Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)

Capítulo 29

El comienzo del ritual

La obtención del libro de Drácula no había sido trabajo fácil. Justo como Jin comentó, Drácula y él se fueron del castillo, pero el dueño del lugar era bastante inteligente, por lo cual dejó algunos vampiros para hacer guardia.

Fue un trabajo casi imposible adentrarse por el lugar, pero por suerte aquella bóveda de sangre humana no era conocida por otros vampiros, era un espacio solitario y bastante escondido. Luego de pasar un par de trampas mágicas, logró llegar a aquel lugar tomando el libro que Jin le había descrito horas antes.

Aquel día había transcurrido bastante rápido, los nervios que los tres involucrados tenían provocó que el tiempo se les fuera volando y sin darse cuenta ya se encontraban de nuevo juntos en aquel sótano.

- Tenemos los tres libros, ¿qué procede? - Preguntó el demonio sintiendo la emoción emerger desde su corazón.

- Comencemos buscando en el libro del padre de Jin, debe haber algo sobre lo que necesitamos. - Respondió el hechicero a la vez que tomaba el libro de Drácula, se sentó en uno de los tres sillones y se puso a leer ciertas páginas, mientras los otros dos presentes se sentaron en su respectivo asiento, sin quitar la mirada del hechicero.

Parecía que no había nada relevante hasta que llegó a la mitad del libro, dos paginas se encontraban pegadas, pero con sumo cuidado logró despegarlas y leer lo que yacía escrito.

El nacimiento de mi retoño, jamás imaginé que Lucifer también fuera su padre.
Todo parece tan irreal, algo sacado de este mundo, en mi larga vida jamás había escuchado de un caso así, ni siquiera fui tan capaz de imaginar algo de este calibre.
Me enteré, gracias a Crina, de cómo esto fue posible.

- ¿Quién es Crina? - Preguntó Hoseok sin separar la mirada de aquel viejo libro.

- Mi madre. - Respondió Jin a la vez que bajaba la mirada al suelo.

Su padre muy rara vez mencionaba su nombre y cada que lo escuchaba un gran hueco se formaba en su estómago, un dolor insistente que se terminaba por instalar en su corazón.
Namjoon al ver esto no dudó ni un segundo, fue a su lado, sentándose junto a él y con su fornido y bronceado brazo lo atrajo a si mismo, permitiendo que el vampiro se recargara en su cuerpo, sintiéndose protegido.

Hoseok no dijo nada más y siguió leyendo en su mente.

Una noche de locura, ¿cómo no lo pensé antes? Fue ese día que fuimos a disfrutar un rato al mundo real, haciéndonos pasar por humanos, Lucifer nos enseñó sobre aquellas sustancias que los humanos suelen inyectarse, los hacen llamar cristal, aunque también suelen nombrarlo de otras maneras.
Esa noche, nos perdimos totalmente, éramos un caos y no nos podíamos controlar. Aquel cristal que nos inyectamos parecía tener control sobre nuestras acciones.
Mis recuerdos son borrosos sobre ese día, pero hay algo que si hace eco en mi memoria, los tres nos involucramos sexualmente, en ese momento nos parecía buena idea.
Pero jamás imaginamos que gracias a ese día Seokjin comenzaría a engendrarse dentro del vientre de Crina, teniendo así los genes mágicos de un vampiro poderoso y el primer príncipe infernal.

- Bien. - Comenzó a hablar Hobi luego de un momento en silencio, aquella historia era bastante extraña. - Si no mal entiendo, acá hubo una sustancia involucrada, que al parecer es un alucinógeno humano que impide controlar tus acciones, tal vez sea una sustancia extraña para los seres inmortales, pero gracias a esto y una noche sin control corporal o mental, Drácula, Lucifer y Crina se involucraron sexualmente y esto provocó que los genes se mezclaran dentro de tu madre. -

Terminó Hoseok cerrando el libro, para así llevar la mirada hacia los presentes, quienes se encontraban bastantes sorprendidos por lo escuchado, ninguno imaginó que Drácula y Lucifer se hayan involucrado sexualmente. Sobretodo para Jin era difícil de asimilar.

- ¿Cómo conseguiremos una sustancia humana si los portales están cerrados? - Preguntó Jin

- Ahi entró yo. - Respondió Nam de inmediato. - No se si sepan, pero los demonios podemos ir a tres mundos, Letal, Perecedero y Real, pero solo nos permiten ir como almas, gracias a los portales cerrados, nuestros cuerpos se quedan acá y necesitamos conseguir de inmediato un recipiente, es decir, un cuerpo humano, si no lo hacemos en dos días, volvemos sin siquiera quererlo, es como si algo nos arrastrara de nuevo acá, provocando un dolor insistente y bastante fuerte. - Concluyó.

- ¿Podrías ir en este momento? - Preguntó en esta ocasión Hoseok sintiéndose algo nervioso por alguna extraña razón que desconocía.

- Podría decirse que si, pero necesito que velen mi cuerpo, y en cuanto vean que a este le dan ciertos espasmos, necesito que entierren esto en mi pecho. - Chasqueó sus dedos apareciendo una daga roja tan hermosa que parecía ser única. - Esta daga es de una piedra preciosa difícil de conseguir, la espinela, esto me mantendrá a salvo, ya que la tentación de tener el alma suelta en otro mundo, es casi incontrolable, al estar en un cuerpo no quieres dejarlo. - Soltó un suspiro.

Hace mucho no iba a otro mundo, la última vez estuvo cerca de quedarse allá, poseyó un cuerpo el cual estuvieron a punto de matar. Si un humano fallece teniendo un demonio dentro, este último mencionado se encontrará vagando por la eternidad en el limbo, aquel lugar que es peor que el mismo infierno.
Si no fuera por la ayuda de su hermano Asderel, el ahorita se encontraría en el limbo.

Asderel era el único hermano de Asmodeo, el mayor por ciento trece años de diferencia, ambos eran inseparables, gracias a él, Asmodeo descubrió que le gustaría usar el nombre Namjoon y por su lado él se auto nombró Bang Chan.

Cuando Asderel descubrió que el cuerpo en el que su hermano se encontraba, estaba por fallecer decidió ir al mundo donde todo ocurrió y luego de una lucha entre ellos, Bang Chan poseyó el cuerpo donde Nam yacía, votándolo fuera del mismo. Él recibió la muerte de ese humano para mantener a su hermano menor a salvo.

Desde aquel día Namjoon no quiso volver al mundo humano, se sentía culpable por la ida de su hermano al limbo. Si tan solo lo hubiera escuchado antes, ahora Bang Chan seguiría a su lado.

- Pero ¿y si la daga te mata? - Preguntó Seokjin con algo de temor.

- Descuida cariño, esa daga no puede matarme, solo me provoca un insistente dolor, el cual me hará volver a la realidad, solo es en caso de que no pueda controlar la tentación del mundo humano.

Y dicho esto los tres pusieron manos a la obra.