Parte 17: Banshee

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Encogió las piernas para perder el contacto con los huesos, la joven se había puesto de pie, completamente derecha, abrió la boca y soltó un grito tan fuerte que casi le reventó los tímpanos a Draco, así que se cubrió las orejas con las manos, intentando amortiguar el sonido pero fue imposible.

Lo primero que se le vino a la mente al escuchar aquel chillido insoportable fue que se trataba de una banshee, en la vida real no creía en ese tipo de cosas, pero en un sueño todo era posible ¿no era así? Bueno, estaba soñando con una pila de huesos en medio de un bosque, un trío de pelirrojas que desconocía y un ser espectral que mantenía cautiva a una de ellas, o quizás a las tres, no estaba del todo seguro.

El sonido se desvaneció, así que levantó la vista solo para cerciorarse de que la chica se había marchado, y así había sido, se levantó lentamente para cerciorarse de que estuviera solo, lo que menos quería era a la pequeña niña cerca de él, pero tampoco escuchaba la risa.

Buscó de nuevo el camino hasta aquella reja donde había dejado a la pelirroja, vagó entre un montón de raíces enormes buscando que su subconsciente encontrara la forma de llevarlo a un lugar que reconociera.

Se detuvo frente a un enorme roble, parecía demasiado antiguo y no le traía nada de tranquilidad, el silbido del aire era demasiado espeluznante, como si la joven estuviera gritando de nuevo.

Se quedó hipnotizado por aquella inmensidad, sin importarle el grito a lo lejos, por un instante lo ignoró hasta que se puso en alerta de nuevo, empezó a correr en dirección de aquella banshee, el grito era tan desesperado y diferente a los anteriores, y solo quedaba alguien a quien no había escuchado gritar.

Se detuvo después de correr sin sentido, estaba perdido, completamente perdido ¿esa había sido siempre la intención de aquellas pelirrojas? ¿Perderlo en aquel inmenso bosque?

Se agitó completamente, el terror lo invadió y a pesar de que sabía perfectamente que aquello era un sueño, no podía estar tranquilo, quería despertar en ese momento pero nada de lo que intentó funcionó, así que no le quedó de otra más que dedicarse a correr en todas direcciones en busca de una salida, de una manera de despertar.

Los minutos se alargaban o eso pensaba él y su desesperación incrementaba, todo aquello empezaba a darle vueltas en la cabeza, literalmente se sentía dentro de un sueño, se llevó las manos a la cabeza, buscando si todavía estaba ahí, el sudor se sentía tan real como el miedo y la falta de oxígeno ¿estaría muriendo en la vida real sin darse cuenta de ello? Esa idea lo aterró todavía más y en ese momento se dio cuenta, él había estado gritando como si fuese una banshee, todo el tiempo.

Under The Oak TreeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora