xxvi.

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PRANKSTER
capítulo veintiséis



—¡Vamos, damas y caballeros! —exclamó Fred cuando llegaron a la tienda de campaña de la familia Weasley en medio del camping, el aire todavía animado por los sonidos de los espectadores irlandeses que celebraban la victoria de su equipo en el Mundial.

—¡Es la hora de la fiesta! —añadió George cuando ambos entraron en la tienda, seguidos de cerca por Harry, Ron y Hermione.

Clary se volvió hacia Cedric, que movió la cabeza en dirección a las celebraciones.

—Noche animada todavía, —dijo el chico— ¿Quieres dar un paseo?

—¿Pasear? Oye, ¡te acompañamos! —dijo Newt alegremente antes de que Vasantha le diera un pisotón en el pie, provocando que el chico lanzara una mirada sucia a su hermana gemela—. ¡Ay! ¿Por qué demonios fue eso? 

—Sabes, es bastante tarde, creo que nos quedaremos aquí, ¿verdad Newt? —Preguntó Vasantha, levantando las cejas hacia su hermano.

—¿Qué estás...? —Newt se detuvo de repente, con la mandíbula caída— . Ohhhhhh. S-sí, estaremos dentro. Nos vemos luego.

Clary sonrió mientras Newt y Vasantha se daban la vuelta para volver a entrar en la tienda, y volvió a mirar en dirección a Cedric para ver al chico riéndose nerviosamente.

—Entonces, ¿caminar?, —volvió a preguntar él, y ella asintió a su vez.

—Claro, —dijo ella, despidiéndose del resto del grupo y siguiéndolo a través del rastro de tiendas de campaña entre los grupos de aficionados al Quidditch, con las melodías irlandesas flotando en el aire mientras los dos caminaban. 

Clary se metió las manos en el bolsillo de los vaqueros mientras seguía a Cedric entre la multitud, sin que ninguno de los dos dijera una palabra al otro mientras caminaban. La mente de Clary daba vueltas a los pensamientos de la apuesta que ambos habían hecho antes del partido, cuando ella había estado tan segura de que Bulgaria sería la que se llevaría la victoria esa noche. La idea de poder salirse con la suya y gastarle una broma a Cedric durante todo un mes había merecido tanto la pena como el riesgo de tener que besarle si perdía que ni siquiera se había parado un momento a considerar esa posibilidad. 

—Vaya juego, ¿eh? —preguntó Cedric cuando los dos llegaron a un claro cerca del borde del campamento, donde sólo unos pocos magos se arremolinaban aquí y allá.

Clary asintió. —Algo de caza.

—Así que... —Cedric se interrumpió, con los ojos fijos en sus zapatos mientras evitaba la mirada de ella—.  Sobre la apuesta. No tienes que... ya sabes. No voy a obligarte.

Clary negó con la cabeza. —Ganaste limpiamente, ¿no es así? Si yo ganara, definitivamente no dejaría que te libraras tan fácilmente.

Cedric se encogió de hombros. —Si estás segura-

PRANKSTER ━━ cedric diggory ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora