Sweet Venom || TK

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Ven, seré tu pañuelo de lagrimas si así lo deseas.

Otro día había llegado y lo curioso es ¿porque ese día no era como los de siempre? con un sol radiante, un perfecto cielo azulado y un clima cálido, pues hoy era un día totalmente opuesto a los de siempre las nubes nubladas un cielo gris y un clima un tanto frio ¿Qué pasa con este nuevo día? ¿Por qué un inicio así? Quizá un mal momento se avecina para la familia más poderosa en la mafia, la familia Kim.

Y sí una fatal noticia venia para Kim Taehyung, sus rivales los italianos que ya han matado a gran parte de la familia como son: hermanos, primos y sobrinos, pero ahora la amenaza es más fuerte aun, eliminaran a la única fémina o bueno la que queda del clan Kim.

—Joven Kim, joven Kim. — Sonoros gritos aclamando a Taehyung se escuchaban en la puerta de su habitación y al mismo tiempo de que este salga salió su hermano Jungkook, bueno hermanastro, pero él piensa que suena mal.

—¿Qué pasa? — Cuestionó Taehyung esperando una respuesta al igual que Jungkook.

—Su padre a pedido su presencia ahora. — Dijo sin agregar más, Taehyung solamente hizo caso y se dirigió a paso apresurado en llegar al despacho de su padre cuando estuvo ahí toco fría puerta de madera y de inmediato hubo respuesta.

— Adelante.

— ¿Cuál es la urgencia papá? — Pregunto un tanto asustado, el ya ser parte de este mundo de "policías y ladrones" estaban más expuestos que nunca, Taehyung miraba con duda a su padre. —¿Qué pasa? — ­Volvió a preguntar con un tono más fuerte.

— Encontraron el cuerpo de... tu madre cerca de la casa. — El hombre no aguanto más y dejo salir sus lágrimas mientras su hijo trataba de asimilar las cosas acaso ¿escucho bien? ¿dijeron que su madre había muerto? Cuando asimilo bien las cosas entro en razón y lo único que el castaño tenía era rabia, dolor, enejo, resentimiento. Quería matar en ese mismo momento al que le hizo eso a su madre, ahora entendía porque era un día nublado.

—Excelente, primero Seong, segundo Myeong, Haneul y ahora mi mamá. — Reclamo a su padre.

—¿Quién falta? ¡Eh! Jungkook y yo acaso. — Gritó Taehyung devastado.

— Acaso ahí te sentirás mucho mejor solamente viendo a tus dos últimos hijos tres metros bajo tierra. — Gritó con todo el enojo que sentía.

Siendo el último hermano de todos los Kim necesitaría muchísima más protección y más aún para su hermanastro, ahora que nace un sentimiento mucho más grande que la hermandad no le gustaría que algo le pase. Salió del despacho de su padre para dirigirse hacia la habitación. Necesitaba un descanso, necesitaba llorar, desahogarse necesitaba a Jungkook.

Así que salió del despacho de su padre sin decir nada, ahora recorría los fríos pasillos sin color alguno de la grande mansión solamente en busca de su hermano, sí, ese chico sumiso, callado, tímido, con cabellos rubios y un tanto coqueto que un día llego a la familia ya que solo le quedaba su padre.

Al llegar a su destino toco la fría madera de la puerta esperando alguna respuesta parándose firme frente a la puerta y cuando dispuso a tocar de nuevo la puerta ya estaba abierta, viéndose frente a frente, en segundos el mayor abrazo fuertemente al menor dejando caer una por una sus lágrimas mientras el menor reaccionaba y descubría el ¿por qué? de su llanto. El menor cerró la puerta de su habitación y dirigió al mayor a un lindo mueble oscuro de terciopelo para poder aclarar las cosas.