PARTE UNICA

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Un joven castaño estaba regresando a casa exhausto del trabajo, caminando por el estacionamiento hasta el ascensor y después caminando hasta el departamento que compartía con su novio.

Maniobrando con su portafolio y la bolsa de comida que traía puso la contraseña en su puerta para que esta se abriera.

Frunció el ceño cuando vio todas las luces apagadas, eran cerca de las 10 de la noche y había pensado que su novio estaría en casa.

Encendió la luz de inmediato, dejó las cosas en la mesita que estaba a un lado de la puerta y se quitó los zapatos cambiandolos por unas pantunflas y después de tomar la bolsa caminó por la sala de estar hasta la cocina, era un lugar abierto por lo que la sala, el comedor y la cocina estaban en el mismo lugar, prácticamente.

—¿Jules? —preguntó el castaño con la esperanza de que su novio estuviera durmiendo.

Fue a revisar a la habitación que compartían pero estaba vacía. El departamento estaba vacío.

Suspirando con tristeza y resignación fue hasta el sofá de la sala de estar en donde sacó su teléfono celular.

—Tal vez no vi los mensajes de Jules. —susurró mientras buscaba.

Pero no era así, no había ni un mensaje, ni una llamada, su novio ni siquiera le había respondido el mensaje en donde le había deseado un lindo día.

Sintiendo una punzada en el pecho decidió llamarlo.

El teléfono sonó una, dos, tres veces y nadie respondió.

—Seguramente tiene mucho trabajo todavía, Elliot. —se dijo a sí mismo mientras se recargaba en el respaldo del sofá.

Se debatió por si llamarlo una vez más o no, a Jules no le gustaba que lo llamara más de una vez pues decía que cuando él tuviera tiempo le regresaría la llamada.

Pero él estaba preocupado, su novio no le había dicho que llegaría tarde. Decidió hacerlo sólo una vez más y esperó pacientemente.

—¿Elliot? —se escuchó la voz de su novio por encima de una fuerte música.

—Hola, cariño, sólo quería saber si estabas bien y a que hora llegarías a casa, compre comida de tu restaurante favorito y... —fue interrumpido.

—Lo siento, Elliot, no sé a qué hora regresará, vine a celebrar con mis compañeros de trabajo, no me esperes despierto. —escuchó del otro lado de la línea.

—Pero...

—Vamos, dejalo, es un dolor en el culo, no sé cómo lo sigues aguantando. —escuchó otra voz.

—Él es tan aburrido, no sé cómo has durado tanto con él. —una voz más.

—No lo sé... no tengo ni idea. —dijo Jules y pudo escuchar la risa de varias personas.

El castaño terminó la llamada con un fuerte dolor en el pecho y un nudo en la garganta, seguramente su novio había olvidado terminar la llamada.

El labio inferior del castaño tembló con fuerza pero se negó a llorar, ésto ya había pasado otras veces, no era la primera y tampoco sería la última.

Elliot miró con tristeza la comida favorita de Jules que estaba dentro de la bolsa, al día siguiente sabía fatal. Sin ganas de hacer o comer algo fue directo a la habitación y se cambió la ropa por su pijama.

Después de eso él fue directo a la cama y se recostó.

Había olvidado la cantidad de veces que había llegado a casa y su pequeño novio no estaba, francamente no deseaba impedir que Jules saliera con sus amigos pero eso cada vez era más recurrente.

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2021 ⏰

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𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐭𝐫𝐚𝐢𝐧 • 𝑂𝑛𝑒 𝑠ℎ𝑜𝑡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora