Capitulo 22
(Contenido sexual explícito, si eres sensible por favor salta el capitulo)
Una fuerte presión golpeaba mi pecho impidiendo el aire pasar, sacudi mi cabeza tratando de disipar la sensación y concentrarme en lo que tenía frente a mi, Abyssus.
Un lobo tras otro era arrojado lejos con facilidad, esquivando logre llegar hacía el y como esperaba esquivo mis ataques.
- ¿Cómo te fue? ¿Ya conociste a tu hermanito?
- No mucho, estaba muy concentrada en que no me moliera a golpes, pero logre escapar, no es muy listo qué digamos - Sentía como se me iba la voz al tener que golpear, esquivar y hablar a la vez.
- Qué bueno que yo no soy como el, bien dijeran, el diablo sabe más por viejo qué por diablo y ustedes a penas son unos niños - Un fuerte golpe en mi costado me manda a volar y caer con fuerza en el suelo, al momento de caer cierro los ojos y mi mente trae imágenes de un lugar distinto, manos acariciando mi cuerpo, sangre en mi pecho y un sentimiento de impotencia, me siento rápidamente tomando una fuerte bocanada de aire para ver a Abyssus con una sonrisa en su lugar, desconcertada y sin pensarlo mucho corro hacia el y sigo tratando de conectar alguno de mis golpes, no he usado magia ya qué esta la repele con facilidad y eso me enoja, el fuego empieza a calentar mis brazos, cuando trato de volverlo a golpear me esquiva y se coloca detrás mío dando una fuerte patada qué me manda al suelo, con la cara contra la tierra esas imagenes viene de nuevo a mi, pero ahora me veo a mi misma acariciando otra piel, a algúien encadenado, me levanto de un salto tratando de entender esas imágenes, una vez es accidente, dos veces casualidad y tres veces... No tengo tiempo de pensarlo más, el puño de Abyssus pasa a un lado de mi cara "Me toca" cargo mucha de mi energía en mi brazo y le doy un golpe directo en su mejilla qué lo manda al suelo, cuando toco su piel más imágenes corren por mi mente.
- Toma, divierte yo tengo mejores cosas que hacer, algúien tiene que detener a la niña haz lo que quieras - Arroja algo que cae como saco de papas al suelo y cuando bajo la mirada veo a Dayana con los restos de cadena qué arranco del sótano tirada en el suelo inconsciente.
- No te preocupes, te aseguro que me voy a divertir mucho - La voz me hace levantar la vista y ver el rostro de Abrahel con una sonrisa macabra mientras toma el pie de Dayana para después arrastrarla por el suelo.
- Le dije a la bruja qué nunca la iba a dejar ser feliz ¿Qué más da qué haga sufrir un poco a su amor? - Abyssus se va dejando una carcajada detrás y lo último que veo es la espalda de Abrahel y el sonido de las cadenas de Dayana.
Al fin lo entiendo y mi sangre esta en estado de ebullición, mis brazos rodeados de fuego tanto como mi mirada, cuando Abyssus voltea puedo ver su mirada temblar.
- ¡Eres un maldito!
°°°
Sus dedos golpeaban con fuerza dentro de mi y yo solo podía morder mis labios salados por mis lágrimas con fuerza, era como si me desgarrara cada vez que me embestia, su legua rodeaba mi clitoris y lo mordía ocasionando mucho dolor, trataba de cerrar mis piernas pero cada vez que lo intentaba ella encajaba sus garras en mis muslos.
- Sabes tan bien como lo imagine - Dio una última probada antes de subir hacia mi rostro - Quiero que te pruebes - Podía ver sangre en su barbilla por lo brusca qué había sido. Me besaba pero yo no le correspondía, tenía mis labios cerrados con fuerza - ¡Abre la boca! - Me dio una bofetada pero no abrí la boca - Esta bien, eso quisiste - Empezó a restregar su entrepierna contra mi con fuerza, bajo una mano a la cintura de su pantalón para bajarlo lo suficiente y dejar a la vista su ya erecto miembro, sin llegar a penetrarme aun se siguió restregando contra mi pero ahora sin ninguna barrera entre nosotros, yo trataba de alejarme pero eso parecía motivarla aun más, subió una de sus manos a mis pechos y apretó con fuerza mi pezon, como yo no me lo esperaba solté un grito qué le dio chance de meter su lengua en mi boca y hacer que me probara como había querido desde un principio, con cada movimiento qué yo hacia al tratar de salir de su agarre ella apretaba con las fuerza mi pecho haciando que suelte aun más lagrimas, se frotaba con más fuerza contra mi pudiendo sentir su dureza, se alejo un poco para poder reacomodarse y tener contacto con mi clitoris haciando qué involuntariamente levantara mi pervis contra ella, tenía los ojos cerrados, no quería ver los ojos de Morgana en ella, no quería ensuciar su imagen con este momento tan horrible.
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El bosque sabe tu nombre.
WerewolfEn el momento que la salve supe que la luna la eligió para mi.