Disclaimer: Los personajes nombrados en esta historia no me pertenecen, si no a Naoko Takeuchi, yo solo los uso para darle vida a mi imaginación.
Prólogo
Los pasos resonaron por los oscuros pasillos del castillo, cada uno era más fuerte que el otro. Iban velozmente, aun así, no lograban la velocidad requerida. Era como si algo conspirara contra ellas, tal vez fuera el enemigo, sólo que este no tenía poder sobre sus pasos. No, era algo más, era lo que las había hecho salir tarde; la confianza en sus talismanes. Habían depositado una fe ciega en ellos y ahora les estaba pasando factura. Esos artefactos siempre habían sido confiables, ¿Por qué esta vez no? No tenían respuesta y no había tiempo para detenerse a pensar en una. Uranus sacó su espada cuando se acercaron al final del último pasillo, estaba segura que alguien las estaría esperando y no se equivocaba— Espada de Urano ¡Elimina! — atacó. Eso había sido fácil, el contrincante no había movido un dedo para defenderse. Uranus sospechó, no era normal que se deshicieran tan fácilmente del enemigo, algo andaba mal y sus sospechas fueron confirmadas cuando un grito desgarrador se oyó dentro de la habitación. Se apresuraron a entrar, encontrando solamente a la reina Serenity postrada a los pies de la cuna.
— Llegamos tarde— fueron las palabras desoladas de su compañera. Uranus quiso gritarle que no, pero no podía estar segura. No había signos de violencia, la habitación estaba intacta y lo único faltante era el bebé de la cuna. Uranus se acercó a su soberana y preguntó: — ¿Dónde está? — Los ojos de la reina Serenity la miraron perdidos. Uranus creyó que no respondería, sin embargo, unas palabras sin vida salieron de ella— Está muerta—Neptune ahogó un grito y el suelo desapareció para Uranus.
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Los brazos cálidos de la guardiana del tiempo envolvían al bebé, sus ojos violeta la observan detenidamente. No había duda, era ella; una niña hermosa de ojos violáceos, con mirada profunda y rostro de ángel. Setsuna acarició su mejilla; La bebé sonrió y agitó sus manitas. Era un ser inocente que estaba destinado a cosas grandes y sin embargo la vida no le sonreiría. Estaba condenada a la soledad y a la lucha constante de la sobrevivencia, en un mundo que no veía con buenos ojos su nacimiento, por que anunciaba muerte y destrucción.
Setsuna desvió su mirada a la mujer que había puesto en sus brazos al bebé, quien la veía suplicante. Asintió lentamente y dijo:
— Es ella
La mujer se soltó a llorar y gimoteó unas cuantas blasfemias, mientras que el hombre que la acompañaba preguntaba:
— Entonces ¿No hay esperanza?
Setsuna miró al hombre de manera indescifrable. La llegada de la niña era la esperanza personificada y era absurdo que todos creyeran lo contrario.
— La hay — contestó secamente. — ¿Están listos para separarse de su hija?
La mujer soltó a llorar más fuerte, ocasionando que la tarea de la guardiana fuera más difícil.
— Llévesela — fue la respuesta escueta del hombre, la mujer le dio un último beso a su hija y después vio cómo Setsuna partía, llevándose con ella lo más valioso que había tenido.
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Uranus pasó su mano por los barrotes de la cuna, había fallado al juramento que había hecho cuándo tuvo conciencia de la responsabilidad que implicaba ser una sailor scaut: Dar la vida por su princesa. Ahora ya no había una princesa a la cuál proteger, la razón de su existencia había desaparecido ¿Para qué había nacido entonces? Escuchó cómo su compañera se acercaba a la reina y preguntaba: — ¿Y el cuerpo? — Uranus volteó velozmente, era un detalle demasiado importante como para pasarlo por alto, sin embargo, lo había hecho. Se acercó también a la reina y la miró de forma interrogante. Su soberana soltó a llorar de forma inconsolable, Uranus y Neptune la miraron con compasión, era lógico que no tuviera ganas de responder a sus preguntas y desahogara su dolor llorando, pero ellas necesitaban esa respuesta, pudiera ser que no todo estaba perdido. La respuesta entre sollozos acabó con sus esperanzas—; le robaron su semilla estelar. Su cuerpo por ende se ha desvanecido—. El coraje de Uranus fue aún mayor, ¿quién podría ser tan cruel de robar algo tan puro a un bebé y más si su semilla aún no maduraba?
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Las guerreras legendarias
FanfictionLa princesa de la luna ha muerto y la esperanza del milenio de plata lo ha hecho con ella. Y entre las sombras que ha dejado la muerte, una luz de esperanza aparece, la sailor del silencio ha nacido, pero ¿Qué es lo que significa aquello? ¿Vida o mu...