Han pasado unos años desde que trabajas en un burdel en Shibuya, sabias que esa vida no es conveniente pero al menos tienes un lugar donde quedarte, dormir y comer. Ya te habías acostumbrado a el lugar, una de las actividades más comunes es solo acompañar a un hombre casados con una vida sexual frustrada.
—buenas tardes, señorita.
Dijo aquel rubio y alto hombre que se encontraba en el elevador observando tu exótico vestir pero aún así no mostraba reacción alguna .
—Buenos días joven Ryuguji...¿Que tal su día?
Preguntaste mientras que apoyabas tu cabeza en su brazo, él parecía estar sonriendo pero no lograba verlo bien desde abajo, con una mano en acaricio tu cabeza como si fueras un cachorro.
—Ya te dije que no podemos...estoy en el trabajo...
Dijo el hombre mientras que bajaba su mano hasta tu mejilla acariciando te con cariño.
—Estoy cansada, podemos ir a tu habitación? Yukio está limpiando la mía, mi último cliente rompió todo por que me negué a besarlo.
Confesaste con una pequeña venita marcada en su frente.
—Odio esto...se que es mi trabajo pero ellos parecen niños malcriados.
En eso se escucha una ronca risa burlona, aquel rubio sonreía y te acariciaba las mejillas apretandolas levemente.
—Tonta, si odias tu trabajo déjalo, yo cuidare de ti, eres mi hermosa novia.
Dijo acorralandote contra la pared del elevador, aquella relación era complicada, trabajas como "Dama de compañia" y tu novio es el guardián del burdel, él no parecía molesto en lo más mínimo con tu estilo de vida ya que todas las noches él te hace recordar a quien amas y deseas con tanto fervor.
—Por favor Kenchin, n-no aquí...¿y si nos ven?
Comentaste mientras dabas leves golpes en su espalda rogando a que te deje libre, no odiaba el como te tocaba o te hablaba más bien te excitaba que fuera tan dominante y controlador contigo.
—Silencio, nadie está en este piso..
Comento mientras que acariciaba tus muslos como si fuera a devorar te en cualquier segundo
—Por favor.... Pa-Para....N-No esta bien que ha-hagamos e-esto e-en el elevador...
Susurraste a su oído pero en vez de parar te cargo como una bolsa de papas en su hombro para así darte una nalgada y llevarte a su habitación.
—Nonononono!
El solo se reia levemente, te bajo cuidadosamente en su cama para luego besar tus labios con mucho cuidado, se levantó para así verte con cariño y dulzura.
—Tontita...Jamas te tocaría o haría algo si tu no quieres.
Dijo mientras iba a su pequeña heladera sacando un bolt y unas latas de Soda pasando te una.
—N-No es que no quiera... S-Solo me pone nerviosa verte así... Solo te ví desnudo una vez y casi me desmayo... Es que tu te vez tan... Pero tan sexy en toalla de baño y tu pelo suelto...
—Ya... Deja de alabar mi desnudez, acosadora
Respondió con una risa burlona.Así pasaron la noche juntos, no hubo nada más allá de besitos y pequeñas caricias. Draken te acurruco a su lado abrazando te por la cintura ayudandote a dormir, sabía que tu trabajo te obligaba a hacer cosas que no querías y por ello no te tocaba si no querías, era muy dulce y atento.
