El hilo rojo que nunca supimos

Capítulo XV: Parte del pasado

– Toma mi mano – (T/n) si quieres parar estás en todo tu derecho.

– Tranquilo Fuji, puedo seguir – Lo tranquilice

– ¿Qué paso cuando tus padres se enteraron? – Preguntó Eiji-senpai.

– Volvieron inmediatamente, luego se involucro la policía, hubo una investigación y mientras eso estaba en curso debían estar alejados de nosotros, pero el dejarlos libres mientras se realizaba la investigación y solo con una orden de alejamiento provoco el inicio de mi pesadilla – suspiro – un día con mis padres salimos, íbamos caminando tranquilamente mientras papá hablaba de que cuando todo esto terminará nos iríamos a los Estados Unidos y que nos quedaríamos una temporada con los Echizen ¿Se acuerdan que mi padre y el de Ryoma eran amigos y contrincantes? Bueno, nunca dejaron de serlo e íbamos año por medio a visitarlos.

– Veo que tenían muy buena relación – Habló esta vez Inui-senpai.

– La mejor, en ese año que no los íbamos a ver, ellos venían aquí a Japón. Entonces el quedarnos con ellos una temporada no era extraño ni mucho menos malo, ya nos conocíamos – suspiro – mientras papá nos contaba esto sucedió lo inesperado, mi... mi tío atropello a mi hermano – aprieto levemente la mano de Fuji – cada vez que recuerdo ese día me da un coraje y me pregunto que le hicimos para que nos hicieran tanto daño. Mi hermano falleció al instante, luego entre tanto caos logre enterarme que lograron arrestar al culpable.

– ¿Cómo lograste saber que era tu tío? – Pregunto Momo

– No recuerdo mucho, solo sé que fuimos a la comisaria, vimos a mi tío detrás de un vidrio y vino una psicóloga a hablar conmigo, muchas cosas para mí son borrosas o casi ni las recuerdo pues mi mente intento bloquear la mayor parte para superar el momento, pero supongo que no pudo bloquearlas todas – suspiro – supongo que me toco un camino bastante difícil – me di unos segundos antes de continuar – semanas después logramos enterrar a mi hermano, por fin podría descansar en paz, ya no estaba en lugar frío y podíamos ir verle pero pesar de que todo parecía estar mejor, que todo el infierno que habíamos pasado se estaba desvaneciendo, en realidad no era así, no había acabado y mis padres parecían saberlo o tener un pequeña intuición de que esto no había terminado, así que pidieron salir del país por protección, cosa que fue otorgada por la evidente amenaza que presentaban esas personas que se hacían llamar mis tíos, aunque uno de ellos ya se encontraba tras las rejas – bebo un poco de agua que me había traído Ryoma – gracias, bueno después de qué nos dieran el visto bueno, nos proporcionaron unos policías que nos acompañarían a todos lados hasta que nos fuéramos del país

– Debió ser duro, eras solo una niña y tenias que asimilar todo muy rápido – Habló Inui-senpai

– Lo fue, pero mis padres siempre intentaban despejarme aunque sea un rato, haciendo una noche de películas o cocinando un rato. Me acuerdo que un policía llamado Makoto contaba chiste muy malos pero a pesar de eso me sacaba una sonrisa, aún tengo contacto con él, pues él era unos de los involucrados de la investigación de ese entonces y por lo que me enteré hace poco, el sigue en contacto conmigo y se preocupa por mí porque fui su primer caso, el era cadete en ese entonces y este caso lo marco.

– Es bueno que sigan en contacto – Hablo esta vez el capitán

– Lo es, me siento segura y sé que si llega a pasar algo puedo recurrir a él, hablando de Makoto ¿Tú lo lograste conocer? – Le pregunte a Fuji

– Si, lo conocí cuando fuiste al parque después de mucho tiempo, me contaste que te ibas a ir en una semana del país.

– Cierto y tu hermana dijo que no nos pusiéramos triste porque podíamos seguir en contacto