✟ Capítulo 16 ✟

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El destino no tiene nada que ver en las decisiones que tomamos, muchas veces nosotros elegimos hundirnos.


Las pocas horas que estuve en el avión me sirvieron para imaginar todo lo que pasará después de hoy, nunca me he dado la oportunidad de ver un futuro lejos del  caos en la organización porque si Rinaldo muere la que se quedará a cargo de todo esto seré yo y aunque la responsabilidad es grande no voy a temer asumir el cargo.

Por otro lado también está el admirador, ese que no sé cuántas notas me ha dedicado y del cual tampoco sé siquiera su nombre.

—¿No vas a bajar? —pregunta Athan sacándome de mis pensamientos.

—Si —me pongo de pie— ¿A dónde iremos?

—El piloto dijo que habrá alguien esperando.

Asiento y empezando nuestro trayecto fuera del avión con Athan en frente, al bajar por completo visualizo a Andreus y a Adrián hablando entre si; pero yo me concentro en llevar a mis pulmones este aire fresco, se siente tan bien estar de vuelta pese a que por mucho tiempo quise irme de aquí; el cielo está cubierto de nubes grises dejando ver el clima muy común en este lugar.

Estamos en un aeropuerto, privado para ser exactos; no hay más personas además de nosotros pero si todo está limpio como si nos estuvieran esperando.

—Ojitos necesito un favor —Athan se acerca—, Antes de que el piloto se vaya pregúntale por la situación aquí en Worfing.

Asiento devolviendome por dónde vine, abro la puerta de la cabina de mando sin tocar encontrándome con el hombre jugando en su teléfono.

—Oye —lo llamo, el piloto deja caer el teléfono al tiempo que su cuerpo da un leve salto por el susto que le provoqué.

—Santa madre de Dios —jadea.

—Perdón, no era mi intención asustarte —indico relajando un poco mi expresión— ¿Podrías decirme cuál es la situación en Worfing?

Se lo piensa unos segundos antes de negar con la cabeza.

—Ryche no puede entrar a este lugar a menos que quien gobierna aquí lo permita —declara—, cosas de la grandeza, usted debe saber más que yo.

—Está bien, gracias —le regalo una sonrisa antes de volver por dónde vine.

—Oiga señorita —me detiene, volteo a verlo— ¿Algún día volverá?

—Si es necesario, regresaré —respondo siguiendo mi camino.

Si Ryche no tiene control aquí significa que el admirador es más poderoso de lo que imaginaba y me conviene estar de su lado. Estoy a punto de bajar del avión cuando escucho la voz de Athan un tanto exaltada.

—¡¿Qué rayos te pasa?! —grita— ¡Se supone que le eras indiferente, hasta me creí el cuento de que te acostabas con mi hermana!

—Le era indiferente porque quería protegerla —dice Andreus con calma.

—No puedo creer que estén celosos, si ella ni siquiera les ha dicho que quiere una relación —habla Adrián.

—Ella no pero yo sí —dice Athan un poco más calmado.

—Pues yo también quiero una relación —alega Andreus con descaro.

Siento un nudo formarse en mi estómago al ser consciente de que están discutiendo por mi, es como una alegría mezclada con emoción por lo que ni siquiera pienso en que hacer. 

Antes de que continúen hablando bajo del avión interrumpiendo su discusión.

—Si el problema es que ambos quieren estar conmigo yo no tengo ningún inconveniente en estar con ambos —sonrio y me acerco a Athan.

Ryche. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora