Lluvia De Emociones ||Jimsu|| Omegaverse

Tres

El Omega quedó cautivado por esa hermosa voz, se acercó, presionó el botón de emergencia llamando a su padre médico, los ojos del Alfa se mantenían cerrados.

— Alfa~ — llamó bajito, su lobito estaba quietito esperando una respuesta al igual que el humano.

Al instante la puerta fué abierta entrando así su papá Jin — ¿Qué sucede cachorro? — Yoongi apuntó con su dedo índice al Alfa, el cuál empezaba a adaptarse a la luz — Bién, ahora lo revisó.

— Hola, soy Min SeokJin, el médico que te a atendido mientras estabas recuperandote — acercó un vaso con agua, los labios resecos del chico tocaron el vidrio tomando así un poco del líquido — ahora te revisare, para valorar tu salud — un asentimiento ligero recibió, empezó a revisarlo anotando todo en una libreta.

— Bien, tus heridas han sanado adecuadamente, te han quedado algunas pequeñas cicatrices, pero con una buena crema desaparecerán, tus manos aún están algo entumecidas, pronto sanaran — el Omega se mantenía atento a las palabras de su padre — tu estado anémico aún sigue, desde ahora tendras que tener una dieta saludable y supervisada — acabó cerrando la libreta.

— Yo...¿Dónde? ¿Dónde están, mi-mis padres? —balbuceo el chico, gotas cristalinas rodaron de sus ojos azules, empezó a desesperarse por lo que Jin lo sedo, Yoongi soltó un poco de su aroma inconcientemente ayudando a que se calme.

— Papá, ¿Qué tiene mi Alfa? — su voz era delicada, sutil y bajita — ¿Por qué reaccionó así?.

— Cachorro, él aún tiene como último momento cuando lo atacaron, y por lo que dijo sus padres estuvieron con él, por esa razón debe preguntar por ellos y al no verlos se alteró — el Omega mayor tenía un mal presentimiento, pero ahora debían cuidar del Alfa de su hijo.

— Tengo miedo papá, él, se ve que sufrió mucho — mirando el hermoso rostro con rastros de lágrimas se acercó dejando un besó en la mejilla, suabe y tersa a pesar de tener un color morado levemente — Alfa, no te preocupes, desde ahora yo cuidare de tí, lo prometo — un llanto silencioso empezó el Omega, su lobo aullando dolido por la situación de su Alfa.

Caminaba dando vueltas en la habitación, esperaba el despertar de su Mate, seis horas pasaron y aún seguía dormido, había salido a comprar algo de ropa para su alfa, un par de zapatillas, además de ordenar que arreglaran una habitación en casa para él.

El blanco de las paredes fué capturado por sus azules ojos, su cuerpo dolía no era tan fuerte, pero hay estaba el dolor, recordó lo sucedido hace unas horas, cerro sus ojos y un nuevo llanto apareció, las imágenes de como sus padres daban su vida para salvarlo aparecieron, se preguntaba que sucedió pues el sabía que la muerte se aproximaba a él, ¿Por qué sigue con vida? Su curiosidad lo llevo a que con dificultad meneara su cabeza inspeccionando el lugar, a su vista llego una hermosa imagen, un chico pálido dormía plácidamente en un pequeño mueble color café, tomó un poco de aire llenando sus pulmones con un exquisito aroma, la miel con las galletas hacían agua su boca y el toqué de vainilla lo hacía tan afrodisíaco.

¡Mi Omega!

Su lobo habló, sus orejas levantadas olisqueando el olor qué lo mantenía adormecido.

Mimi, hallamos a nuestro omega.

Si Jimin, es nuestro Omega, ahhh, es tan lindo.

Es un verdadero Ángel.

Tanto el humano como el lobo se perdieron en una conversación donde alagaban al Omega qué la Diosa Luna había puesto como su predestinado, olvidando por un momento la terrible situación por la que vivía.

Tan sumido en sus pensamientos estába, el Omega empezaba a despertar, con sus manos hecho puño tallo sus ojos, fijo su vista en el alfa, los azules orbes ajenos se perdieron en el gris de los suyos, sintiendo una avalancha de sentimientos, removiendo aquél amor que sus lobos mantenían desde tiempos pasados, ninguno aparto la mirada solo se hundian aún más en la profundidad de sus ojos, sus lobos emocionados por encontrarse saltaban felices meneando sus colitas.

Mí Omega~

La voz rasposa y algo grave paralizó los sentidos de Yoongi.

Alfa~

Respondió el Omega, cautivando con su delicadeza al Alfa.

Una carraspeo los sacó de su lindo momento, el Alfa gruño al ver arruinado su momento.

— Disculpen la interrupción, pero necesitó hacer una última evaluación y así poder dar tu alta — Jin mantenía una postura profesional aunque por dentro éste deseando gritar de emoción al haber presenciado tan bello encuentro de los dos lobos — permíteme acercarme y chequearte, espero recuerdes lo que dije antes, si no es así debo decir que tus heridas estan curadas hay pequeñas cicatrices que desaparecerán con una crema — tomó aire — vas a estar bajo una dieta balanceda y supervisada, tus manos tenían heridas profundas así que tardan en sanar y por el poco movimiento están adormecidas lo cuál pasara en unos días — terminando tanto de revisarlo como de hablar esperaba alguna duda del chico.

— Disculpe ¿Cómo llegue aquí? — estaba desconcertado — ¿Ellos me siguen buscando? — su voz salió con temor.

— Mira chico, quien te encontró fué mi hijo — señalo a Yoongi el cuál se sonrojo — sólo sabemos que estabas gravemente herido, mi cachorro por casualidad pasaba por dónde tú estabas y así es cómo estás aquí, nadie estába contigo — su teléfono vibró avisándole una llamada — me disculpa un momento — salió a atender, era su esposo.

Yoongi nervioso sobaba su cuello, sus rubios cabellos cubrían un poco sus ojos, mantenía la cabeza gacha.

— Gracias, gracias por ayudarme — levanto la mirada volviendo a ver a su Alfa — seguro estubiera muerto si tú no me encontrabas — al escuchar eso sintió miedo, el pensamiento de poder haber perdido a su Alfa le aterro.

— No tien...es nada que agradecer — sus nervios causaron un tartamudeo — no digas éso, eres fuerte y hubieras vívido — quiso creer que si él no lo encontraba hubiera estado bién aunque para nada era la realidad.

— Lamento causar problemas — su energía era mayor por lo que se sentó — pagare todos los gastos, solo te pido un poco de tiempo — no deseaba estar en deuda con su lindo Omega.

— Para mí no es ningún problema — su sonrojo se mantenía en sus pálidas mejillas — no debes pagar nada, solo deseo que te recuperes pronto — su voz sonaba bajita.

El lobo de Jimin lo único que podia decir era.

¡Mi Omega! Mío

Meneando su colita saltando emocionado.

Mill🖇