La Mariposa Cósmica

Capitulo 99: La Gracia de Izanagi

Justo después de nuestro regreso el propio dios supremo nos había citado después de una mención por parte de Shira, así pues a pesar de estar herida fui acompañada junto a mi líder y mis dos hermanas mayores Kanae y Shinobu al lugar de reuniones, cuya sala era demasiado espaciosa con una gran decoración de oro. Todos los dioses principales sintoístas se encontraban sentados en un trono específico, y como miembro del consejo creo que quiere saber la situación de lo ocurrido, sólo espero que no piense nada malo y vuelva a querer castigarme.

--Bien Kaede, según tu informe de la misión la habéis completado, pero ha habido alguna dificultad y he notado ciertas anomalías en mis creaciones. ¿De qué se trata?--Indagaba curioso el dios supremo alzando una ceja bastante molesto por lo ocurrido. Seguramente aún no sabe nada, las demás deidades no le habrían dicho nada y querrá mi versión en primer lugar, después de todo yo he sido la que he participado en la misión y son mis asuntos, debo ser la encargada de dar al detalle todo lo ocurrido con Zenko, mi otra yo e….Izanami.

--Es un asunto de lo más serio señor Izanagi, y es algo que puede llegar a ser un problema para todos los dioses. Izanami en realidad no es buena, su alma es más pútrida de lo que nosotros creíamos, al final yo fui la que me equivoqué y traté de purificar su alma, pero es más malvada que el propio Muzan, desea toda creación borrada y debido a ello ha formado una organización, cuyos seres muestran capacidades al nivel de mi madre o mucho más, y temo decir que han cumplido una parte de su plan: matar a los humanos para usar su energía vital y utilizarlos para ellos mismos. Por otro lado lo siento si he destruido todo el sistema solar, me arrepiento de lo que hice y no tenía otra opción, una Yami Kaede ha aparecido y uniendo fuerzas con Zenko nos vimos en un apuro, ahora mismo no sé qué pueda suceder.--Expliqué haciendo una reverencia enfrente de todas las deidades esperando un castigo, pero para mi sorpresa el rey de los dioses se levantó para poner una mano en mi cabeza y así curar todas las heridas que se habían acumulado hasta al final después de unos segundos sentirme recuperada y sin ningún problema secundario.

--Estoy molesto, pero no contigo. Has hecho lo que podías, enfrentaste a tus enemigos con todo tu poder, y como una cazadora divina y mi nieta estoy orgulloso, al menos ya no estás del lado equivocado. Sin embargo…¿estás segura de que utilizaste todo lo que sabías?--Preguntó mi abuelo con un tono más frío que antes, pero al contrario puse una expresión confusa y dudosa ya que no comprendía lo que él me quería decir, sin lugar a dudas me quería cuestionar si usaba todo mi poder en la batalla. Obviamente me había esforzado y usado mi nivel completamente, pero entonces noté como mi madre se levantó e intentar dar una respuesta a ello, lo que me puso nerviosa y un poco más tímida por lo ocurrido. 

--Para que entiendas Kaede, durante el desarrollo de la batalla estuviste bien y usabas todo lo que sabías, pero no aprovechaste tu inteligencia y te basaste más en algunos puntos que dominaste. Lamentablemente tu cambio fue a peor, porque al encontrarte feliz y tranquila descuidaste tus destrezas y algunas capacidades que tú misma reforzaste con dureza, asimismo con tu bondad porque antes masacrabas a tus enemigos, y luego no eras piadosa, pero ahora te confías más y les das ciertas oportunidades para cambiar su parecer, lo que crea oportunidades para tus puntos débiles. ¿Entiendes a lo que me refiero? La falta de tensión y la relajación te han hecho más débil.--Me indicaba mi madre al punto que bajé la cabeza en una expresión culpable, en cierto modo era verdad y yo me había relajado en lo absoluto. Pensar que podíamos vivir tranquilos sin enemigos me hacía vivir en un paraíso eterno, a pesar de que todo fue a mal y por ello mi debilidad volvía a crecer más, aunque ser capaz de destruir el sistema solar no era tan poco con respecto a antes, así que debería mejorar, o al menos volver a ser alguien sin piedad y ser más seria.

--Lo comprendo, he sido egoísta y pensé un poco más en mí, pensaba que todo volvería a ser como antes pero la vida no es así, a decir verdad ser una semidiosa es llevar una vida llena de batallas y de desastres, no de tranquilidad y pureza. Izanagi, Amaterasu, deidades, prometo ser más fuerte a la próxima y venceré a todo enemigo que se ponga en mi camino, incluido si se trata de la diosa de la muerte, esta vez no voy a cometer el mismo error dos veces.--Admití demostrando cierta determinación que pareció contentar a los presentes, incluso a mi abuelo que me observaba con orgullo. A su vez ya sabía que a futuro la organización se volvería cada vez más peligrosa, pero puede ser que siguiendo los pasos de mis maestras lograría alcanzar un nivel mucho mayor y llegar hacia Izanami, la deidad que había conseguido hundir a todos en sed de sangre y desesperación, incluidos por la muerte de los humanos.