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Espero que no se hayan ido a mimir porque ¡LLEGO EL MOMENTO DE LAS ACTUALIZACIONES DE MADRUGADA! Es broma, pero como mañana quiero el día libre, tenía que actualizar a estas horas.

Lo bueno es que la noche es joven, así que, mi gente, disfruten del capítulo 🥰

¡Denle mucho amor!

Si este cap llega a los 5k de comentarios y 5k de votos, les doy un final feliz. 

Es broma, pero si quieren no es broma 😏

Sí es broma, ya tengo planificado el final y no lo cambiaré por nada 😝

En fin, nos vemos en el próximo capítulo.


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LÁZARO 

Parte 2


RAZIEL

«Carajo».

Es lo que llevo repitiéndome una y otra vez, aquí, de pie en medio de la enorme casa de los bastardos Crusoe. Nunca llegué a pensar que este momento llegaría, que me mantendría alejado de ellos para protegerme como no pude hacer con Agnes. Pero aquí estoy, jugándome el culo.

No importa; lo hago por ella.

Tiene razón, se lo debo.

—Eh, novato, presta atención.

El jefe de seguridad cree que soy un nuevo recluta y que hoy es mi primer día. Cuando llegué me dio algunas instrucciones necesarias que me servirían a largo tiempo, pero aunque trabajar cuidándole la espalda a millonarios no es una idea descabellada por la buena pasta que se gana, saber lo que hago por personas tan abominables como esta secta lo vuelve un trabajo despreciable.

—No creas que por ser una boda debes andar por ahí distraído, novato —sigue a modo de regaño o consejo paternal.

Esto me recuerda a mi primer día como poli. Era una tradición para los superiores remarcar la posición de sus nuevas presas, como si pudiéramos olvidar cómo es el primer día en las calles vistiendo uniforme.

—Lo siento, señor.

Mi sumisión y el respeto con el que he entonado la palabra «señor» le hace bajar la guardia. No parece un tipo malo, la verdad, solo busca hacer su trabajo.

—¿Funciona bien tu auricular?

—Sí, señor.

—Bien.

Se pasea mirando a los alrededores, atento a los peligros que podrían acechar a esta gente desalmada que es el verdadero peligro. Los invitados ni siquiera nos prestan atención al pasar, somos estatuas a las que no les importa en absoluto.

—Debemos pasar lo más desapercibidos posible —dice—. Interferir lo menos posible en esta clase de eventos. Somos como Dios; presentes, observando todo.

Vaya comparación de mierda. Yo no me siento como Dios, me siento como un demonio condenado a las abrasadoras llamas del infierno, queriendo quemarlo todo.

Nos colocamos en la terraza guardando distancia del sendero por donde todos los invitados transitan. Desde este sector, puedo ver la zona donde se llevará a cabo la ceremonia, por lo que no se me hará difícil divisar a Audrey.

INTENCIONES OCULTAS  EAM#2 | PRONTO EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora