26/11/2021

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Al principio de mi sueño, yo estaba viendo por televisión esa vieja caricatura de los años 70 de Los Cuatro Fantásticos (Esa donde salía ese estúpido robot) aunque Johnny, La Antorcha Humana, también se encontraba presente. El principal predicamento que acontecía en el episodio era que tres de los Cuatro Fantásticos (Con la excepción de Reed Richards) no parecían ser capaces de utilizar sus poderes.

Por este motivo, el señor Fantástico se veía obligado a transmitir parte de sus poderes a sus tres compañeros a través de la punta de sus dedos: Al momento de transformarse Ben Grimm en la mole, él refunfuñaba entre dientes que ello era producto de cómo Reed lo veía en secreto como un monstruo, afirmación que era negada para este último, quien pensaba además para sus adentros que si ese fuera el caso, Ben se habría transformado en un animal herido.

La escena cambiaba por completo entonces, cambiando de dibujos animados a personas reales, aunque todavía seguía estando protagonizada por los Cuatro Fantásticos, quienes organizaban una especie de reunión a la que asistía yo y mi familia.

Sue, la mujer invisible, cumplía la tarea de anfitriona de dicha reunión, dirigiéndose luego a mí, solicitándome que por favor le trajese algo que ella había dejado olvidado en la planta superior de la casa.

Al subir yo las escaleras, la escena cambiaba por completo, volviéndose nuevamente una escena de dibujos animados, una escena del anime Dragon Ball Z (Aunque la colorización y la apariencia de los personajes me recordaban más bien a Dragon Ball GT.) La escena tenía lugar durante un torneo de las Artes Marciales, durante el cual los participantes eran examinados por unos extraños brazos robóticos dentro de unas carpas.

Alguien me comentaba: "Esa tecnología parece más anticuada que la de las series anteriores", a lo que yo respondía afirmativamente.

Goku adulto, vestido de azul y blanco, se preparaba para participar en el torneo, encontrándose luego con una joven de cabellera celeste, que yo en un principio pensé que se trataba de Bulma o Maron, pero quien luego se identificaba como Bra, la hija menor de Vegeta, quien luego intentaba seducir a Goku (¿?) tratando de besarle. Goku la rechazaba inmediatamente, un tanto asqueado, aunque Bra afirmaba que no iba desistir en su intento por seducirle (¿?)

Después de esta escena, el sueño retomaba un poco su curso anterior, estando yo presente en la habitación de Sue Richards, revisando los cajones del velador en busca de lo que ella me había encargado buscar: Dicha habitación me recordaba un poco a la mía propia, aunque parecía haber sido abandonada desde hace muchos años, encontrando en los cajones varias portadas rotas de revistas. (En su mayoría de anime, en una de las cuales aparecía Tata, un personaje secundario de Las Guerreras Mágicas, uno de los animes favoritos de mi infancia)

Al bajar yo del segundo piso, la escena cambiaba nuevamente, asumiendo yo la perspectiva de dos personajes de Harry Potter, Harry y Hermione, quienes caminaban por una floresta en las inmediaciones de Hogwarts, conversando sobre una "criatura" o "presencia" que acechaba a los alrededores, para lo cual habían sido dispuestas algunas fieras amaestradas en dicha arboleda a fin de atraparla: Caminado a través de un sendero de piedra, Harry y Hermione arribaban a una especie de casa de suburbios, con un jardín lleno de numerosos adornos y estatuillas , cerca de la cual dormitaba un enorme león.

Harry y Hermione conversaban divertidos acerca de un episodio de la serie "Clarence", que trataba de una niña asustada de los gnomos de jardín, hablando de dicha caricatura como si fuesen más bien eventos de su propia vida.

De repente, Hermione se sobresaltaba al percibir un movimiento sospechoso entre los adornos, solicitándole a Harry que debían irse de allí cuanto antes.

Los dos chicos se iban, y algo así como una "presencia invisible" se abalanzaba contra el león adormilado, quien abría sus ojos de par en par sorprendido.

Dicha presencia seguía recorriendo la floresta, hasta divisar a dos leonas de pelaje rojizo, quienes al sentir su presencia, emprendían la huida.

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora