Extra

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Celeste.

El beso.

Después de hablar con Scarlett me siento en la mesa junto con los Morgan. Quedo en medio de Reece y Regina.

-¿Qué a sido de tu vida muñequita?- Pregunta Reece.

-Bien, aunque sufriendo por desamores.

-Ningún hombre merece que sufras por él a Daddy no le parece.

-Lo se, es difícil cuando te enamoras perdidamente de una persona que no vale la pena. El último novio que tuve me engaño con mi supuesta mejor amiga, pero me e recuperado en este tiempo, no te miento Daddy si me dolió pero no es para tanto sufrir por él, con él sentí una conexión y fue lo que hizo que me enamorara de él. Con él me olvidé como me habían criado ustedes y me olvidé por completo de mi lado Morgan.

-Recuerda siempre lo que te dije, primero tu y después el mundo- Suspiro- Nunca pongas a otros por encima de ti.

-Lo se, pero enserió me enamore de él y no pude superarlo hasta ahora.

-Él no te merecía, eres hermosa, inteligente, con una madurez increíble, tu personalidad es perfecta. Él se lo pierde.

-Gracias Daddy, esas palabras son muy lindas- Lo miro a los ojos.

-Es poco, comparado con lo que te mereces.

Me disculpo para ir a la cocina por un vaso de coñac, cuando alguien me gira y me besa. Me separo y veo a Reece que me mira con sus ojos llenos de deseo.

Esta vez tomo la iniciativa de besarlo, siento como me sube en el mesón de la cocina. Seguimos con lo nuestro hasta que nos interrumpen.

Nos separamos y vemos a la persona que nos interrumpió acompañada.

-Pero que mierda…- Scarlett esta sorprendida.

Me bajo del mesón y acomodo mi vestido para disimular cosa que no es notable ya que nos encontraron besándonos en plena cocina.

-Yo creo que mejor los dejamos en lo suyo- Christopher la toma de la mano para llevársela.

-Si van a follar, por lo menos que sea en la habitación de huéspedes. No en plena cocina.

-Lo siento Carle- Reece habla.

-Daddy, después dices que yo soy la ninfómana.

-Eso es verdad- Reece se defiende.

-Si, claro, claro- Dice con sarcasmo- Qué disfruten y ya saben habitación de huéspedes en el segundo piso.

Christopher y Scarlett salen de la cocina y yo tomo la mano de Reece. Subiendo las escaleras hacia el segundo piso.

Cuando entramos a la habitación de huéspedes comienzo a besarlo con urgencia mientras le quito la chaqueta.

El beso es largo y profundo, mueve la lengua con pericia mientras magrea mis pechos frotándose contra mí sexo. Me arde la piel con la intensa fuerza que ejerce a la hora de sujetarme la cintura. Me voltea dejándome de espaldas contra su tórax.

-Voy a desnudarte y voy a disfrutar de esto- Baja el cierre de mi vestido dejando besos por mis hombros.

Baja la prenda dejando que caiga al piso. Su respiración hace eco en mi oído, cuando separa la fina tela de mis bragas, entre abro la boca para respirar, ya que mis pulmones no reciben el oxígeno necesario.

UNA HISTORIA SIN UN ROMEO (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora