Capítulo 7: Reyes

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«Sangre». La sangre cubre cada centímetro de mis manos y todos mis alrededores, es lo único que logro visualizar. Siento su olor llenar mis fosas nasales, al inicio mis intestinos se retuercen debido al asco que me provoca; sin embargo, a medida que avanzan los segundos y los colmillos florecen contra mis labios las náuseas pasan a segundo plano en comparación al resto de emociones que reinan en mi interior: deseo, anhelo, un hambre voraz…pero sobre todas las cosas un dolor descomunal.

Dolor al sentir mi cuerpo cambiando, mis garras creciendo y mi visión nublándose para instantes después ver el mundo con verdadera claridad; es como si hubiese vuelto a nacer y descubriese lo que me rodea por primera vez; no obstante, para este nuevo nacimiento me pidieron un precio…y de ahí la sangre entre mis manos.

«Un sueño…». ¡No! Más bien un recuerdo, el mismo que me persigue cada noche desde hace poco más de un año. Es el recuerdo de mi transformación, el mismo que me visita cada noche en cada uno de mis sueños para rememorar los horrores de ese día, los martirios que oculto; aunque, sobre todas las cosas, el sentimiento que predomina en mi cuerpo por estas visiones es la satisfacción, la paz, la carencia de culpas.

—Lo has hecho Reyes, eres un buen chico; no me equivoqué al elegirte. —La voz de Zack aparece como un susurro junto a mi oído mientras siento uno de sus dedos deslizándose por mi cuello a modo de caricia.

Vuelvo a observar los cuerpos desangrados ante mí, sus ojos sin vida observando a la nada, su piel pálida y su pecho inmóvil por la ausencia de respiración. Irónicamente una sonrisa se posa en mi rostro al darme cuenta de la verdad: El alivio por estas muertes ha pasado rápidamente y ahora no siento nada…estoy vacío.

Zack parece darse cuenta de ello.

—Serás un buen híbrido Reyes, un buen líder si yo llego a desaparecer; acabas de matar a las personas más cercanas que tenías y ni te ha importado.

Una risa histérica escapa de mis labios por este comentario.

—No te equivoques Zack, esta gente para mí no son nada, solo acepté el trato que me ofreciste.

—¿Por qué? —El hombre lobo a mis espaldas, mi creador, parece verdaderamente asombrado. Pero no puedo darle la respuesta a su interrogante porque ya no tiene sentido.

Suspiro y me agacho para acercarme al cuerpo muerto más próximo a mí, su piel es pálida, sus cabellos dorados y sus ojos tan dorados como solían ser los de Logan antes de su transformación. Las facciones de su rostro denotan que en una época pasada fue muy hermosa, pero la droga y el alcohol la llevaron a desgaste hasta parecer un cadáver viviente, el chiste de todo es que ahora es solo un cadáver. El hombre a su lado no estoy seguro de quien es: ¿Su camello?, ¿su chulo?... Para mí solo fue una persona que estuvo en el lugar equivocado y en el momento equivocado.

—Reyes, ¿No me digas que te arrepientes?

Me pongo en pie de un salto.

—No seas ridículo solo…

—¿Estás insatisfecho?

—Sí. —Esa era la sensación a la que no pude darle nombre porque la verdad es que, aunque desee matarla toda una vida, siento que su dolor no fue suficiente, no compensa el que pasamos mi hermano y yo toda una vida—. Logan no debe saberlo. —A diferencia de mí él no lo soportaría.

Zack me envuelve en sus brazos para propinarme un abrazo, una muestra de afecto tan fría como la mujer a mis pies.

—Será nuestro secreto bebé.

Pasiones Salvajes [#4 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora