Parte 1

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"Finalmente lo encontré. He estado buscando lo por todas partes", dijo el anciano.  "¿Por qué es tan importante para ti esta foto vieja y arrugada? Tienes toneladas de fotografías de cuando eras patinador", cuestionó su sobrino.  "Escucha esto chico, cuando tienes esta edad la cabeza te juega malas pasadas, los recuerdos se desvanecen y lo único que te queda son imágenes borrosas y fotos viejas para recordar", respondió el hombre con tono triste.

"¿Quién es la otra persona en la fotografía? Ustedes dos parecen muy cercanos", preguntó el pequeño sin darse cuenta de lo sensible  de su pregunta.

    De repente, las lágrimas empezaron a caer de esos ojos viejos y arrugados.  Cuando era joven, el patinaje sobre hielo lo era todo para él.  Deslizarse sobre el hielo le permitió respirar.  No podía imaginarse a sí mismo haciendo ninguna otra cosa.

Solía tener  una cuarto especialmente para sus numerosos trofeos  y medallas.  El joven era realmente talentoso, por eso era el capitán de su equipo, un puesto muy merecido.  Esa pista de hielo era amplia y fría pero aún más cálida que cualquier otra persona en su vida, o al menos eso creía el  hasta ese momento.

Park Sung hoon siempre habia sido un buen chico, obediente y diligente. Es lo menos que podía hacer por su mamá, a pesar de tener un empleo que le ocupaba la mayor parte de su tiempo, se desvivía por él y su amor por el patinaje.

Ella misma confeccionaba todo sus trajes y gastaba el dinero que fuera necesario en su equipamiento, por lo cual, él siempre estaba muy agradecido. Lo demostraba ganando siempre o casi siempre los primeros lugares en las competencias. No se podía imaginar a él mismo haciendo otra cosa que no sea el patinaje.

Sung hoon se encontraba muy concentrado tratando de hacer un giro triple cuando escuchó el sonido del silbato de su entrenador, haciendo que su concentración se disperse.

—Creo que eso fue suficiente por hoy ya puedes ir a casa— le dijo el entrenador con voz firme.

—¿Ya? —le respondió el chico agitado con sudor corriendo por su frente.

—Lo siento, sabes lo que creo acerca de sobre exigirse. Por ahora ve a casa y descansa, se acercan los torneos y necesito que estés en buenas condiciones— este solo asintió y se alistó para irse.
Temprano en la mañana desayuno algo ligero y preparó su equipamiento para ir a la pista.

Como todos los días, excepto los fines de semana, su mamá lo dejaba en la pista que estaba de camino a su trabajo. Este mismo era de secretaria en una oficina, no ganaba mucho, pero la ayudaba a pagar las deudas y con lo que le sobraba la mitad la dividía en alimentos y con la otra mitad el equipamiento que su hijo llegara a necesitar.

También recibía un monto de dinero de su ex-esposo, a pesar de ser lo mínimo, quería evitar cualquier contacto con él y exigirle la cuota correspondiente lo implicaba.

Mientras conducía, su mamá le contaba las novedades que se enteraba de la asociación de padres del equipo de patinaje al cual su hijo pertenecía.

—¿Sabías ? Los entrenadores van a incluir a un nuevo chico en el equipo para participar en los próximos torneos— le dijo su mamá.

—Creo que es una pérdida de tiempo, el equipo ya es lo suficientemente bueno— le respondió muy seguro.

—Sabes lo pretenciosos que los entrenadores pueden ser, siempre rebuscándose para destacar de alguna manera u otra. Estoy muy segura que creen que el jurado se aburrió de ver siempre las mismas caras —expresó su mamá.

—De cualquier manera espero que esto no afecte el desempeño del grupo— respondió finalmente antes de despedirse. Su mamá lo dejó en la pista de patinaje y se dirigió a su trabajo. Sung hoon ,por primera vez, se sentía ansioso por el entrenamiento de ese día.

El entrenador los llamó y les pidió que formaran una ronda.

—¡Buenos días a todos ! Solo quería anunciarles que a partir de hoy se va a integrar un nuevo patinador al equipo. Su nombre es Shim Jake, es el hijo de un amigo además de un muy buen patinador. Por supuesto, va a estar participando de los próximos torneos. Espero que lo integren y puedan llevarse bien— todos asintieron y procedieron a hacer los calentamientos matutinos.

Jake se sentía de alguna manera incómodo. No era sencillo para él integrarse a un nuevo equipo, más a uno donde todos ya se conocían y eran amigos.
Era flojo para dar el primer paso e iniciar una conversación con desconocidos y a juzgar por las miradas él no era muy bienvenido. Siempre fue una persona sencilla y dedicada especialmente con el patinaje. En su antiguo equipo no tenía muchos amigos y no tenía problema con ello.

No entendía por qué las personas malgastaban su tiempo y energía en relaciones amorosas o afectivas. Esta era una duda que llevaba consigo mismo desde que era chico. Se iba a enfocar en los entrenamientos y en los estudios que ,en ese momento de su vida, eran su prioridad.

Absorto en sus pensamientos, no había notado que desde que ingresó a la pista alguien lo había estado observando de una manera particular. Pero no era cualquier mirada, era una mirada fija e inexpresiva pero también un poco familiar. Se preguntaba si de casualidad lo reconocería de algún torneo o competencia.

El solía asistir a varias para no decir ¡Todas!
Le gustaba sentir la adrenalina de competir sin importar si ganara o perdiera.

—Si ! Debe ser eso pensó, no veía algún otro motivo para que se fijara en él de una manera tan extraña.

Sobre Hielo | Jakehoon - Short StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora