Hopeless Romantic- KOOKTAE

Prólogo

Prólogo

Jungkook caminó por la acera oscura y helada con la cabeza agachada para protegerse del gélido aguanieve. No tenía guantes ni sombrero y el aguanieve era implacable, haciendo tictac contra su gastada chaqueta de cuero, empapándole el cuello y el pelo. Se acurrucó más en su abrigo, caminando con cautela sobre la acera helada, buscando hielo negro.

Pasó junto a un café brillantemente iluminado y, cuando se abrió la puerta, dejando a una pareja abrazados con cafés en la mano, disfrutó del milisegundo de calidez y cortésmente esquivó a la pareja contenta. Ellos lo ignoraron. Trató de no hacerlo, pero no pudo evitar mirar por las grandes ventanas a la gente dentro del café. Todos parecían seguros, cálidos y felices, bebiendo sus bebidas humeantes y mordisqueando varios pasteles y sándwiches. Su estómago gruñó ante la vista y pasó lentamente, con la cabeza vuelta, como si memorizara la acogedora vista, acelerando mientras llegaba a la acera más oscura más allá.

Se encorvó de nuevo, caminando tan rápido como era seguro. Tenía un lugar importante al que llegar y poco tiempo para llegar allí. Alguien dependía de él.

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Taehyung y Hoseok estaban en el bar más bajo de los más bajos que se encontraba entre Seúl y su apartamento. Ambos tenían cara de de fastidio.

"Él no me quiere, te lo digo", dijo Taehyung, haciendo un gesto vacilante. "Mi papá no me quiere".

Hoseok negó con la cabeza de inmediato, "No es cierto, hermano. ¡Mira toda la mierda que te compra! ¡Nunca tuve esa mierda! "

"Tu ton... la situación es diferente, hombre."

Hoseok guardó silencio. Hoseok no tenía padre, o no sabía dónde estaba, de todos modos, y había sido criado por su mamá, sola, durante la mayor parte de su vida. Miró malhumorado su cerveza. "Creo que debes estar más agradecido".

"¡¿Agradecido por qué ?! ¿Agradecido de un auto de mierda? ¿Agradecido por mi universidad de mierda?

"El resto de nosotros tuvimos que trabajar para conseguir todo eso", señaló Hoseok en voz baja, razonablemente.

Taehyung se calmó. Hoseok tenía razón. No tenía derecho a hablar. Su puto padre, sin embargo. Nunca estaba allí, siempre crítico y desdeñoso cuando lo estaba.

Taehyung bebió un sorbo de su última cerveza (se había quedado sin dinero y tendría que irse pronto a regañadientes) y se quedó callado.