II

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Tal y como le había dicho, Pierce se presentó a las 10 en casa de Chloe vistiendo una cazadora negra, camisa negra, unos vaqueros y unos zapatos. Era su típico atuendo que lo definía. Por otra parte, Chloe quiso arriesgar por una vez y se colocó un vestido azul oscuro, de tirantes anchos y falda al vuelo, acompañado de unos tacones negros y su pelo suelto y en ondas.

-Vaya Chloe, estás muy guapa - dijo Pierce nada más verla.
-Gracias - contestó ella con una pequeña sonrisa - ¿nos vamos?

Pierce asintió y la guió hasta su coche. Llegaron en veinte minutos a Lux. En la puerta había un letrero con letras grandes que decía "fiesta privada" y alrededor se apiñaban unas cuantas personas que se quejaban por no poder entrar. Nada más verlos, el portero se hizo a un lado y los dejó pasar mientras le lanzaba a Chloe una sonrisa.

Lux ya se encontraba lleno de policías, novatos, forenses y sus respectivos acompañantes. A lo lejos, Chloe pudo vislumbrar a Ella que estaba hablando con Dan en una de las cabinas. Se dirigió a ellos mientras Pierce se quedaba saludando a unos compañeros.

-Hola chicos - dijo Chloe entrando a la cabina.
-¡Guau! Chloe te ves espectacular - dijo Ella mientras la acercaba a un efusivo abrazo.
-Definitivamente - añadió Dan lanzándole una sonrisa.
-Gracias chicos. Por cierto ¿habéis visto a Lucifer? - preguntó Chloe mientras miraba a su alrededor.
-Estuvo aquí hace un rato, pero le perdimos la pista después.

Y cómo si hubiera sabido que era nombrado, Lucifer se apoyó en la barandilla de arriba mirando desde ahí su reino. Vestía un traje de tres piezas color gris acompañado de una camisa azul noche y unos zapatos negros. Se veía tan bien como siempre. Enseguida vio a Chloe y algo en su corazón se agitó, tanto fue que no perdió el tiempo en ir a saludarla.

-Vaya, vaya - dijo Lucifer cuando llegó a la cabina, captando la mirada del trío - detective estás preciosa.
-Gracias Lucifer - contestó ella girándose para verlo bien - tú tampoco estás nada mal.
-Lo sé - respondió él con aires de suficiencia - el diablo siempre viste bien.

Chloe puso los ojos en blanco mientras Dan y Ella se escabullían de la cabina para dejarlos hablar a solas.

-Has montado una buena fiesta.
-Cuando se habla de fiestas, el diablo sabe hacer bien las cosas y considerando el tiempo que tenía para ello, me ha quedado francamente bien.

Chloe sonrió ante el comentario de Lucifer y luego notó que la sonrisa que él tenía en su rostro se convirtió en preocupación y nerviosismo. De pronto la atmósfera que los rodeaba había cambiado y parecía que había adquirido un tono más serio. Lucifer dio unos pasos más hacia Chloe, como si quisiera tocarla, cuando se detuvo en seco.

-Detective quería decirle...
-Ahí estás - intervino la voz de Pierce colocandose al lado de ella - te estaba buscando.

Enseguida Lucifer retrocedió y se puso su habitual máscara de indiferencia ante la pareja.

-Lo has montado bien Lucifer - dijo Pierce mientras pasaba un brazo alrededor de los hombros de Chloe.
-Gracias - contestó Lucifer tensando la mandíbula ante el gesto de Pierce - si me disculpais, tengo que saludar a los otros invitados.

Pierce asintió y Chloe le lanzó una mirada de disculpa mientras Lucifer se alejaba de nuevo entre la multitud. Odiaba a Pierce por varias razones; por ser en realidad Caín y fingir que era otra persona, por no poder deshacerse de él, por tenerlo como su superior, pero sobretodo, por haberle quitado a la persona que más le importaba en el mundo. Aunque en el fondo sabía que parte de la culpa había sido suya, que la había perdido por no luchar por ella lo suficiente, pero ¿cómo iba a hacerlo si no se sentía digno de ella? Era una batalla perdida.

