El girasol en busca del sol [Epílogo]

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·Años después·

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·Años después·

Resoplo dando una vuelta sobre mis talones, ya llevo aquí esperando diez minutos y no se aparece, y todo el mundo me está mirando como bicho raro en este lugar.

No soy de ir a una comic con porque sí. Me enteré de esto gracias a Aitor, le comenté y quedamos en vernos aquí, pero hasta el momento Elek no hace acto de presencia.

La mayoría de personas está vestida de algún personaje de anime –solo logro reconocer a unos pocos–. Me siento incómoda por el hecho que vengo de una entrevista y estoy vestida algo formal.

«No seas una mentirosa».

Bueno... Para la dichoso entrevista me puse un jean un top blanco y un un cárdigan de color gris hasta la cintura.

Es importante que venga... Necesito que venga para decirle eso.

—¡Llegaste antes que yo, cereza! —dice mientras me abraza por detrás— Tuve unos inconvenientes en la universidad, pero ya he llegado.

Cuando volteo a verlo cierro los ojos con pesar al verlo con la misma ropa de Toya Todoroki Dabi–. Mi única salvación era él, bueno no me puedo quejar, no vino con la piel extraña del personaje.

—¿Entramos? —pregunto jalándolo de la mano— Tu escoges el lugar para comer.

—Ulala... —canturrea viendo a todas partes y llevando sus manos a mi cadera, creo que ya me he acostumbrado a sonrojarme cuando estoy junto con él—. Justo había visto un restaurante asiático.

—Si, si, está bien —paso saliva con dificultad—. ¿A dónde vamos primero?

—Es mi primera comic con —dice con entusiasmo, eso hace que algo en mi se arrepienta de lo que he hecho y estoy por hacer—, buah, esto es mejor y está más lleno de lo que me pude imaginar.

♡♡♡

Tomo la decisión de sentarme en el pasto y pedirle a Elek que repita mi acción. Es de noche; las estrellas están brillando, la noche es hermosamente oscura y Elek se ve mejor en persona que por una jodida pantalla.

No me puedo retractar; ya me aceptaron, ya acepté y mis tíos ya aceptaron. Lo que me falta es decirle a él, la mayoría sabe –Aitor, Bruno, Sebas, Xanat, Marai, Piero, Casey...–, él es el único que se lo he ocultado.

Sé que esto me va a doler más a mi que a él.

—¿Has hablado con Xanat y Marai?

Asiente.

—Si, Marai se fue de viaje para ver a su "esposo" —ambos reímos, su esposo es Charlie Puth, recientemente hizo un concierto, y para ello, Marai tenía que salir del país—. y Xanat solo sé que estudia y trabaja porque según dice que uno de sus grupos va a hacer gira internacional.

Le está empezando a gustar el Kimchi coreano gracias a ella...

—Si, algo me comentó Aitor —agrego.

—Pero ya no hablemos de eso, cereza... —suspira.

—Es que debemos hablar de ello... —¿Por qué hoy? He conocido un poco más de él y en el peor momento que pudo existir.

«Vamos Isis, tú eres fuerte, ya has pasado por mucho. Eres independiente, no lo pienses mucho, la vida sigue, solo será un punto y coma en tu vida».

Un punto sería mucho mejor porque ya tengo una idea de cómo acabará esto.

—Elek... He aceptado irme de intercambio... Para mis pasantías en Australia... —suelto cerrando los ojos y sin respirar.

—¿Qué? Estoy... Estoy muy feliz por ti, pero ¿qué hay de... —se pone de pie con brusquedad como si le diera asco— ...nosotros? Se supone que somos una pareja.

—Elek es mi vida.

—Y yo soy tu pareja, cuando uno tiene pareja debe pensar en ambos —murmura—. ¿Sabes? Soy tan tonto como para ir ese día a despedirme de ti, pero no.

—Ele–

—¿Por qué? ¿Cual era la necesidad que me lo contaras al último? Últimamente se te está haciendo hábito eso de contarle tus problemas a todos menos a tu pareja y eso me duele —se ríe sin gracia mientras se aleja de mí, siento como mis ojos están cada vez más húmedos y su reacción fue como si estar a mi lado fuera repulsivo de tan solo pensarlo—. No sé que es peor, el hecho que mis sentimientos me van a traicionar en algún momento o no estar molesto contigo.

¿No está molesto conmigo?

—Elek te lo iba a decir.

—¿Cuándo? ¿Cuándo estés por irte? —tensa la mandíbula antes de hablar y yo ya no puedo suprimir la ganas de llorar— No estoy molesto contigo, estoy decepcionado de ti, Isis, muy decepcionado de ti. Hoy tenía que decirte algo —sonríe y levanta las cejas sarcásticamente—, y tú ibas a ser unas de las primeras porque se suponía que éramos pareja, pero ya no te incumbe. Bruno me lo dijo, Xanat y Marai de igual manera como se terminaría esto en un inicio—se despeina con desespero—. Ya nada es como antes y hoy me he dado cuenta que debo rendirme, y no porque no quiera, son por tus acciones Isis. Lo nuestro definitivamente comenzó con ese virus, y ese virus fue tan efímero como lo nuestro.

Me pongo de pie con lentitud, desde que nos separamos para estudiar, él siempre fue él último en enterarse de las cosas que me pasaban.

Esas acciones mías empezaron a resquebrajar la relación...

—¡Yo lo llamé un virus perfecto! Porque me pude acercar a ti... —levanta la voz alejándose más de mí—. Ahora lo empezaré a recordar como un virus imperfecto por muchas razones y lo único que lo hacía perfecto eras tú... Solamente tú...

¿Por qué tengo esas malditas ganas de cerrar los ojos y que todo comience de nuevo con ese virus imperfecto como él lo llama? ¡¿Por qué?!

—Adiós —susurro viendo como camina a lo lejos con las manos en la cabeza.

Fin.

Esta parte fue publicada el primero de enero del año 2022

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Esta parte fue publicada el primero de enero del año 2022.

Un Virus Imperfecto © | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora