4

613 35 18
                                    

-Quizás en un principio no logras entenderlo. Me tomo más de dos largos años el poder volver a creer que valía la pena. No es fácil. Más de una vez pensé que había comenzado a luchar por nada, que sería mucho más simple dejar de intentarlo, y la opción de atentar contra mi vida volvía a dar vueltas por mi cabeza. Pensaba que mi muerte era mi esperanza. Pero estaba equivocado.

La morena no podía evitar sentir su pecho hincharse de orgullo cuando lo escuchaba. Sería una mentira decir que de vez en cuando, cuando escucha esa parte de la entrevista siente que se le va a escapar una que otra lagrima. Pero está en la calle. En plena avenida principal frente a una gran pantalla posicionada en un edificio. Escuchando el discurso que había oído ya mil veces, si era poco, pero creía nunca se cansaría de oír. Ese discurso que cada ciudadano hacia suyo después de salir de la boca del súper héroe, pero ella entendía mejor que nadie.

Sus vidas habían cambiado. Habían pasado otoños, inviernos, primaveras y ahora volvía a ser verano. Y aunque aún parecía, de vez en cuando, en esos días malos, que quedaran algunos dejes de la profunda depresión en la que estuvo hundido el de cabellos color miel. Eran mayores los cambios y cosas positivas. En eso era lo que ahora trataba Peter de enfocar su vida.

-Una vez una persona muy importante para mí, me dijo: "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Y aunque no lo creas todos tenemos un poco de poder. Quizás ustedes no tengan poderes arácnidos como los míos, pero tienen el poder de levantarse cada mañana con la disposición de ser mejores que ayer. Levantarse con una sonrisa listos para ayudar y trabajar duro. Todos tenemos el poder... Tú tienes el poder.

La entrevistadora continua con la siguiente pregunta. Michelle giro dándole la espalda a la gran pantalla y camino en dirección contraria. Ella ya sabía la respuesta a la pregunta, a esa y a las siguientes. Apresuro su paso. Miro de reojo su reloj. No quería hacerlo esperar. Metió las manos a los bolsillos de su chaqueta y se adentró al siguiente callejón con largas zancadas. Giro mientras avanzaba, buscándolo con la mirada.

Él ya la había encontrado. Se balanceo lanzando una telaraña hacia el próximo edificio. Descendió sin soltarse, dio unos pasos por el suelo y la agarro de la cintura antes de que ella se girara para encontrarlo.

-Justo a tiempo. -Exclamo por encima del ruido de la ciudad entre una risa mientras se elevaban y lanzaba su próxima red.

La morena se abrazó muy fuerte al cuerpo del chico y escondió su rostro en el cuello de él, evitando las fuertes ráfagas de viento que los golpeaban por la velocidad a la que se columpiaban atraves de los altos edificios de Nueva York. Al aterrizar no se separaron de inmediato. Mantuvieron sus cuerpos apegados, él aun con sus manos aferradas a su cintura.

Ambos juntaron sus frentes y se quedaron asi por unos minutos.

-Deberíamos entrar...

-Podemos decirles que estaba bajando un gato de un arbol. Ademas, aun nos quedan 2 minutos.

-Tan inusualmente puntual como siempre, Peter Parker. No entiendo como a todos no se les hace sospechoso.

-Supongo que no les importa tanto mi vida como a ti, chica observadora.

Michelle no podía ver el rostro del él bajo la mascara, pero sabia que había una tonta sonrisa ahí.

-Toda esa gente es algo estúpida -dijo mientras se alejaba un paso. Peter soltó su cintura y dejo sus brazos descansar en sus costados -y tu un chico con demasiada suerte.

Peter aprovecho para sacar su mascara. Agitó su cabeza sacudiendo su cabello, para luego fijar la mirada en ella. Peter le sonrio, y Michelle de manera inconcientemente copio la expresión en su rostro.

Solo me quiero ir, Señor Stark. - Peter Parker AngstDonde viven las historias. Descúbrelo ahora