23. Cárcel de mentiras:

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Eran pasadas las doce de la noche, Christopher parecía medio ebrio pero no había pasado nada más que miradas coquetas, sonrisas y risas, pero nada más, empezaba a decepcionarme, hasta que vi como revisa algo de su bolso, un sobre con un contenido blanco, mientras a Chris lo entretenía observando algo en su celular, con ayuda de su otra mano, pasando su brazo por detrás, vacía su contenido en el vaso del contrario, ganas de pararme me amenazaron pero no podía, debía de apegarme a lo pactado. 

Solo bastan minutos para que ella tome el vaso de él, para hacerle un juego de "mezclar las bebidas y adivinar cuál era suya" claro, ella tenía en claro cuál contenía la droga, y la mala elección por parte de Chris lo hace tomar de lleno todo el vaso, con un simple juego lo había logrado tenerlo en su poder, ahora se levantaban para salir del bar y pedir un taxi, el cual se aparcó en frente, hizo que Chris entre, dado a que él no podía ni dar una respuesta coherente, ella subió después.

Fui tras ellos, tomando otro taxi, los seguí hasta un hotel algo alejado del local, bajaron, la chica pidió una habitación, subieron en el ascensor, luego de bajar del auto, pedí una habitación yo igual, rogué a la administradora que fuera a lado de los que habían subido con anterioridad, aceptó luego de mostrarle el doble del precio por la habitación, cuando entré, pegue mi oído lo que más podía para escuchar lo que pasaba, al no tener lo que quería, prendí mi celular, tenía instalado una aplicación para escuchar lo que pasaba a su alrededor mientras esté con el celular.

— Ahora sí viene lo difícil, vamos a desvestirte — tararea — zapatos, humm, estos se ven costosos, desde que vi esta chaqueta supe que sería una gran inversión, camisa, uy esta marca la he visto en revistas, cinturón, pantalón — alarga la ultima sílaba — veamos que tan bien dotado estas lindo.

Vale, eso no quería escucharlo, pero soy una persona curiosa, lo siento Chris, si la tenés pequeña tengo de que burlarme en mi tarjeta navideña, después de que me dijeras que tenía las bubis disparejas, mi venganza ha llegado.

— Ulala, que vemos aquí, creo que me arrepiento haberte hecho esto, pudiste haber sido un buen polvo, te aproximo unos, humm, ¿17? no ¿19? ¿20? ay, redondeo, 18, fin, lástima cariño que hayas caído.

Chris, maldito bien dotado, ahora solo tengo la foto de ti sacándote un moco y un video bailando el ula ula en la fiesta de la empresa en calzoncillos, aggg, maldito, ni una podés haces bien.

— Ahora lo más importante ¿De verdad estabas soltero? o ¿Tienes una pequeña novia esperando por ti? humm...

Al parecer estaba tratando de desbloquear el celular, pero este era de una tecnología superior, pero no tanto para el ingenio de aquella chica que al parecer logra desbloquearlo.

— Carajo, decías la verdad, espera, eh, tenés a alguien ¿Y si la llamo? No, llamaré cuando estés dormido, así la que conteste será tu novia, ¡yuju! hoy ha salido bien, estoy con suerte.

¿Silencio? Porque hay un silencio ¿Qué estaba pasando? esto me esta poniendo intranquila, porqué no esta pasando nada ¿ya nos descubrió? no, no creó, estaba por salir a tocar la puerta de a lado, cuando escucho el mismo tono de llamada que en los baños.

— ¿Si? ¿Tú? déjame trabajar por favor, aún ando tomando las fotos ¿recogerme? ven en 15, estaré lista... sí, no pasó nada, cayó redondo, si si, no te preocupes adiós.

Ah, el silencio era porqué estaba creando la llamada evidencia con la cual amenaza con entregar a las parejas de sus víctimas.

Pasaron los 15 minutos exactos y salió del cuarto, bajo por el ascensor así que me apresuro a bajar por las escaleras, cuando llego abajo la veo subir a una moto, un hombre con casco la estaba esperando, se saca para entregarle el casco a la chica, el chico con algunos tatuajes en el cuello ¿sería su novio? Hades, muchas preguntas, regreso a la habitación en la que se encontraba Chris para tocarle la puerta, hasta que escucho pasos y se abre la puerta.

— Mierda, todo era cierto ¿Te hizo algo? — lo tomo por los hombros

— No, solo me duele la cabeza, joder, me duele horrible y todo me da vueltas.

— Sí, es por la droga, que te hizo tomar, pero tranquilo, pasa en unas horas, si deseas dormir, hazlo, alquilé la de a lado, estoy muy cansada para volver a casa hoy ¿Tú?

— Opino lo mismo, mi cabeza da muchas vueltas como para caminar — se soba los ojos

— Bueno — le sonrió — gracias — bajo mi mirada y me doy cuenta que estaba desnudo, Hades, la maldita no mentía ¿Qué clase de niño eres? — Chris, me haces el favor de vestirte por favor, no quiero verte así por la mañana, he quedado traumada.

— Yo- no me había dado cuenta, lo siento — se tapa con las manos — Hades, como te miraré ahora.

— Con los ojos boludo, solo que olvidemos esto, no quiero volver a recordar esto — pestañeo repetidamente — suficiente que digerir hoy, a dormir, hasta mañana pitudo.

— ¡KATHLYN! — grita

— Broma, a dormir muchacho — río para cerrar mi puerta

Vale, Hades me has dado la peor revelación de la vida, no la pedí, pero ahora podré responder a sus bromas sobre mis bubis disparejas, por una parte te agradezco, por otra, borra eso de mi mente, te lo ruego.

Había sido una noche muy loca, después de casi darle su besito de buenas noches, arroparlo como madre a su hijo a Chris, por solo eso me faltaba, un verdadero crío, un poco más y le terminaba dando su té en biberón, estaba dando vueltas en mi cama, no podía dejar de pensar qué Joss no había mentido, ahora todo estaba bien, solo nos tocaba conversar al respecto, hablar de nuestro futuro, solo eso, todo estaría bien, porque ya no tendríamos esta Cárcel de Mentiras en las que estábamos encerrados. 

Our history of twoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora