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Abigail de inmediato entró a sus prácticas y sus primeras semanas en el hospital fueron la llegada a un mundo completamente nuevo. Introducción a sus mentores, introducción al funcionamiento del lugar y por supuesto también inducción a esta nueva etapa en donde ella era pupila de Cedric.

En un inicio le resultó incómodo, sin dudas pues en un inicio temía que Cedric la viese como una tonta que no pudo curarse a sí misma pero no le llevó mucho tiempo descubrir que estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua.

Además de que el estuviera a su cargo en realidad había resultado siendo un verdadero alivio pues comparándolo con el resto de medimagos del piso, el castaño era el más comprensivo, pero no por eso no se sentía intimidada pues como dijo Nicholas, Cedric era le mejor medimago de su generación y eso la hacía sentir tan pequeña en su presencia.

—¿Así que Spleen te encontró en la habitación del herido por el hechizo Melofors y te mando a casa por sugerirle un hechizo Inflatus? —cuestionó Angelina casi riendo— ¡Debes ser su favorita!, le de caer muy bien para que ese sea tu castigo

Suspiro mientras hacía movimientos circulares con la cabeza. Definitivamente ser la ayudante de los medimagos de planta era un asunto complicado, al menos con cierto tipo de medimagos pues algunos prácticamente le pedían que ella sola se ocupará del paciente y sí, ellos se mantenían en la habitación, vigilandola, pero esa sensación de ser vigilada y señalada al primer error era bastante chocante para ella pero eso no hacía que no disfrutara ensuciarse las manos y meterse a fondo con sus casos.

—Lo sé —Abigail tomó del perchero su blazer y soltó una pequeña carcajada— Pero creo que fue simple suerte, tal vez su artículo en el profeta esta vez salió en primera plana o simplemente su artículo por fin salió en una de sus publicaciones

Angelina río, despegando su cabeza del cómodo sofá de la sala de descanso y abrió uno de sus ojos llevándolo a su amiga que la miraba con expresión intranquila y de algún modo con el sonido de la puerta abriéndose la pelirroja tuvo que dejar de preocuparse por su mejor amiga y preocuparse por ella en el caso que se tratara del medimago que acababa de burlarse.

—Tranquila, solo es Cedric —susurró la morena al ver que la chica Prewett se negaba a dar la vuelta— ¿También vas de salida Ced?

—Oh, sí —aseguró el castaño— Abby deberias tener mas cuidado si vas a entrar a habitaciones de pacientes que no te pertenecen

—Créeme después de escuchar a Spleen diciéndome que me fuera a casa con esa expresión y esa voz —Abigail negó con la cabeza sonriente— Fue más tenebroso que escucharlo regañar a gritos, fue como si un psicópata acabara de confesarme que la carne que acababa de comer era la piel de su hermana y me estuviera convenciendo de que eso no es tan malo

Cedric soltó una risa confusa pensando en lo raro que podía llegar a ser el humor de Abigail.

—¿Fue mejor con ustedes?

Angelina río, como si acabara de contar el mejor chiste del mundo— No, tu de verdad tienes suerte... Muchos de ellos me hicieron llorar, varias veces

—¡Merlin! —abrió los ojos como platos y fue hacia ella a envolverla en un cálido abrazo—¿Estás bien?

—¡Vamos Abby! Eso está en el pasado y superado

Ella frotó sus manos en la espalda de Angelina transmitiendo con ello seguridad y cariño.

—¿A dónde irás ahora Abby? —preguntó Cedric

—De vuelta a casa, estudiaré un poco para el examen del lunes ¿Necesitas ayuda en algo?

Cedric negó con la cabeza inseguro, ella era su compañera— No, no en realidad

SERENDIPITY | Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora