🌔 1 0

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—¡Está vivo! ¡Muajajajaja! —Exclamó Mikey y Draken le soltó un sape

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—¡Está vivo! ¡Muajajajaja! —Exclamó Mikey y Draken le soltó un sape.

—Callate ya. —Bufó. —Kazutora salvó a Baji de uno de los seguidores de Hanma.

—Ah, menos mal. —Dije agradecida.

—Lo sé, soy genial. —Dijo Kazutora echando su cabello hacia atrás. —Pero hagan paro y escondanme, me cacharon haciendo pipí en vía pública.

Kazutora rápidamente entró en la casa.

—Orale Chae, quien fuera mesero... Pa' acomodar mesas. —Dijo Kazutora mirándome de arriba a abajo.

Pero Mikey le soltó una cachetada.

—Saquese viejo degenerado. —Gruñó.

Parecía chihuahua enojado, me agrada.

—¿Y tú por qué estás vestida así? —Preguntó Draken mirándome señudo.

—Los Haitani me invitaron a un club por dónde viven. —Murmuré colocandome los aretes.

—¿Y que pasó con Kokonoi?

—Es un patán, trata mal a las personas que son de un nivel bajo económico. —Viré los ojos. —Bueno, ya me voy, los Haitani van a llegar en...

Y entonces se escuchó un claxon.

—Ya llegaron. —Murmuré tomando mi mochilita para después salir de la casa.

No lo iba a negar, estaba usando los tacones que Kokonoi me regaló.

Ambos Haitanis salieron del auto y al verme silvaron haciéndome sonrojar. 

—A ver una vueltita. —Pidió Ran haciendo un ademán con su mano.

—¡Qué vueltita ni que ocho cuartos! —Exclamó Mikey. —La quiero aquí antes de las diez, no puede beber alcohol porque está chiquita y toma medicamentos. —Se giró hacia Ran y le tendió un frasco de medicamentos. —Ten, su medicamento es a las siete y cuarto. Si se siente mal la sacan de su reventón y la traen aquí.

—¿A qué hora la medicina? —Preguntó Rindo mientras sacaba su celular.

—Siete y cuarto. —Dijo Mikey levantándose en puntitas para ver. —Me agrada este tipo, dile que sí Chaeri.

Ran carraspeó agachandose un poco.

—Diles que sí. —Murmuró Mikey.

—Mikey, ya métete pinche salero. —Gruñó Draken metiendo al rubio, jalandole la oreja.

—¡Kenchin!

Rindo me abrió la puerta del auto en la parte trasera y entonces los dos entraron por el copiloto y el piloto, siendo Ran quién manejaba.

Después de un rato llegamos a Roppongi, en un club nocturno.

Salimos del auto y pronto entramos al lugar.

Rindo me tomó de la mano, mientras que Ran lo hizo por la cintura.

Justo estaba sonando Heart Made Up On You de R5, así que los chicos comenzaron a cantarla junto con el público. Pero más que para el público, era un poco más para mí.

Ellos comenzaron a bailar así que yo también me moví al ritmo de la canción, cantando sólo el coro que era lo único que se repetía y lo que podía cantar.

Al final de la canción los chicos tomaron mis manos y me guiaron hasta la barra, pidiendo bebidas preparadas para ellos y para mí un refresco de manzana.

Para resumir un poco, bailamos juntos, cantamos a todo pulmón como si fuera un concierto, bebimos (obvio yo refresco), reímos, a las 7:14 me dieron mi medicamento, seguimos en nuestro desmadre, incluso nos pusimos a bailar con un grupo de chicos y chicas.

Lo que me gustó fue que aunque las chicas les coqueteaban, ellos me ponían primero. Si les pedían que las acompañarán al baño, ellos negaban y se giraban hacia mi para cantarme un pedazo de la canción que estuviera puesta.

Después nos apartamos por lo mismo que las chicas comenzaban a molestarse por mi.

Al final nos salimos a la terraza y nos quedamos mirando el cielo.

—La verdad, me agradó estar con ustedes hoy. —Murmuré con una sonrisa. —Nunca me había divertido tanto como hoy.

Ellos sonrieron y se acercaron a cada lado de mi dejando un beso en mi mejilla.

—Siempre puedes estar con nosotros y divertirte. —Habló Rindo.

Pero entonces se me fue la respiración.

Literal se me fue. Dejé de respirar por un momento, asustando a los chicos ya que caí al suelo.

—¿Qué pasa? ¿Chaeri? —Exclamó Rindo.

Ran llamó a Mikey, y él llegó justo cuando estábamos saliendo del club. Ya estaba mejor, pero aún me sentía débil.

—Estás empeorando. —Dijo Mikey.

—¿Necesitan algo? ¿Quieres llevarla al hospital?

—En el hospital nadie sabe que tiene. —Dijo Draken. —Gracias chicos, pero se va con nosotros.

Para cuando llegamos a la casa, todos los que sabían de mi viaje al pasado estaban afuera de la casa.

Entramos todos a mi habitación, pidiéndole a Emma que saliera un momento.

—Se está saliendo de control. —Dijo Mitsuya.

—¿Morir lentamente? Tienes que estar bromeando. —Exclamó Baji.

—Tiene sentido. —Dijo Draken apretando el tabique de su nariz. —Ella nos dijo lo que sucedería, se evitaron varios sucesos, la muerte de Shinichiro, mi muerte aunque en teoría esa debió haberla salvado Takemichi, ella lo cambio, al igual que cambió la muerte de Baji. También está cambiando la línea del tiempo de los Haitani, entró en su vida lo que quiere decir más cambios. Esos cambios están alterando su propia línea del tiempo, lo que quiere decir que si sigue alterandola su existencia desaparecerá.

Los chicos me miraron preocupados. Mikey sostenía una especie de inhalador en mi nariz, mientras yo trataba de relajarme.

—Ella no puede morir. —Dijo Mikey. —Dejemos que Takemichi haga lo que tenga que hacer, en lo que eso sucede nos encargaremos de que Chaeri se recupere a como dé lugar. Pero eso sí, no queremos muertes, así que eso es lo único que nosotros mismos evitaremos.

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Save Your Tears [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora