capitulo 12

25 5 0
                                        


La noche había caído , y yo seguía lamentando mi pasado y todo lo que ocurrió en el, no tenia intención de levantarme de donde estaba, había perdido las pocas fuerzas que aun tenía, me abrace un poco mas fuerte y seguí llorando, no sabia cuanto tiempo mas tenía que esperar para dejar de sufrir, cuantas noches tienen que pasar para pagar todo lo malo que hice, extrañaba mi antigua vida en N'esbil, extrañaba sentir un poco de cariño hacia a mi.

Quería seguir adelante, pero cada vez que lo quería algo pasaba, mi mundo se había convertido frío y monocromo, quería que el amor de mi Padre hacia a mi regresara , que aquellas sombras del ayer se esfumaran. Estaba fundida en laberinto, lleno de baches y desvíos.

Quería recibir amor, no odio, como es que yo podía ver que la oscuridad es bella y no tenebrosa como muchos dicen, y ellos no podían ver en mi una pizca de compasión. Podía ver en los ojos de mi familia, la rabia que me tenía, el resentimiento y desaprobación.

Quería una sola oportunidad para demostrar que no era ese monstruo que creían.

Y si ya no podían sentir amor por mi, quería que al menos pudieran fingir sentirlo, que le hicieran creer al menos a mi cerebro que yo merecía un poco de amor y cariño, quería que así como habían convencido a mi mente de que yo era una persona mala así la convencieran que yo merecía mucho más que solo dolor.

¿Podrían por lo menos solo fingir que me quieren?

Por favor.

<< Comienza por fingir que tu misma te quieres.>>

○○○○○○


FABIAN.

-Ve a revisar al paciente de la camilla 7. - ordeno mi tío.

Estaba ayudando a mi tío Frédéric en su hospital, pues seria una forma de practicar e ir agarrando confianza a la profesión que me dedicaría.

A pesar de que me encontraba en el hospital, mi mente estaba puesta en aquella chica de los ojos cristalinos, estaba preocupado, no sabia nada de ella desde el domingo, ni un mensaje , ni una llamada, intente comunicarme con ella pero fue inútil, su móvil estaba apagado, y mi prima la vio por última vez el lunes en clases, y hoy ya estamos miércoles por la tarde, se que puede ser un poco exagerado pues no ha pasado ni una semana, pero por su estado de ánimo no puedo estar en paz.

Termine de limpiar algunas cosas, y llenar un papeleo que me había encargado mi tío, eran casi las 6 de la tarde, y no podía estar tranquilo sin saber nada de ella.

-Doctor Frédéric. - le llame con respeto.

Pues al estar aquí, el no era mi tío, ya que muchos enfermeros podrían decir que habían preferencias.

-Dime Fabian. - dijo llenando las hojas de ingreso de una de las pacientes.

-Necesito irme, por favor deme permiso.- rogué mientras me quitaba la bata y tiraba los guantes al bote de objetos bioinfecciosos.

-¿Por qué tanta prisa? - interrogó

-Se trata de Emilia, no se nada de ella desde el domingo, y estoy preocupado, no puedo estar tranquilo sin asegurarme que ella se encuentra bien. - explique algo inquieto, pues realmente quería irme ya.

Volteo a verme , y me dio una mirada melancólica y se quedo en silencio por unos segundos, me dio un leve apretón en el hombro y asintió.

-Ve con cuidado, y llámame si algo ocurre .

Salí a toda prisa, no me importó cambiarme me fui con el traje de médico, subí al auto y maneje lo mas rápido que pude, algo en mi me decía que ella no se encontraba del todo bien, el pecho me subía y bajaba de la ira y preocupación que sentía, marque nuevamente su número pero volvía a sonar apagado.

SobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora