SERENDIPITY | Cedric Diggory

III

Pese a que debería estar durmiendo no pudo hacerlo de corrido en toda la noche. No podía dejar de pensar y culparse por la estupidez que había cometido.

¿Acaso tenía 15 años para ser tan impulsiva?

Soltó un largo y profundo suspiro, esperando que pronto pudiera alejar pronto esos pensamientos y descansar un poco más pero de la nada se coló la luz en la habitación e inevitablemente giro el cuello en dirección a la puerta.

Ahí estaba, Angelina Johnson con una botellita con un batido de chocolate, su bebida favorita de hecho.

—Buenos días, princesa torpe

—¿Días? ¿Ya es de día?

—Bueno, casi son las 6 de la mañana pero acabe mi guardia y quise verte —la morena entrecerró los ojos— Viniste a Londres sin siquiera avisarme, no lo mencionaste en ninguna carta reciente, ni siquiera me diste alguna señal cuando te fui a ver ¿Quién te crees que eres?

—Quería darte una sorpresa, no esperaba terminar en el hospital

—Pues si que me has sorprendido —dice, sentándose en la camilla en un espacio libre— Y no solo a mi

Angelina le dio una sonrisa divertida, idéntica a la de Fred. Claro, después de tanto tiempo juntos era normal que ella empezara a adoptar ciertas costumbres.

Ella se hundió en la almohada con una mueca— Angie por favor, basta

—Oh, vamos es divertido que el chico que te dio tu primer beso y que fue tu primer novio fuese el héroe del día

—¡No fue mi novio! Solo... Angie teníamos 13 años ¿De acuerdo? Además recuerda que estoy con Dick y —se detuvo por un segundo, ¿Ahora tendría que mentirle a su mejor amiga? no tenía más remedio— y somos una pareja muy sólida y feliz

—Oh, es cierto, es cierto —dijo asintiendo con la cabeza sin dejar ese tono bromista— Entonces ¿Por fin decidiste dar el siguiente con Dick?

—Bueno algo así, una de mis razones para venir Londres fue dar el siguiente paso y mudarme con él a su apartamento —suspira y vuelve a ver a la chica a la cara— Pero mi tía Molly me ha ofrecido su casa así que el plan ha cambiado un poco, pero de todos modos mi principal razón fueron tus cartas, no debo perder mi vida por vivir en el pasado y las capacitaciones no suenan como un mal inicio

Angelina asiente con la cabeza mientras le da una sonrisa. Ella más que ningún otro la entiende y es que en su casi completa soledad las cartas de Angelina fueron un gran apoyo para ella y le entrega la bebida que traía consigo— Te lo mereces

Ella toma la botella con una sonrisa y esta crece más al ver que trae su pajita, realmente no quería sentarse para tomar su bebida favorita. Rompe el sello con la punta de la pajita y luego se la lleva a los labios sin despegar ni un segundo su vista de Angelina.

La había visto hacía un par de semanas en una corta visita que había hecho pero verla con su bata de medimaga le alegraba el corazón. Al menos una de las dos cumplió el sueño.

Y de pronto una pregunta vino a su mente.

—A propósito ¿A que te referías a que no solo te sorprendí a ti? Quiero decir si, Cedric y yo no nos hemos visto en mucho tiempo pero no tiene ningún significado oculto¿Verdad?

—¿Por qué eso te interesa? —arqueó una ceja con un tono burlón

—¡Angelina!

—Bien, bien —dijo con una sonrisa, tomando una posición más seria— Es que Cedric normalmente no está tan...¿Cómo decirlo?, siendo tan Cedric pre guerra mágica, al menos no lo he visto así desde el día que rompió su compromiso con Cho