Pov Natalia:
Me quedé a solas con James, María, Rosa y sus celos. James y yo nos sentamos en el sofá para estar más cómodos. Me iba a sentar a su lado pero James me cogió por la cintura y me sentó encima suyo. Le rodeé con los brazos el cuello y él la cintura.
? - ¿Interrumpo algo?Miramos hacia la puerta y era Rosa, estaba allí plantada con cara de asesina.
James - Pues si, estaba aquí con mi novia muy cómodo - Nos miramos James y yo y luego miré a Rosa, le estaban saliendo chispas por los ojos. Y de repente una mano de James me empezó a tocar la mejilla como lo hacía mi padre cuando estaba triste, ahora le echaba muchísimo de menos. Así que miré de nuevo a James, le abracé, le di el abrazo que a mi padre no puede darle.
Rosa - Ya ¿no? - Me separé de él y le pedí disculpas muy bajo para que solamente él lo pudiera oír.
James - No pasa nada, Nat - Me lo dijo tan bajo como yo se lo había dicho. Y por ese le besé, estaba oyendo como Rosa estaba en un ataque de pataleo como un niño pequeño y acto seguido un grito y pasos que se alejaban. Nos separamos cuando esos pasos ya estaban lo suficiente alejados - ¿Se ha ido?
- Si - Le sonreí. Y estuvimos hablando de temas variados, las horas pasaban, los celos crecían, al igual que nuestras risas.
James - ¿Quién te había llamado antes?
- Dean... Mierda, espera que tengo que llamarle.
James - Hazlo ahora - Me levanté de su regazo y vi que Rosa estaba cruzando en ese mismo momento por donde estábamos nosotros. Así que me acerqué a James y le di un beso y le dije que ya volvía. Salí por la puerta y me fui a las escaleras, me senté en unas de los primeros escalones. Cogí el móvil del bolsillo delantero del pantalón, busqué a Dean en contactos y le llamé. Mientras esperaba que me lo cogiera oí que la puerta se abría, ya volvían todos. Los saludé con la mano.
Kendall - ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?
- Nada, James está en el salón, ahora voy que tengo que hablar con Dean que me había llamado antes.
Jairo - Luego nos tenéis que contar todo.
Rosa - No hace falta oír otra vez lo que hacen, que se vayan a un hotel. Y ahora va a llamar a su amante, pobre James.
Carlos - Nat, nos lo cuentas.
Alexa - Eso, eso.
- Logan... ¿estás bien?
Logan - ¿Has dicho que ibas a hablar con Dean?
- Si me lo coge si... Dean, por fin - Vi como todos se iban menos Logan que se quedaba a mi lado.
Dean - Nat, Su y yo... hemos roto... ha preferido a Logan - Logan me quitó el móvil.
Logan - Eso es mentira, estoy en Los Ángeles, ella quiso quedarse, sin darme ni una explicación - Le quité de nuevo el móvil.
- Dean, tendrá una razón, déjala que se explique. Te conozco y tienes tus prontos pero también sabes escuchar, eso es lo que te enamora, por eso, escucha y tendrás sus razones.
Dean - Pero... - De nuevo me quitó el móvil Logan.
Logan - Luego la llamo yo y te digo lo que me ha dicho, lo arreglaré - Colgó Dean y Logan me devolvió el móvil. Nos levantamos y nos fuimos al salón. Solamente había un sillón libre, así que tuve que sentarme de nuevo en el regazo de James.
James - Hola preciosa.
- Hola tío bueno - Me besó y me separé de él porque me empezó a hacer cosquillas.
Jairo - Pues yo he visto bien a Bea.
James - Mañana Nat y yo vamos a verla ¿te apetece?
- Eso no se pregunta... jajaj - Miré el reloj de pie que había en el salón y era muy tarde, mi madre estaría preocupada - Me voy a casa, adiós chicos.
James - Espera amor, te llevo - Nos levantamos los dos y me despedí de todos, cuando llegué donde Logan le recordé que tenía que hablar con Su.
- Mañana me contáis como está Bea y yo os cuento todo.
Todos - Vale, adiós.
Carlos - No hagáis nada ¿eh? - Cogí mi chaqueta y salí a la calle, hacía mucho frío. James me cogió de la mano para ir hasta el coche. Me abrió la puerta y yo entré en él. Encendió el motor y nos pusimos rumbo a mi casa. Estuvimos callados todo el viaje, pero cuando llegamos, ya no podía aguantar más con la pregunta.
- James ¿nos habrá creído Rosa?
James - Eso espero, sólo hay esperar... y recemos para que esta noche no me coma la cabeza, aún más.
- Oh, pobre...
James - Gracias Nat, eres una amiga - Le abracé y bajé del coche. En la puerta saludé a James que aún estaba allí. Abrí y mi madre estaba en la cocina preparando la cena.
- Hola... Que bien huele.
Mamá - Mejor sabrá.
- Eso seguro - Cenamos las dos solas, como es costumbre. Estuvimos hablando un poco más y nos fuimos a dormir, ya que yo tenía al día siguiente clase y mi madre tenía que ir a trabajar.