Faith suspiró, apretó los labios y comenzó a hablar.
Todo comenzó cuando lo conocí... Se siente como hace mucho.
Yo tenía 16 años cuando lo vi por primera vez, era un alumno nuevo, recién llegado a la escuela a mediados de semestre, tenía un gran carisma, era realmente simpático y cautivador naturalmente. Yo era una chica cualquiera, ligeramente mayor al promedio, quizá si no hubiera estado en ese "estatus", ya sabes, de secundaria, él no se habría fijado en mí. Yo apoyaba a veces en la enfermería, me interesaban mucho esas labores y él parecía no poderse alejar de los conflictos, por mucho que intentara solucionarlos pacíficamente. En una de esas ocasiones, entró a la oficina y solo me encontraba yo; golpeado en el brazo, a punto de desfallecer, se echó en la camilla y me lanzó una sonrisa adolorida, viéndome directamente a los ojos. En ese instante creí desmayar y él solo agregó:
Reí, sin saber que decir.
Seguía sin saber que responder.
Negué con la cabeza.
Sus ojos verdes eran más brillantes de cerca y siendo tan temprano y brillante, los rayos del sol se posaron en su melena oscura dejándola ver marrón por unos instantes, la iluminación que cayó sobre él era perfecta, casi divina y evitando caer en sus encantos dije:
− No, gracias.
Solté una risita y me acerqué.
− Por nada.
− Claro que no.
Lo quedé mirando fijamente, con los brazos cruzados, impaciente por una respuesta no muy estúpida.
− Tuve una riña con un par de chicos.
− Ninguna.
− Entonces ¿Ellos vinieron y te golpearon sin razón alguna?
− Así es. No les agradaré, yo que sé.
Ambos reímos.
Entonces llegó la enfermera.
Reprimí una risita.
− ¿Tú otra vez?
− ¿Qué puedo decir? He quedado encantada por usted, no se deshará tan fácil de mí.
Tomé mi mochila y guardé mis objetos dentro, la coloqué en mi hombro y me despedí:
− Hasta luego, señorita Beth.
− Hasta luego, querida.
− Hasta mañana, Joseph.
− ¿Cómo sabías que mañana también me lastimaría?
Reímos mientras Beth nos veía.
− Hasta mañana...
Hubo un silencio porque no le había dicho mi nombre. Me le acerqué y le susurré cerca del rostro.
Suspiré finalmente, abrazaba mi pecho. Parecía que Joseph recién había caído en cuenta de lo sucedido, porque en ese momento gritó con una nota de alegría en su tono de voz:
"Ve con cuidado, Faith".
En ese instante supe que había algo con ese chico y no quería esperar para verlo.
Al día siguiente fue a buscarme a mi salón, almorzamos juntos, conversamos y reímos por un buen rato, me acompañó de vuelta a mi salón y no se peleó en todo el día. Al finalizar las clases, me quedé las 2 horas que tomaba inter diario con Beth y curiosa, por el chico de hoy tan caballeroso y agradable que había observado, no contuve por preguntar:
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Emily W.
Fiksi RemajaEmily es una huérfana cuidada por un orfanato, sin embargo, busca a toda costa saber sobre su familia y no se detendrá hasta encontrarlo, eso la llevará a descubrir cosas inesperadas y a darle una vuelta de 180° a su vida.