La fiesta transcurrió tranquila durante la noche. Los asistentes se lo pasaban en grande mientras hablaban, bebían y bailaban. Pero no todos disfrutaban por igual; Lucifer había vuelto a su puesto en la barandilla de arriba mientras contemplaba como Chloe bailaba con Pierce. Los celos y el dolor le invadían a partes iguales; por no ser él quien bailara con ella, por no ser él quien la tuviera presionada contra su cuerpo, por no ser él quien le agarrara las caderas. Durante un instante, Chloe cruzó miradas con Lucifer y sintió que su corazón se contraía. Lucifer parecía destrozado bajo su atenta mirada, hasta que no pudo aguantarlo más y se marchó hacía su ático, no queriendo ver más la escena que se producía debajo de él.

Habían pasado ya dos horas de aquello cuando Pierce le sugirió a Chloe marcharse a casa, ya que la mayoría se había marchado ya y no quedaba mucha fiesta por delante. Ella lo reconsideró por un momento, pero se excusó diciendole que se quedaría a acompañar a Ella a su casa, ya que no estaba en un estado muy sereno para que la forense se fuera sola. Pierce insistió en llevarlas a las dos, pero Chloe negó de nuevo diciendo que esperaría un poco a que Ella estuviera mejor. Al final Pierce aceptó y se fue solo de mala gana.

-Patrick necesito que me hagas un favor - dijo Chloe al camarero de la barra - vigila a Ella hasta que yo vuelva por favor. Es aquella que está sentada en la cabina. No dejes que se vaya.
-De acuerdo detective Decker - asintió el camarero mientras servía un vaso de agua para llevárselo a Ella.

Una vez tenía cubierto el tema de Ella, Chloe se apresuró y entró en el ascensor. Llevaba toda la noche preguntadose que era lo que Lucifer iba a decirle cuando los había interrumpido Pierce, así que no iba a ir se hasta saberlo. Una vez que las puertas del ascensor se abrieron, entró tranquilamente para encontrarse a Lucifer sentado frente al piano. Se había quitado la chaqueta del traje y remangado las mangas de la camisa. Tenía un vaso de lo que probablemente era whisky, encima del piano. Cuando Chloe se paró justo detrás de él, Lucifer se giró para mirarla.

-Detective ¿Qué haces aquí? La fiesta está abajo.
-Tú tampoco estás abajo.
-Buen punto - contestó él agarrando su vaso de whisky y bebiendolo de un trago.

Después se levantó del taburete y se dirigió hacia la barra para servirse otro mientras Chloe se acercaba para pararse a su lado.

-Queria preguntarte sobre lo de...
-¿No deberías estar abajo con Pierce? - preguntó él interrumpiendola mientras se servía un nuevo vaso.
-Se marchó hace un rato.
-¿Y no te fuiste con él? - preguntó sorprendido.
-Si estoy aquí, quiere decir que no - contestó ella en tono burlón.

Lucifer se rió sarcásticamente y se bebió su nuevo vaso de whisky.

-¿Qué querías preguntarme detective?
-¿Qué es lo que me ibas a decir cuando Pierce nos interrumpió?
-Ahhh - Lucifer cambió a un estado total de nerviosismo - no era nada.
-Vamos Lucifer - dijo ella acercándose a él para estar más cerca- dímelo por favor.

Lucifer tragó fuertemente, moviendo la nuez de Adán con nerviosismo cuando sintió a Chloe muy cerca de él, tanto que temía comenzar a arder allí mismo.

-Quería... Quería pedirte que bailaras conmigo - dijo Lucifer al fin.
-Entonces, hagámoslo - contestó Chloe con una sonrisa.

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