❄ ZOÉNETTE December ❄

✧༺ First Impression ༻✧

"Ha llegado diciembre, el invierno abunda por las calles de París, han pasado apróximadamente cinco meses desde que conocí a Zoé y supe lo increíble que iba a ser mi amistad con ella"

La rubia estaba jugando con unos niños en la nieve, aunque eran pocas las veces que sucedía este fenómeno disfrutaban mucho de ese hielo blanco.

Marinette estaba en una banca mirandola divertirse con niños más pequeños que ella, aunque no lo pareciera esa chica es demasiado amable.

Es decir, quién no la conozca realmente y sólo se deja llevar por el típico esteriotipo que es hermana de Chloé e hija de Audrey Bourgeois pensaría que es un total mounstro como su familia.

Pero la realidad es que NO.

Zoé era totalmente diferente a ellas, un polo opuesto a esas mujeres, con la cuál cualquier persona congeniaria y tendría deceos de hacerse amiga.

Una bola de nieve calló en el gorro de la chica haciendo que pequeños trozos de hielo cayeran en su suéter.

-Lo siento Marinette- se cubrió la boca- Este chiquitín se movió de su sitio.

Movió el hombro de un niño de aproximadamente cinco años de edad, quién reía de manera nerviosa y culpable.

-Vamos Zoé, sabes que tengo lastimado el pie- el ceño fruncido aparecía en su rostro.

La rubia mordió su labio con preocupación, realmente le había tirado a su amiga una bola sabiendo que minutos atrás esta se había torcido el tobillo.
No lo hizo de manera intencional pero de todas formas se sentía culpable.

Una bola de nieve calló en su brazo, pronto levantó la vista y vió como su amiga tenía varias bolitas a su lado.

-El pie lo tengo dañado, pero no mis manos- lanzó una más sobre la Lee.

-¿Con qué quieres guerra? ¡Guerra tendrás!

Y así comenzaron a tirarse entre ellos y los niños que rodeaban el parque.

Al final, ya era tarde y tuvieron que despedirse de ellos.

-¿Qué haremos conmigo?- la azabache levantó la vista preguntándose si alguno de sus amigos hombres se aparecería por ahí.

-Puedo cargarte- ánimo ella acercándose- No soy tan frágil como piensas.

-¿Enserio, pero y si nos caemos?

-Tú eres la torpe, no yo- bromeó.

Zoé se inclinó dando paso para que Marinette puediera sujetarse a su espalda.
Puso un brazo, luego el otro alrededor de su cuello.
La de mecha la sostuvo alzandola por las piernas, y así se fueron caminando hasta la calle en donde encontrarían un taxi.

-¿Seguro que no estoy pesada?

-No Marinette, tranquila. De hecho eres más pesada de lo que pareces- sonrió esperando su respuesta.

-¡¿Cómo?!

-Jaja era broma, eres como una pluma. Menos pesada de lo que pareces. Así que estate tranquila, no me lastimas y creo ser capaz de llevarte así sin cansarme.

-¿Tan ligera estoy?- abrió los ojos totalmente sorprendida. Eso le alegraba así cuando Adrien la cargara no tendría queja de ello.- Adrien... -salió de sus labios en un susurro, causando cosquillas en los oídos de su amiga.

-Es cierto que soy rubia, pero no Adrien- bromeó.

Tras ver que a ningún taxi se le daba la gana de pasar por ahí, Zoé comenzó a caminar dirigiendose a casa de su amiga.

-¡Oye, espera! ¿A dónde vamos?

-A tu casa- medio voltea- O prefieres que vayamos a mi hotel.

-Pero ambos lados, están un poco lejos ¿no crees?

-A decir verdad, es más cerca tu casa. Los taxis no pasan y no creo que esperar aquí sea una opción.

-Tienes razón, vamonos.

Ya decidida la de chaqueta comenzó a caminar, su amiga era algo pesada pero sabía que Marinette hubiera hecho lo mismo si se trataba de ella.

-Hemos pasado mucho tiempo juntas últimamente ¿no crees?

-Sí, desde que Alya comenzó a llevarse con Lila creo que tú fuiste la única que no me abandonó.

-Claro que no- se detuvo- Mylene y Alix también estuvieron contigo.

-Sí, pero no es lo mismo... Hasta Juleka y Rose se alejaron cuando descubrieron que Luka y tú no pudieron salir gracias a que ese día se me alteraron los celos.

-Ahh ese día... Ya hasta se me había olvidado.- encoge sus hombros- Para serte sincera Luka no me gustaba... No entiendo como llegaron a esa conclusión.

-Bueno, Luka sentía cosas por tí.

-Igual no creo que hubiera resultado. Somos tan iguales que no creo que hubieramos sido compatibles.- sigue caminando.

-¿Qué no eso es lo que se supone que debe haber en una relación... Compatibilidad?

-No siempre, es más atractivo cuando son polos opuestos. Tengo idea de unas personitas- alza su brazo moviendo sus pies.

-Nosotras somos muy iguales- Zoé se sonrojó un poco, pero Marinette siguió la conversación como si no le hubiera dado importancia a lo que dice.- Creo ahora entender por qué Adrien y Kagamí no quedaron juntos... Ellos eran tan iguales.

-¿Y qué me dices de tú y Luka?

-Bueno eso fue por otra cosa-

Llegaron a la panadería y entraron por la puerta principal.

-Hola señores Dupain- saludó la rubia.

-Hola Zo... -no pudieron terminar por que vieron a su hija sobre la espalda de esa chica.- ¿Qué pasa con Marinette?

-Me torci el tobillo.

-Pobrecita mi hija- la cargó- Vamos te llevaré al sofá

-Papá no es necesario...

-Zoé, acompaña a Tom y a Marinette; terminaré de cerrar la panadería y enseguida les alcanzó.

-¿No quiere que le ayude?

-No, no te preocupes- le tocó el hombro- Tú siguelos.

-Por supuesto.

Cuando llegó, vió a Marinette sentada en el sofá.

-Hemos visto lo constante que visitas y ayudas a nuestra hija. Desde que se peleó con sus otras amigas tu fuiste la única que no la dejó. Estamos muy agradecidos.

-Ahh- se tocó el pecho- gracias a ustedes por sus palabras.

-Ayudaré a mi esposa, ustedes quedense aquí.

El hombre se fue.

-¿Esta todo bien?- Se incó enfrente a ella.

Sus ojos se miraban y decían cosas que no sabían que existía.

Sus corazones latieron por unos segundos tomando por sorpresa a ambas chicas.

-¿Quieren chocolate caliente?- Una voz entrando a la sala las asustó haciendo que la de mecha se alejará rápidamente.

-Y-yo... Creo que mejor me voy. André estará preocupado- caminó a la puerta- De todas formas gracias por la invitación.

Y salió corriendo como si huyera de algo.

La azabache aún seguía en shock con el corazón acelerado, procesando esta pequeña primera impresión.