-¡Takemicchi no puedes hacer esto!- menciona alterado, no permite que me vaya, agarra mi brazo con fuerza y me obliga a mirarlo a los ojos-¿es esta la razón por la que actúas raro desde hace tiempo?
-Lo siento Chifuyu- sonrió- estoy algo cansado. y lo he pensado... Tal vez la solución para un futuro perfecto es sacarme a mí mismo de la ecuación. Piensa esto bien, si abandono Toman y la primera división, tal vez nadie más se verá involucrado en un futuro trágico.
-¿estas escuchando lo que dices? ¡Es ridículo, todo va a seguir absolutamente igual! ¡Naoto seguirá muerto y tú no podrás volver! no ha cambiado absolutamente nada, ni siquiera sabes donde o quienes son las personas que te asesinaron en el futuro, no puedes irte, no puedes dejarnos- susurra esa ultima frase con tristeza, y mi pecho se encoge al tener que despedirlo de esta forma, Chifuyu ha sido de gran ayuda, no solo eso, su apoyo incondicional me anima siempre a seguir adelante. Pero ahora no puedo contar con él... debo ayudar a todos por mi cuenta esta vez.
-¡No es así!- exclamó dejando caer las lágrimas que retengo con esfuerzo, tratando de sonar lo mas decidido que pueda- esto hará que todo cambie, las cosas pueden resolverse de esta manera.
Suelto su mano de mi brazo con cuidado, el hecho de que me mire sorprendido en estos instantes me ayuda a hacer distancia entre nosotros con rapidez. Así, mientras me alejo con el pensamiento de dejarlo todo atrás, me detengo por un instante para despedirme y hacerle entender que lo aprecio y nada malo pasara.
-Veámonos dentro de doce años Chifuyu- sonrió, y empiezo a caminar de nuevo ante la mirada atenta del rubio.
Lo sabía muy bien... el hecho de solo salir de Toman no era un factor que hiciera muchos cambios, es por eso que, al menos hasta que el conflicto de Kanto llegará a su fin, me quedaría a esperar que las cosas salieran bien.
******
Estaba volviendo a la base de Tenjiku, el único lugar al que puedo ir, después de todo, mi deber es estar con ellos ahora, en concreto con uno de ellos.
-Izana- saludó con timidez al encontrarlo reunido con el resto de reyes celestiales, quienes me observan con la misma seriedad de siempre.
¿se preguntaran ellos como puede alguien tan patético estar aquí?, no los culparía, yo pienso lo mismo en muchas ocasiones...
-Oh, ¡Mi micchi llegó!- exclama con alegría el moreno. Se acerca a mí con rapidez y me abraza por la cintura, por supuesto, no pierde su tiempo en robar un ligero beso de mis labios, y yo... bueno, no tardó en sonrojarme por ello- Muy bien, lárguense todos ahora, no quiero ver a ninguno de ustedes por un largo rato- menciona con seriedad hacia sus subordinados.
Y si, todos obedecen de inmediato, la habitación no demora en desocuparse para dejarnos a ambos a solas como él lo demandó. Izana solo agarra mi mano con suavidad y me dirige hacia el sofá más cercano, me recuesta en él, y se deja caer en mi pecho y abrazarme como si fuera un muñeco de felpa de esos que las chicas adoran.
-¿Dejaste Toman como lo pedí?
-Si, justamente hace unas horas...
-Eres tan obediente- sonríe-es todo lo que necesito.
-¿E-enserio?
-Claro que si. Si eres mío significa que lo tengo todo.
Izana es peculiar, desde el momento en que cerramos nuestro trato no se fija en muchas cosas además de mi, me hace sentir querido e importante, tanto que he llegado a acostumbrarme de a poco y ya no me incomoda. Tanto que todo el dolor por el rechazo de mikey se ha esfumado casi por completo, y claro conservando mi prioridad, aun con la promesa de que todo esto, a pesar de gustarme, ha sido ideado en esencia para proteger su felicidad.
ESTÁS LEYENDO
Stealing my boy
Fiksi PenggemarSe muy bien que el amor duele, se que este nunca es facil y puede torturar de mil formas diferentes. Lo sé a la perfección porque así es como Mikey me hace sentir, duele con cada centímetro de mi alma el no poder ser correspondido en la forma que me...