Capitulo 1

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Los personajes no son míos, pertenecen a J.K Rowling.

La trama pertenece a Triple_A_2001
En su reto de "30 dias de snames", esta historia es una adaptacion o mas bien extensión del dia 4 " en una cita".

Espero que les guste y que visiten el perfil de Triple_A_2001 y apoyen sus historias.

Muchas gracias

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James Potter era conocido por ser el chico más guapo de toda la escuela, tenía carisma y una personalidad arrolladora, obviamente él se aprovechaba de ello para coquetear con quien quisiera, aunque en el fondo no sentía esa "conexión especial", con dichas personas.

Ese día dio vueltas en la cama porque no quería levantarse para ir a la escuela, quedó mirando el techo con sus ojos miopes, pensando el motivo de su existencia y el porqué tenía que levantarse para ir a la escuela, hasta que escuchó a su madre tocando la puerta y avisandole que se le estaba haciendo tarde para salir.

Con toda esa pereza del mundo, se levantó de la cama, y se fue a dar un baño, para él era un día normal y que iba a transcurrir como todos los días, sin nada especial que remomarar al final de la tarde, eso pensaba él, sin saber que su mala suerte estaba por comenzar.

Empezando, cuando se estaba bañando, se fue el agua, dejándolo con la mitad de su cuerpo con jabón, tuvo que ir al cuarto de sus padres para terminarse de bañar, y si no fuera suficiente, se cayó entrando al baño.

Pensaba que si suerte iba a mejorar, pero resultó no ser así, cuando entró al carro de su padre, faltaban 10 minutos para entrar a clases, y como obra del destino, el carro se quedó varado en plena vía.

El padre de James, tuvo que llamar un taxi, apenas llegó el carro, el chico se subió apurado, iba tarde, bueno, demasiado tarde, cuando se bajó del automóvil, corrió como alma que lleva el diablo, el colegio estaba casi desierto, así que no se preocupó mucho porque un profesor lo viera, siguió corriendo, hasta que tropezó con alguien y se  lo llevó por delante, (sí, un poco cliché lo sé, pero así sucedieron los acontecimientos)

Gracias a las leyes de la física, la velocidad se juntó con la gravedad e hizo que ambos cuerpos se cayeran por el impacto.

—Imbécil, hijo de perra, ¿acaso no tienes ojos?, ¿porqué no los usas?—, empezó a maldecir la víctima de ese pequeño infortunio, mientras se quitaba el cabello de su cara, revelando su hermoso rostro.

(Lo que pasó después, es también un poco cliché, no me cuelguen por favor, pero así sucedió), James Potter quedó impactado por el negro de los ojos del chico que estaba debajo suyo, abrió la boca, y cualquiera diría que lo hizo para pedir disculpas, o conociendo la personalidad de James, coquetear con el chico, pero lo único que salió de su boca fue... vómito.

Oh, lo siento, se me olvidó comentar que entre tanto corre corre, James creyó que era buena idea comer mientras corría, y pues, su estómago se desquitó en el momento menos indicado.

Ahora se podía apreciar a un chico con piel pálida, empujando un cuerpo con doble peso y estatura que el suyo, con una mirada iracunda, diciendo unas cuantas palabras malsonantes, mientras James trataba de procesar lo que había ocurrido, la había cagado a lo grande, podía soportar cualquier cosa, menos el hecho de haber arruinado la primera impresión hacia el amor de su vida, (porque sí, ya había declarado que ese chico era el amor de su vida)

El pelinegro se levantó del suelo, y con andar molesto, se encaminó al baño.

James sólo pudo observarlo como se iba, se tiró al suelo y empezó a hacer berrinches, hoy había sido una mal día para que su mala suerte hiciera acto de presencia, y eso que no sabía que su mala suerte no se había terminado.

Pero bueno, eso no lo debía saber él, por los momentos.

La mala suerte de James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora