectivas necesidades evitando bañarse porque ciertamente tenía flojera hacerlo.

Una vez listo, sin cambiarse la pijama bajo las escaleras con cuidado esperando no encontrar a su esposo en el comedor, simplemente quería que su día siguiera bien y sin complicaciones.

El esquisto aroma a galletas recién horneadas le dio la bienvenida cuando llegó al piso de abajo, su estómago rugió hambriento y encantado con la idea de comer galletas. Si bien ayer comió como nunca antes lo había hecho en su vida; un enorme tazón de sopa de algas, ramen, costillas y pastel. Ciertamente comió lo que se le antojo, quizás por el embarazo.

Otra de las cosas tristes del día de ayer fue el ver qué Ji-Eun sola, sin su familia ni alguien más que le acompañará en un día tan importante de su vida, la vio sola recibir su título y sin nadie que le diera apoyo como a él. 

Toda su familia fue, le tomaron cientos de fotos y videos, abrazos de felicitaciones y comieron todos juntos, hasta Taemin les acompañó.

Agradecía infinitamente que sus padres se hayan acordado de su amiga y de antemano le llevaron un ramo de flores, la invitaron a tomarle fotos e ir a comer juntos, festejar todos juntos ese día. Sabía lo importante que era ese día para uno.

Los últimos meses conviviendo con ella se había dado cuenta de que era una Omega demasiado solitaria en la vida y de muy pocas amistades.

Se sentía mal por ella, razón por la que quizás buscaba tenerla a su lado y hacerla convivir con su familia. Su corazón se oprimía ante cada situación en la que la veía sola.

Suspiró con pesadez llegando a la puerta de la cocina, en donde el esquisto aroma a galletas recién horneadas era más fuerte y perceptible, la Omega mayor estaba de espaldas a él preparando el desayuno.

— Buenos días Son.— saludo con alegría acercándose al mesón de la cocina donde la charola de galletas descansaba, su boca se lleno de agua saboreandolas con gula.

— Buen día Señoro Min, ¿Ya tiene hambre? — asintió tomando entre sus manos una galleta con forma de osito.

— Las galletas me encantan.. son mis favoritas, ¿A qué hora se levantó para tenerlas listas tan temprano? — preguntó con curiosidad saboreando el chocolotoso sabor de galleta.

Había galletas de distintas formas desde corazones, ositos y estrellas con chispas sobre ellas.

— Me alegra mucho saber que le gustan, no me levanté tan temprano, es fin de semana y ya que su dieta ha sido muy estricta me tomé el atrevimiento de prepararle galletas bajas en grasa eso sí con su chocolate favorito para consentirlo.— se sonrojo ante el comentario de la Omega mayor quien procuraba sus alimentos de todos los días.

—Muchas gracias Son.. aprecio mucho lo detalles que tienes conmigo.— agradeció de corazón.— Podrías ayudarme más tarde a cocinar un pastelillo.. tengo ganas de comer uno pero hacerlo yo mismo.

— Por su puesto, ¿Le gustaría de algún sabor en especial? — tomo otra galleta con forma de estrella pensando en que sabor deseaba hacer su pastelillo, al principio quería de chocolate pero ahora que ya estaba saboreando las galletas de chocolate no sabía de qué sabor preparar sus pastelillos.

Amaba la cocina tanto o igual que el diseño aunque no fuera tan bueno en ella, tal vez con la ayuda de So mejoraría sus platillos y postres.

— No lo se.. tal vez frambuesa.

MORDIDO POR ERROR♣ Yoontae♣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora