The Amazing Spider-Girl

1: Su amigable vecina Spider-Girl

Jueves, 10:30 a.m. la hermosa ciudad de Nueva York, una ciudad bastante grande, enredada y con diversas actividades que la ciudad puede ofrecer ademas de ser una de las ciudades más famosas en el globo terráqueo. Quien diría que esta ciudad cambiaría tan drásticamente en cuestión de 3 años.

Hace 3 años, el crimen que había en la ciudad era "normal" si se puede considerar normal que mínimamente una vez a la semana hubiera algún aviso por las radios policiales sobre un vehículo blindado siendo robado a punta de armas de fuego. Si, así era lo acostumbrado para los neoyorquinos ademas de que vieran a x tipos con pasamontañas intentando robar una tienda, abriendo un auto ajeno o golpeando en algún callejón a alguien, todo era relativamente normal... Hasta que ella apareció.

Nadie sabe a ciencia cierta como apareció, de donde vino o cuando comenzó a extenderse la leyenda pero lo que importa, es que la imagen e historia de la "trepamuros" había enganchado a todos los habitantes de Nueva York, desde chicos o chicas con un ocasional Podcast en internet hasta los periódicos mas influyentes de la ciudad como el Daily Bugle o el New York Times.

Una chica de complexión delgada que vestía un traje ajustado que le permitía una gran movilidad y agilidad de color azul y rojo con el logotipo de una araña negra, la increíble capacidad de lanzar telarañas de sus muñecas que le permitían balancearse entre los edificios a la vez que corría sobre ellos, puedes verla columpiarse si vas de camino a la escuela o al trabajo detrás del sonido distintivo de las sirenas de las patrullas de policías o con un poco de suerte bajara a chocar los 5 contigo y puedes pedirle una foto.

Hablando de ella, aqui viene...

—¡¡Hooolaa Nueva York!! —Decía con notoria energía saliendo en esas palabras mientras se columpiaba entre los edificios y su sombra les avisaba a los transeúntes que ella venia pasando.

Un par de balanceos con sus telarañas después dirigiéndose quizá a la cima de uno de los edificios, hizo una pequeña parada.

—Hola chica araña ¿Lo de siempre? —Preguntaba un señor de unos 40 años de edad que vendía Hot-Dogs cerca de la estación de metro.

—Un Hot-Dog con todo pero sin picante, gracias Mario. —Decía mientras buscaba dinero en los bolsillos de su Hoodie.

—¿Algo interesante pasó en la mañana de mi clienta favorita?

—Detuve a 3 tipos de asaltar una tienda en Queens, Un allanamiento cerca de Harlem y Jameson otra vez dando sus razones de porque soy una amenaza en su show, nada fuera de lo normal ¿Cuanto es?

—La casa invita Spidey, te debo una aún por salvar mi vida hace una semana.

—Vamos Mario, te dije que no es nada. —Decía guardando su Hot-Dog en la mochila que traía.

—¡Te ves bien hoy Spider-Girl! —Decía un chico que iba pasando.

—¡No más que tu amigo! —Le devolvía el cumplido. —Lo lamento Mario pero me tengo que ir, disfrutare de la poco duradera tranquilidad de la ciudad, te veo luego. —Dijo la chica mientras se volvía a balancear hacia los edificios y el vendedor se despedia.

La sombra de la chica se volvió a ver en las calles mientras ella subía a lo alto del edificio Chrysler y se sentó en una de las águilas que sobresalían de este.

—Ufff, debí haber aceptado el beagle que Cat me ofreció en la mañana. No puedo ser una heroína si tengo el estomago vacío. —Decía mientras se retiraba su máscara dejando ver su rostro.

Una chica de piel blanca, con un cabello algo largo que cubría sus orejas, unos ojos de color azul y una linda y tierna sonrisa en su rostro mientras comía su Hot-Dog.